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Piedras maltratadas del Muro de los Lamentos reciben tratamiento

JERUSALÉN, 23 feb (Reuters) - Las antiguas piedras que componen el Muro de los Lamentos de Jerusalén están mostrando las cicatrices de la intemperie, tras dos milenios de sol abrasador y lluvia torrencial.

Para evitar que empeoren y garantizar su integridad, los conservadores israelíes están dando una lavada de cara a las piedras, reparando las grietas y rellenando sus superficies maltrechas.

El Muro de los Lamentos, el lugar de oración más sagrado del judaísmo, es un remanente exterior del segundo de dos templos judíos construidos por Herodes el Grande hace más de 2000 años y destruidos por los romanos en el 70 d.C.

Está ubicado en la ciudad vieja de Jerusalén, junto a un recinto sagrado venerado por los judíos como el Monte del Templo y los musulmanes como el Santuario Noble, a pocos pasos de la Iglesia Cristiana del Santo Sepulcro.

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Grandes multitudes se reúnen en el muro para sesiones de oración y los visitantes a menudo colocan notas en las grietas entre las piedras.

La Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) rastrea el estado de cada piedra y ha comenzado a tratar la superficie de las más necesitadas de restauración.

Con un elevador portátil y una jeringa médica, su equipo inyecta delicadamente una lechada a base de piedra caliza en los huecos y fisuras de las piedras.

"Es el mejor método posible para curar las piedras y la mejor defensa contra la intemperie", afirmó Yossi Vaknin de IAA.

Y no es sólo el clima lo que ha pasado factura, dijo. Las plantas han echado raíces y los pájaros anidan en el muro, lo que hace que los trabajos de reparación sean aún más necesarios.

(Reporte de Ari Rabinovitch, Editado en español por Janisse Huambachano)