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Dan Price, el empresario famoso por bajarse el sueldo, acusado de aprovechar su gloria viral para abusar de las mujeres

SEATTLE — Kacie Margis, modelo y artista, se enteró de la existencia de Dan Price en 2020 de la misma forma que muchas personas: por publicaciones de redes sociales que alababan sus políticas progresistas.

Cinco años antes, Price había alcanzado una fama inusitada para el jefe de una empresa de procesamiento de pagos con 110 empleados luego de que les avisó a sus empleados que les iba a aumentar su salario mínimo a 70.000 dólares. The New York Times y NBC News dieron cobertura a su anuncio. Esquire realizó una sesión fotográfica. Apareció en “The Daily Show” y en el Festival de Ideas de Aspen.

Cuando Margis lo descubrió, su reputación y sus seguidores en internet habían crecido aún más. Su supuesto papel de director general que dice la verdad sobre la avaricia de las empresas resonó en un público amplio. Sus publicaciones en redes sociales habían recibido decenas de millones de me gusta. Bromeó con Kelly Clarkson en su programa de entrevistas mientras Lionel Richie lo observaba. Presentó a Andrew Yang ante una multitud en Seattle durante la campaña presidencial de Yang. Chateó en video con el exsecretario de Trabajo Robert Reich, quien lo llamó “el único director general moral de Estados Unidos”.

A Dan Price le aplaudían por pagar un salario mínimo de 70.000 dólares en su empresa de Seattle y por criticar a sus colegas ejecutivos. La adulación contribuyó a ocultar y posibilitar su comportamiento. (Ilustración de The New York Times; Fotografía de Ruth Fremson/The New York Times)
A Dan Price le aplaudían por pagar un salario mínimo de 70.000 dólares en su empresa de Seattle y por criticar a sus colegas ejecutivos. La adulación contribuyó a ocultar y posibilitar su comportamiento. (Ilustración de The New York Times; Fotografía de Ruth Fremson/The New York Times)

Price era un ejecutivo joven y apuesto con cuya visión del mundo se identificaba; un auténtico influente en redes sociales que criticaba los excesos y la arrogancia de otros líderes empresariales. Hizo una publicación al parecer interminable en Twitter, Instagram y LinkedIn, diciendo lo adecuado sobre la desigualdad, la salud mental, las mujeres.

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Después de que Margis le dio me gusta a una de sus publicaciones en Instagram en 2020, Price, entonces de 35 años, le envió un mensaje: “¡Feliz Día de San Valentín, guapa!”.

Margis, de 27, ignoró el mensaje en ese momento, pero le respondió a principios del año pasado, después de que sus amigos en un grupo de chat compartieron de nuevo uno de sus tuits.

“Eres maravilloso”, le escribió.

Poco después empezaron a hablar con frecuencia. Price la visitó cerca de San Diego y la llevó en avión a Seattle. Pero lo que inició como un noviazgo relámpago terminó tres meses después con una acusación de violación.

El lunes, la policía de Palm Springs, California, dijo que había remitido el caso de Margis a la fiscalía local, recomendando un cargo por violación de una víctima drogada. A principios de este año, la fiscalía de Seattle acusó a Price de agresión en otro incidente.

Dimisión

Después de responder a las preguntas del Times el jueves, Price tuiteó que había dimitido el miércoles por la noche como director general de su empresa, Gravity Payments. Escribió que se había convertido en una “distracción” y que necesitaba “concentrarse a tiempo completo en la lucha contra falsas acusaciones”.

Había señales de advertencia sobre Price, pero Margis no las vio. Cuando hizo una búsqueda en Google, muchos de los primeros resultados de “Dan Price” eran sus propias cuentas en las redes sociales, junto con historias halagadoras. Enterrada estaba la razón por la que, durante un tiempo hace varios años, casi había desaparecido de la atención pública: un artículo que escribí en 2015 para Bloomberg Businessweek reveló que su historia sobre el aumento de sueldo tenía lagunas importantes y que su exesposa lo había acusado de violencia doméstica.

De la noche a la mañana, la atención se agotó casi por completo.

Pero Price encontró un antídoto contra la oscuridad: las redes sociales. Tuit a tuit, su persona en línea volvió a crecer. Las malas noticias pasaron a un segundo plano

Patrón de abuso

La fama de Price en internet le ha posibilitado un patrón de abuso en su vida personal y un comportamiento hostil en su empresa, según muestran entrevistas con más de 50 personas, documentos e informes policiales. Ha utilizado su celebridad para perseguir a mujeres en internet que dicen que les ha hecho daño, tanto física como emocionalmente. Margis es una entre más de una decena de mujeres que hablaron con el Times sobre encuentros predatorios con Price.

“Las redes sociales le permiten controlar la narrativa”, comentó Ryan Pirkle, que pasó casi siete años dirigiendo el departamento de mercadotecnia de la empresa de Price.

En su declaración al Times, Price dijo que “nunca había abusado física o sexualmente de nadie” y que “las otras acusaciones de comportamiento inapropiado con mujeres en este artículo simplemente son falsas”.

Price añadió que las descripciones de él como jefe tóxico eran inexactas. “Hacer de Gravity un lugar excepcional para trabajar es mi máxima prioridad, y creo que estoy logrando ese objetivo”, señaló.

***

Conocí a Price en el otoño de 2015, después de que él y su historia de aumento salarial se volvieron omnipresentes. Aunque su negocio era poco claro —Gravity generaba unos cuantos millones de dólares al año de ganancias por el procesamiento de pagos con tarjetas de crédito—, las solicitudes de empleo y los clientes le llegaban sin parar.

Price era un mensajero carismático en un momento de creciente desigualdad, pero la historia que contaba en público no cuadraba. Price comentó a los medios de comunicación que su hermano, copropietario de Gravity, lo demandó tras el aumento salarial y dio a entender que era una represalia por haber reducido sus ganancias. Los documentos judiciales demuestran que el anuncio del aumento salarial de 70.000 dólares de Price tuvo lugar después de que se inició la demanda.

Price les dijo a los medios de comunicación que su divorcio de varios años antes había sido amistoso. Pero su exesposa, Kristie Colón, había dado una charla TEDx en octubre de 2015 en la que describió su relación como abusiva.

Cuando el artículo de Bloomberg Businessweek se publicó en diciembre de 2015, la reacción no se hizo esperar. Price perdió un contrato de 500.000 dólares para un libro y la agencia de talentos de Hollywood WME lo dio de baja.

Tan rápido como había ascendido, desapareció.

Price volvió brevemente a estar bajo los reflectores en 2016, cuando sus empleados aparecieron para sorprenderlo con un Tesla azul. Le salieron lágrimas y dijo: “¿Es en serio?”.

“Esa fue su idea completamente”, aseguró Pirkle y lo confirmó Matt Dho, quien trabajó en el departamento de mercadotecnia durante cuatro años. Price afirmó que eso no era cierto y que “la idea de que algunas personas estén tratando de ensuciar ese apreciado recuerdo es profundamente hiriente”.

En 2019, el mejor jefe de Estados Unidos estaba de vuelta. The Wall Street Journal lo incluyó en un grupo de “luminarias” y Nick Kristof le hizo un perfil en la sección de Opinión del Times.

Dan Price de Gravity Payments en Seattle el 27 de marzo de 2019. (Ruth Fremson/The New York Times)
Dan Price de Gravity Payments en Seattle el 27 de marzo de 2019. (Ruth Fremson/The New York Times)

***

En abril de 2021, cuando llevaban tres meses de relación, Margis se reunió con Price en Palm Springs. A lo largo de la tranquila corriente del arroyo Tahquitz, Price estuvo caminando descalzo y sacaba a cada rato su celular para consultar Twitter.

A la mañana siguiente, Price tuvo que hacer una llamada y le exigió a Margis que saliera de la habitación, según relató ella. Protestó porque solo llevaba un bikini y una bata de playa, pero él insistió. La dejó fuera durante horas, por lo que se puso a matar el tiempo enviándoles mensajes a sus amigos.

Recuerda que Price la encontró junto a la piscina y se inclinó hacia ella para besarla. Lo rechazó. Él le reprochó que no sabía escuchar y que no lo entendía.

El relato de lo que ocurrió a continuación se detalló en entrevistas con Margis, un informe policial, mensajes contemporáneos con amigos y entrevistas con tres personas con las que ella habló poco después.

Margis regresó a la habitación 423, donde ingirió un comestible de cannabis para contrarrestar el insomnio, algo que ha hecho con frecuencia desde que estuvo en el tiroteo masivo de 2017 en un festival de música en Las Vegas. Price regresó y trató de tener sexo con ella.

“No, acabo de ingerir marihuana y voy a irme a la cama”, más tarde le declaró a la policía que le dijo. “Hablaremos de esto por la mañana”.

Mientras se estaba quedando dormida, sintió que él la penetraba, le contó a la policía. Fingió estar dormida, preocupada de que él la matara si intentaba detenerlo.

Cuando terminó, esperó unos minutos y se dirigió al baño antes de enfrentarse a él.

“¿Me acabas de violar?”, consta que le preguntó en su declaración a la policía. Margis dijo que él lo negó rotundamente.

Cuando se le pasó el efecto del cannabis, Margis huyó a casa.

Les envió un mensaje de texto a sus amigos diciendo que podría necesitarlos como testigos. Guardó su ropa interior y presentó la denuncia ante la policía. Luego llamó a su madre, que esperó en el estacionamiento del hospital mientras Margis se sometía a una prueba de violación.

***

Dos días después, Colón, la exesposa de Price, estaba revisando Instagram cuando recibió un mensaje. “Estoy tratando de comunicarme contigo y espero que esto no te cause alguna molestia”, escribió Margis.

Margis continuó diciendo que Price la había violado y que creía “todas las acusaciones” de Colón.

Colón se había trasladado al otro lado del país y había intentado seguir adelante. Pero escapar de la presencia de Price era imposible.

Margis dijo que había considerado contar su historia públicamente. Escribió: “Quiero hacer todo lo posible para asegurarme de que no vuelva a hacerle daño a otra mujer en su vida”, pero que temía que la atacara.

Finalmente, Colón puso en contacto a Margis con un hombre llamado Doug Forbes que llevaba años escribiendo en su blog sobre Price. Forbes había querido hacer un documental edificante sobre Price, pero en lugar de esto se centró en lo que él alegaba que era fraude. Gravity defendió sus prácticas en una publicación de Facebook.

***

A finales de enero de este año, Price se reunió con Shelby Alexandra Hayne, una artista con la que se mensajeó por primera vez en 2019 en Instagram.

Price le propuso horas para quedar, pero Hayne lo rechazó. Meses después, lo volvió a intentar.

Dijo que esperaba que Price pudiera proporcionarle consejos y conexiones para integrar el activismo en su arte. Ella y su novio decidieron que valía la pena que se reuniera con él aunque esperara una cita.

En enero, cenaron en un restaurante del Capitol Hill de Seattle, donde, según cuenta ella, hablaron de política. Lo que sucedió después se detalló en entrevistas, un informe policial y mensajes de texto.

Al cerrar el restaurante, su aplicación de Uber no funcionó y Price sugirió que se resguardaran del frío en su Tesla mientras ella la volvía a descargar.

Sentados en los asientos delanteros, él intentó besarla y le agarró el cuello, según relató ella a la policía.

“No me soltó la garganta de inmediato”, recordó ella.

“Después de que lo rechacé, se transformó”, aseguró.

Hayne llamó a su novio, fingiendo que era su hermano, y le pidió que se apresurara a recogerla. Price aceleró hacia el norte y la llevó a un Park N Ride.

Ella estaba asustada porque él estaba “muy borracho”, según consta en el informe policial.

Price aceleró hasta la planta superior del estacionamiento, condujo el auto en círculos estrechos y se estacionó en un lugar, le dijo ella a la policía. Se acercó para besarla y volvió a sujetarla de la garganta, soltándola y apretándola de nuevo “durante minutos”, de acuerdo con el informe policial.

Cuando su novio, Jesse Snowden, se detuvo junto a ellos, “ella entró de inmediato al auto e hizo una seña con los dedos hacia adelante; estaba como diciendo ‘¡vámonos ya!’”, recordó Snowden.

Cuando ella le describió lo sucedido, Snowden se acordó del blog de Forbes. Hayne le escribió para compartirle su historia. Forbes la puso en contacto con Margis, Colón y otras mujeres.

***

Price ha acumulado cientos de miles de seguidores en internet desde que Margis huyó de Palm Springs el pasado abril.

El lunes, el departamento de policía de Palm Springs presentó su investigación al fiscal del distrito del condado de Riverside, recomendando un cargo por violación de una víctima drogada, según el teniente Gustavo Araiza. Los fiscales deben decidir ahora si presentan cargos.

Margis dijo que temía una reacción en línea si lo acusaba públicamente. Había recibido amenazas tras aparecer en un video de BuzzFeed sobre el tiroteo de Las Vegas. Y como era modelo de trajes de baño, le preocupaba que la gente dijera que se había buscado lo que no había buscado.

Sin embargo, en febrero, algo cambió que la hizo pensar que podían creerle: los fiscales de Seattle acusaron a Price por el caso de Hayne.

La ciudad presentó tres cargos contra él: conducción negligente, agresión y agresión con motivación sexual. The Seattle Times informó sobre el caso en abril, y Price pasó de publicar varias veces al día a estar totalmente ausente de las redes sociales.

El 31 de mayo, Price apareció con cara impávida y su larga melena ligeramente húmeda en una videoconferencia judicial. El fiscal había retirado la acusación de agresión con motivación sexual, pero siguió adelante con el caso de conducción negligente y agresión.

El abogado de Price hizo una declaración de “no culpabilidad” en su nombre y el juez dictó una orden de restricción por acoso hasta el juicio previsto para octubre.

“Confío en el proceso legal, y estoy ansioso por presentar mi defensa y demostrar mi inocencia”, declaró Price al Times.

© 2022 The New York Times Company

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