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Por qué no puedes conseguir el trabajo que quieres

La tasa de desempleo cayó un 3,9% en abril en Estados Unidos y muchas empresas dicen que no logran encontrar trabajadores suficientes.

Si hay una escasez de mano de obra a nivel nacional, claramente muchos trabajadores no lo están sintiendo. El porcentaje de adultos estadounidenses que tienen trabajo o quieren conseguir uno está en mínimos históricos; algo que no debería ocurrir siendo tan alta como es la demanda de trabajo. Los salarios apenas crecen, otra señal de la debilidad oculta del mercado laboral. De acuerdo a Sentier Research, los ingresos familiares medios, ajustados por la inflación, son solo un 1,8 % mayor que en el año 2000. Los economistas creen que la razón de que haya 6 millones de empleos sin cubrir es una “incompatibilidad de habilidades” creciente que ha dejado a muchos trabajadores desactualizados frente al rápido cambio tecnológico.

Cada vez es más complicado para los trabajadores encontrar un trabajo que satisfaga sus expectativas pero, al mismo tiempo cada vez es más difícil para las empresas cubrir sus vacantes. Getty Images
Cada vez es más complicado para los trabajadores encontrar un trabajo que satisfaga sus expectativas pero, al mismo tiempo cada vez es más difícil para las empresas cubrir sus vacantes. Getty Images

La baja tasa de desempleo, de hecho, podría enmascarar problemas crónicos de mano de obra y engañar a los políticos haciéndoles pensar que la economía es más fuerte de lo que realmente es. En la Conferencia Global celebrada recientemente en el Instituto Milken de Los Ángeles, moderé una mesa de debate que exploraba algunas de estas distorsiones en la fuerza laboral y algunas de las soluciones posibles (ver la mesa de debate). El resultado para los trabajadores es desalentador y alentador al mismo tiempo. Por un lado, existen barreras perniciosas que impiden a los trabajadores encontrar trabajos para los que sean adecuados. Así que si eres uno de esos que se siente frustrado al no encontrar trabajo, quizás el problema no seas tú. La buena noticia es que algunas empresas y funcionarios públicos reconocen el problema y están trabajando para encontrar soluciones. Estas son cuatro ideas que se desprenden del debate en el Instituto Milken:

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Las empresas están acostumbradas a un mercado laboral flexible, no a uno restringido. Hasta hace poco, la mayoría de empresas conseguía todos los trabajadores que necesitaban simplemente publicando ofertas de empleo. Solo ahora empiezan a contratar de forma más agresiva, y no necesariamente saben cómo hacerlo. “Los empleadores en realidad no lo hacen tan bien como para decirnos qué trabajos buscan cubrir y qué habilidades necesitan”, eso dijo Chauncy Lennon de JPMorgan Chase en la conferencia del Milken. “A veces sencillamente no te lo dicen. Y a veces no lo saben y, por tanto, no pueden decírtelo”.

Hay problemas que tienen que ver con las titulaciones y las credenciales, por ejemplo, que en muchos casos no están estandarizados y varían de una empresa a otra. Así que dos empresas podrían usar la misma descripción para referirse a puestos de trabajo sustancialmente diferentes. Las empresas también están acostumbradas a formar a sus trabajadores en otro lugar, como podría ser otra empresa o una escuela. Algunas están volviendo a implementar programas de formación interna que pensaban que no necesitarían más, pero las más rezagadas aún no tienen el personal necesario, la experiencia o la disposición para hacerlo ellas mismas.

Los sitios web de búsqueda de trabajo están desactualizados. Prácticamente todos los buscadores de empleo conocen la frustración de enviar decenas de currículums y no recibir respuesta alguna, como si no existieran. “Muchos de estos servicios son pura basura”, eso dijo el rector de la Universidad de California en San Diego, Pradeep Khosla, en la conferencia del Milken. “Simplemente reciben currículums para vender tu nombre, número de teléfono y código postal con fines publicitarios”. Los servicios de contratación a menudo utilizan softwares informáticos que buscan la palabra clave en un currículum, como por ejemplo, un lenguaje de programación en el que tengas experiencia o una facultad universitaria concreta. Pero este enfoque con frecuencia se olvida de los solicitantes de empleo que con facilidad podrían aprender a hacer un trabajo que antes no sabían hacer. “Se trata de las capacidades, no de las habilidades reales por sí mismas”, dijo Daphne Kis de Worldquant University, una organización sin ánimo de lucro centrada en la educación. “Puedes tener 20 carreras a lo largo de tu vida. Se quiere gente que tenga la capacidad de rediseñar sus vidas”.

Podría ayudar poner a más humanos en el proceso de contratación. También se necesita una base de datos precisa que ayude a los trabajadores a entender qué habilidades se demandan en qué lugares, cuánto se paga y dónde formarse. Los empleadores también podrían dar más posibilidades a los trabajadores para probarse a sí mismos, por ejemplo, ampliando el concepto de becario a otras esferas de la cadena de trabajos. En la conferencia Milken, Jane Oates, presidenta de la organización sin ánimos de lucro Working Nation, se refirió a Northrup Grumman, una empresa que contrata a la mayoría de sus trabajadores de una reserva de becarios. “Ven a la gente trabajando en sus propias plantas y oficinas, y se dan cuenta de cuáles son las mejores opciones”, dijo Oates. “No es solo una cuestión de Robert De Niro en una película divertida. Tenemos que ofrecer acuerdos de pasantía a trabajadores mayores”.

Las escuelas comienzan demasiado tarde a preparar a los estudiantes. Muchos padres sienten que sus hijos deben ir a la universidad de forma imperativa, a pesar de lo cual aún siguen habiendo millones de puestos de trabajo “de cualificación media” que no requieren un grado universitario. A nivel de secundario, no obstante, la mayoría de estudiantes no saben qué carrera comenzar. Eso en parte se debe a la ineficacia de los distritos escolares, pero los empleadores también podrían hacer más para conectarse con las escuelas locales, ayudar a implementar planes de estudio que capaciten correctamente a los estudiantes y construir un trampolín que les lleve a puestos de trabajo genuinos.

Algunos estados como Colorado y Delaware están trabajando para arreglar eso, adoptando programas de aprendizaje al estilo europeo, en los cuales los niños trabajan a tiempo parcial en un trabajo orientado a la carrera profesional al tiempo que asisten a la escuela, aprendiendo capacidades técnicas de gran valor junto a las capacidades académicas. “No hay gobernador en el país que no hable sobre cómo está transformándose el sistema estatal para conseguir una educación técnica profesional”, dijo Lennon. A algunos estados, por supuesto, les irá mejor que a otros.

Las universidades comunitarias son un recurso. Se supone que las universidades comunitarias son un puente entre la escuela secundaria y la universidad. En algunos casos, preparan a los estudiantes para cuatro años de universidad y en otros les enseñan capacidades concretas para sacar adelante una carrera profesional. Muchas, no obstante, han sido subestimadas como ángulos muertos de la educación. “Las universidades comunitarias eran una gran idea que hemos dejado de lado”, dijo Khosla en la conferencia. Le gustaría verlas reconvertidas para ayudar a trabajadores de cualificación media que necesitan aprender un nuevo campo de conocimientos. “Las universidades comunitarias serían una buena opción para reciclarse y volver a capacitarse”, dijo. “No las estamos explotando lo suficientemente bien”. Y tanto las empresas como los trabajadores lo están sufriendo en sus carnes.

Rick Newman