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Sin reservas y ante la presión del FMI, se diluye el "plan aguantar" de Massa

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) sobre la actividad económica con una caída del 5,5% en mayo marca la pauta de que se entró en un nuevo período de caída, que se supone, podría ser de unos tres a cuatro meses. El problema para el ministro de Economía, Sergio Massa, es que el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno chino o los importadores argentinos le financien la recuperación hasta las elecciones de octubre.

Además, Massa prepara una serie de medidas que buscan cumplir, en parte, con las recomendaciones del FMI. Por un lado, anunciaría un dólar especial para importadores que se ubicaría en los $350 y un nuevo tipo de cambio diferenciado para exportadores en torno al mismo precio.

Además, se aplicaría un impuesto del 30% para todos los productos importados, que, según analistas, tendría un efecto muy similar a una devaluación del mencionado porcentaje para el peso respecto del dólar.

En ese contexto, lo primero que hay que tener en cuenta es cómo ha sido hasta aquí la política del titular del Palacio de Hacienda tras la salida intempestiva de Martín Guzmán. Hasta junio del 2022, la actividad venía creciendo a razón de 0,6 puntos porcentuales por mes. Cuando asumió el actual ministro y candidato a la presidencia de Unión por la Patria, los indicadores intermensuales se volvieron negativos.

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En agosto fue -0,3%, septiembre, -0,4%, octubre, -0,8%; noviembre, 0,7% y diciembre, -0,3%. Pero luego, en el primer trimestre de 2023, el Gobierno decidió generar una recuperación de la actividad, presumiblemente, ante la perspectiva de que Massa se convirtiera en el titular del Palacio de Hacienda, aunque en ese momento si bien se mencionaba como una posibilidad, no estaba blanqueado.

Presionado por el FMI, se diluye el plan de Massa

Según estimaciones de la consultora PxQ del exviceministro de Economía, Emmanuel Alvarez Agis, la suba de la actividad del primer trimestre del año, que el Gobierno marketineó incesantemente, le costó al Banco Central por lo menos unos u$s4.000 millones de las reservas internacionales. En enero hubo un crecimiento intermensual del 0,8%, febrero, 0,3% y marzo, 0,2%.

Pese a que la inflación cede, Massa
Pese a que la inflación cede, Massa

Pese a que la inflación cede, Massa debe resolver el problema de reservas y responder ante un exigente FMI.

Lo que no tuvo en cuenta el equipo de funcionarios que acompaña a Massa, o estimaron muy mal. fue el impacto de la falta de lluvias, que si bien se sintió muy duro en el verano durante este año, ya venía mostrando algunas señales desde noviembre del 2022. La anterior sequía le había costado a Mauricio Macri unos u$s8.000 millones. Y solo con eso salió corriendo a pedir un préstamo al FMI. A Massa la inclemencia climática le costó u$s20.000 millones. Es imposible esquivar su efecto.

Hasta marzo la actividad económica venía mostrando un crecimiento 1,3% interanual, pero luego con la caída de abril de -4,4% y de mayo del -5,5%, todo el crecimiento del primer trimestre se evaporó. La economía salió del período de "go" y entró en el de "stop", según versa la antigua teoría económica. Para PxQ, el Gobierno quería ir regulando la actividad por períodos de avance y retroceso por trimestres, abriendo la canilla de los dólares a las importaciones en los lapsos de auge.

Al quedarse sin reservas, volver a cerrar el grupo, provocar una contracción, recuperar dólares y volver.  Básicamente, ese es el esquema del plan "aguantar" hasta diciembre. Y aquí entra en juego la negociación con el FMI. En el mundo idílico de Massa, el organismo que conduce Kristalina Georgieva le anticipaba todos los Derechos Especiales de Giro hasta el primer trimestre del 2024. Entonces el candidato del oficialismo iba a contar con dólares para salir del período de contracción y retomar el del crecimiento, para poder tener algo qué ofrecer al electorado peronista. El problema es que se ha topado con la dureza del staff técnico. Nadie quiere rifar su carrera profesional para sostener la candidatura del ministro.

El gobierno argentino va a tener que contentarse con ir recibiendo del FMI solo los dólares necesarios para repagar los vencimientos del acuerdo que firmó el gobierno de Mauricio Macri. No va a tener amplio margen para vender dólares a $270 cuando en el mercado libre se consigue a $570. El equipo económico va a estar obligado a frenar las importaciones para sumar reservas, de modo que la única carta que tenía para jugar (si fuera una partida de truco seria un 3), es decir, el crecimiento, no la va a poder usar.

¿Qué va a pasar con el FMI?

Aseguran funcionarios del Palacio de Hacienda que al final del camino va a haber un acuerdo con el FMI. Dicen que de no haber avanzado en las negociaciones, que ya llevan 12 semanas, el Ministro de Economía no hubiera mandado a una delegación. Pero aparentemente no se trata "del acuerdo" sino de "un acuerdo". No habrá dólares para una nueva etapa del "go". Por el contrario, es muy posible que entre un arancel generalizado a las importaciones y una corrección del tipo de cambio oficial, la actividad siga para abajo y con ello, se desconfiguren los planes políticos de Massa de quedarse con el control del peronismo en el futuro.

El acuerdo implicará un compromiso para profundizar el ajuste fiscal. Lo que hay que tener en cuenta es que si se aplica un arancel generalizado a todas las compras del exterior, el Gobierno podría contar con nuevos fondos provenientes de impuestos que podría resolver gran parte del déficit fiscal de este año.

El Fondo dificulta la intención de Massa de llegar con crecimiento económico
El Fondo dificulta la intención de Massa de llegar con crecimiento económico

El Fondo dificulta la intención de Massa de llegar con crecimiento económico a las elecciones.

Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que el Banco Central realiza entre las 40 consultoras y fundaciones económicas más importantes del mercado, al Gobierno le quedarían después de julio importaciones por unos u$s31.000 millones, al que si se le aplica una alícuota del 30% dejaría el equivalente a u$s9.300 millones, los que al valor del dólar A3500 de $270 le dejaría $2,5 billones. Este año se prevén compras por u$s70.000 millones y hasta julio ya se habrían concretado unas u$s39.000 millones Con ello se resolvería el problema de caja del 2023. Solo habría que ver si el Gobierno decide aplicarlo a un "plan platita" para las elecciones o cortar el déficit. Más de un economista le recomendaría a Massa que cierre el rojo de caja porque sería mejor para frenar la inflación y tener más chances en octubre.

¿Cuántos dólares se llevó en total el "go" de Massa"?

De acuerdo con los resultados de la última ronda cambiaria del Banco Central, el Gobierno perdió en lo que va del año u$s19,090 millones de las reservas internacionales brutas. Ahora se ubican en el nivel de los u$s25.500 millones. Solo en julio perdió u$s2.435 millones. Las Reservas Internacionales Netas (RIN) -las que mira el FMI- están en unos u$s6.500 millones. De modo que si el FMI le habilita al Gobierno solo los u$s4.000 millones del desembolso de junio, que todavía está pendiente, bajarían a unos u$s2,500 millones. Hay que tener en cuenta que en agosto hay un vencimiento que en otro contexto sería chico de u$s827 millones, de los cuales u$s758 corresponden al FMI y el resto a multilaterales. Pero en las actuales circunstancias parece enorme.