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Esto marcará la economía, la bolsa y tu bolsillo los próximos meses

Qué deben observar los inversores en el próximo medio año. Foto: Getty Image.
Qué deben observar los inversores en el próximo medio año. Foto: Getty Image.

Russ Wiles

Si no le prestaste mucha atención a los pronósticos de las inversiones a principios de año, bien por ti. Con el buen rumbo que llevaba la economía y un mercado de valores aún más próspero, tales pronósticos no parecían importantes en ese momento. Además, resultaron ser completamente errados.

Esos pronósticos cambiaron drásticamente debido al brote de coronavirus, a las órdenes de cierre de la actividad económica para contenerlo y a un estímulo económico sin precedentes llevado a cabo por el gobierno para revertir las consecuencias económicas del confinamiento.

“Si hay un año en que ha sido necesario hacer una revisión a mitad de año, es este”, dijo David Kelly, jefe de estrategia global de J. P. Morgan Asset Management, en un seminario web reciente.

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Con tantos procesos de cambio, a los inversores no les será fácil fijar un rumbo sólido en los próximos seis meses, pero estas son algunas de las tendencias y temas que pueden ser cruciales:

Esperar a que el virus mengüe

La pandemia ha cambiado la trayectoria de la economía: de estar en proceso de expansión a largo plazo a una recesión severa. Pero ahora, que disminuye el número de casos del virus en Estados Unidos y que se está reabriendo la economía, cada vez más gente se enfrenta a la nueva normalidad y los inversores ganan cada vez más en optimismo.

A pesar de los parches recientes, el índice S&P 500 de Wall Street logró la semana pasada ponerse en positivo en lo que va de año recuperándose de los derrumbes históricos vividos hace solo un par de meses por el miedo al impacto económico del coronavirus. Desde los mínimos de marzo, este indicador ha subido ni más ni menos que un 45%.

El mercado de valores ha mostrado mucha más resiliencia que la economía.

No estaremos fuera de peligro hasta que se haya desarrollado y distribuido ampliamente una vacuna. Los rebrotes del virus siguen siendo una gran amenaza, especialmente ahora que las medidas de distanciamiento social se han relajado. Kelly describe el clima actual como “una recesión de sujetalibros” marcada por la llegada del virus, en un extremo, y por la llegada de una vacuna, en el otro.

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La economía de Estados Unidos pasó del auge a la caída en cuestión de semanas debido a la pandemia de covid-19.
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Lidiar con una recesión

La economía pasó del auge a la caída en cuestión de semanas, dejando a millones de personas sin trabajo y a cientos de miles de empresas cerradas o con su producción interrumpida. Eso provocó una caída de las ganancias empresariales, y el PIB bruto del segundo trimestre probablemente experimentará una caída de alrededor del 40 %.

La economía se ha estabilizado un poco y podría comenzar a mejorar, pero no está claro si la recuperación será rápida o si durará más tiempo. Las cifras de desempleo aún son sombrías y podrían seguir así durante mucho tiempo. El economista de Nationwide, Scott Murray dice que el hecho de que las solicitudes de seguro por desempleo no hayan mejorado sugiere que el mercado laboral no se ha recuperado mucho.

Hasta hace no mucho, los inversores en bolsa miraban más allá del abismo y sentían que en seis o nueve meses habría mejores condiciones para hacer negocios.

“Los inversores, por su propia naturaleza, tienden a ser optimistas”, dijo Jay Penney, jefe de estrategia de inversión de Ashton Thomas Private Wealth en Scottsdale, Arizona. “El mero hecho de desplegar el capital que tanto les cuesta ganar a las empresas es un acto de fe”.

Ignorar las ganancias por un tiempo

Los inversores necesitan tener algo de fe cuando se trata de rentabilidad. Las ganancias de las empresas no han sido tan buenas en el primer trimestre y serán pésimas en el segundo. La pregunta que tenemos sobre la mesa es si recuperarán los niveles de ganancias para 2021 o si tardarán más tiempo.

Los peores informes de ganancias probablemente sean los del trimestre actual, pero puede que siga habiendo malas noticias en el segundo semestre de 2020, escribió Sheraz Mian, director de investigación de Zacks Investment Research.

Sus proyecciones actuales, basadas en los pronósticos de Wall Street, indican una caída del 24 % en las ganancias generales de este año para las empresas del índice Standard & Poor's 500, seguido de un aumento de casi el 27 % en 2021.

La caída de las ganancias empeorará las ratios precio-beneficio y otros medidores de valoración de los mercados, de modo que los inversores deberían ignorarlos durante un tiempo o arriesgarse a ser demasiado conservadores.

Cuenta atrás para las elecciones

Fotos de archivo de Joe Biden (izq) y Donald Trump. El presidente, que ha sido acusado varias veces de agresiones sexuales, se ha mostrado inusualmente contenido en relación con una denuncia de agresión sexual que pesa sobre su rival en las elecciones de noviembre. La foto de Biden fue tomada el 12 de marzo del 2020 en una presentación en Wilmington, Delaware, y la de Trump es del 5 de abril en la Casa Blanca. (AP Photo, File)

Con todo lo que ha sucedido últimamente, es fácil olvidarse de que en solo cuatro meses tenemos una elección presidencial. En circunstancias normales, este sería el momento en el que las campañas pisarían a fondo el acelerador, el momento en el que los candidatos se estarían dirigiendo a públicos entusiastas en grandes estadios. El distanciamiento social limitará eso, por lo que esta vez el bombo y el platillo se quedarán en casa.

En circunstancias normales, los presidentes que se presentan a la reelección tienen más posibilidades de ganar, especialmente si la economía va bien, pero las perspectivas del presidente Donald Trump se han frenado con el brote del virus y la depresión económica.

Un rápido repunte ayudaría a Trump, pero de los 10 estados con votaciones más ajustadas en 2016, nueve tienen tasas de desempleo de dos dígitos, una mala señal para el presidente, según apuntó J. P. Morgan. La lista incluye a Arizona, Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Florida, Nevada y Carolina del Norte.

Los años en los que hay elecciones presidenciales suelen ser buenos para el mercado de valores: el S&P 500 ha ido bien en 17 de las últimas 20 elecciones presidenciales, pero hay excepciones, como el desplome del 37 % durante la última recesión de 2008.

Conseguir impulso de los bajos rendimientos

La mayor parte de la recuperación del mercado se puede atribuir a los progresos en la lucha contra el virus y por la estabilización de la economía. El mercado de bonos también ha ayudado: a medida que han ido cayendo los rendimientos debido a la reducción de las tasas de interés, los bonos y los fondos de bonos son vistos como mucho menos atractivos en comparación con las acciones.

Los bonos siguen ocupando un lugar en las carteras de los inversores, dado que proporcionan una relativa estabilidad de precios con algo de ingresos. Pero las inversiones en bonos, con los rendimientos de hoy, no harán rico a nadie.

Y si bien no son tan volátiles como las acciones, los bonos tienen sus propios riesgos. Uno es la probabilidad cada vez mayor de que se incumplan los pagos de los bonos emitidos por corporaciones y algunos municipios. Según J. P. Morgan, uno de cada nueve bonos de “grados de inversión” o de mayor calidad ya se han devaluado este año.

Las altas tasas de interés podrían representar una amenaza aún mayor para los bonos en general, ya que eso impulsaría los precios a la baja en todos los ámbitos, pero no parece que sea un problema por ahora, dado que la Reserva Federal ha señalado que no aumentará las tasas de interés hasta 2022.

A la espera de más estímulos del gobierno

La capacidad de Washington para apuntalar la economía con cheques de estímulo, mayores prestaciones para trabajadores, préstamos remisibles a pequeñas empresas y otras medidas han ayudado a mantener a flote el gasto de los consumidores y también a las empresas, al tiempo que ha animado a los inversores a asumir más riesgos.

A pesar de los 2,4 billones de dólares que ya se han gastado para aliviar las consecuencias del coronavirus, que empeoran la ya nefasta situación de la deuda federal, podría ser necesaria más ayuda. Kelly piensa que los legisladores tendrán que destinar miles de millones de dólares más para mantener a flote a los gobiernos estatales y locales en un momento en el que los ingresos fiscales se han reducido. También espera que se amplíen las prestaciones por desempleo, al menos para los trabajadores de bajos ingresos, después de que el programa especial de 600 dólares a la semana venza a finales de julio.

Tal vez 600 dólares a la semana es demasiado para una ayuda por desempleo, pero cero es demasiado poco, afirma Kelly. “Habrá una verdadera pobreza (…) si no ayudamos a los trabajadores después de julio”, dijo.

Este artículo fue publicado originalmente en Yahoo por USA Today