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Un mundo en contra y las dudas por las elecciones: qué economía ve el FMI para 2023

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, da un discurso sobre economía en la Universidad de Georgetown, en Washington, el jueves 6 de octubre de 2022. (Foto AP/J. Scott Applewhite)
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, da un discurso sobre economía en la Universidad de Georgetown, en Washington, el jueves 6 de octubre de 2022. (Foto AP/J. Scott Applewhite)

WASHINGTON.- Un dólar más caro. Menos crecimiento. Una guerra sin final a la vista. Inflación alta y tasas más altas para bajarla. Una crisis energética más severa en 2023 que en 2022. El mundo se moverá en contra de la Argentina el año próximo, que crecerá menos y arrastrará una inflación de tres dígitos por primera vez desde principios de los 90, justo cuando el país vuelva a las urnas para elegir el rumbo a seguir en los próximos años.

Ese horizonte surge del Panorama Económico Mundial que el Fondo Monetario Internacional (FMI) difundió en Washington, al inicio de su reunión anual, y del último informe del staff sobre la economía argentina, que se conoció la semana pasada, luego de que el Fondo aprobara un nuevo giro para el país.

Ambos informes pintan un futuro más difícil, signado por un entorno global adverso –el llamado “viento de frente”–, los avatares que la economía arrastra desde hace décadas y la incertidumbre atada a cualquier elección presidencial.

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Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del Fondo, dijo al hablar de la economía global que “lo peor está por venir, y para muchas personas 2023 se sentirá como una recesión”.

“La economía global continúa enfrentando grandes desafíos, moldeados por la invasión rusa de Ucrania, una crisis del costo de vida causada por presiones inflacionarias persistentes y cada vez mayores, y la desaceleración en China”, indicó Gourinchas. “Las tres economías más grandes, Estados Unidos, China y la zona del euro seguirán estancadas”, agregó.

Menos crecimiento, más inflación

Para la Argentina, el Fondo prevé que el crecimiento del producto bruto interno (PBI) se modere a un 2% en 2023 –la mitad de este año, a tono con el planeta– debido a la debilidad de la economía mundial, el impacto del ajuste implementado por el Gobierno desde que asumió Sergio Massa en el Ministerio de Economía, y otros factores internos, “incluidas las incertidumbres relacionadas con las elecciones”.

En línea con el presupuesto que Massa envió al Congreso, el Fondo prevé que la inflación anual para 2022 se ubique en el rango del 90-100 por ciento, según el último informe del staff, alrededor de 30 puntos porcentuales por encima de la proyección de fines de junio.

El staff dijo que el salto “refleja no solo el aumento en los precios mundiales de alimentos y energía en la primera mitad del año, sino también la demanda interna más fuerte y el aumento de las incertidumbres políticas, lo que contribuyó a desanclar aún más las expectativas de inflación”.

“Incluso con un ajuste de las políticas macroeconómicas, reconstruir la credibilidad de las políticas y reducir la inflación será un desafío, especialmente dadas las persistentes dudas sobre las constantes diferencias sobre la dirección de las políticas económicas dentro de la coalición gobernante”, alertó el trabajo.

El panorama global que ofreció Gourinchas dejó poco espacio al optimismo. Dijo que la economía global continúa enfrentando “grandes desafíos”, signados por la guerra desatada luego de la invasión rusa a Ucrania, una crisis del costo de vida causada por presiones inflacionarias “persistentes y cada vez mayores”, y la desaceleración en China.

El Fondo alertó además que la crisis energética desatada por la guerra en Ucrania “no es un shock transitorio”, sobre todo para Europa.

“El realineamiento geopolítico de los suministros energéticos tras la guerra es amplio y permanente. El invierno de 2022 será un desafío, pero el invierno de 2023 probablemente será peor”, fustigó Gourinchas.

Con ese trasfondo, el Fondo volvió a recortar su pronóstico de crecimiento para 2023. El Panorama Económico Mundial, el informe más importante del organismo multilateral, proyecta ahora que el crecimiento global permanecerá sin cambios en 2022 en 3,2%, y se desacelerará a 2,7% en 2023, 0,2 puntos porcentuales menos que el pronóstico de julio.

Más de un tercio de la economía mundial se contraerá este año o el próximo, mientras que las tres economías más grandes –Estados Unidos, la Unión Europea y China– seguirán estancadas. “En resumen, lo peor está por venir, y para muchas personas 2023 se sentirá como una recesión”, sentencia el reporte.

Uno de los hilos que recorre el análisis del Fondo es el giro en las condiciones financieras globales. Ante el rebrote inflacionario, los bancos centrales más poderosos comenzaron a subir sus tasas de interés para controlar los precios. El Fondo habló de un “ajusta rápido y sincronizado”, que he llevado a un fortalecimiento del dólar ante las demás monedas. Una mala noticia para la Argentina: un dólar más caro y tasas de interés más altas típicamente llevan a precios más bajos de las materias primas que exporta el país, una de las principales fuentes de dólares.

“Para muchos mercados emergentes, la fortaleza del dólar es un gran desafío. El dólar se encuentra ahora en su punto más fuerte desde principios de la década de 2000, aunque la apreciación es más pronunciada frente a las monedas de las economías avanzadas”, describió el Fondo.

El Fondo dijo que la respuesta apropiada en la mayoría de los países emergentes y en desarrollo es “calibrar la política monetaria para mantener la estabilidad de precios, mientras se permite que los tipos de cambio se ajusten, conservando valiosas reservas de divisas para cuando las condiciones financieras realmente empeoren”. En la Argentina, presa de sus propios tormentos, el dólar oficial hasta ahora ha seguido a la inflación.