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Revelan que las muestras del asteroide Bennu cambian la comprensión del sistema solar temprano y dan nuevas pistas sobre el origen de la vida

Es una lección de humildad darse cuenta de que somos los primeros seres en tomar muestras exitosas de Bennu, un asteroide de 500 metros de tamaño que ha existido incluso más tiempo que el planeta Tierra. Las muestras de Bennu, rico en carbono, ya están proporcionando nuevas pistas sobre la ubicuidad y diversidad de compuestos químicos en nuestro sistema solar primitivo.

Un nuevo libro ofrece una mirada detallada a cómo se realizan esas misiones. En "El cazador de asteroides: el viaje de un científico al amanecer de nuestro sistema solar" , Dante Lauretta narra su viaje desde que era cocinero de comida rápida en edad universitaria hasta protagonizar una misión espacial que representa uno de los logros científicos más importantes del siglo XXI. 

La historia de la misión data de una reunión informal mientras Lauretta tomaba unas copas con un ejecutivo de Lockheed Martin,  y con el director del laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona,  en el bar de un exclusivo hotel de Tucson. En sólo cuestión de minutos, Lauretta había esbozado los conceptos básicos de lo que se convertiría en OSIRIS-REx (Orígenes, Interpretación espectral, Identificación de recursos, Explorador de regolitos).

Dos breves décadas después de esa primera reunión en un bar de cócteles, OSIRIS-REx había devuelto con éxito una muestra de Bennu de 4.500 millones de años de antigüedad y la había entregado de manera segura al desierto de Utah. Allí, Lauretta y sus colegas esperaban ansiosamente el regreso de la prístina muestra.

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¿Qué nos ha enseñado la misión sobre Bennu? Que Bennu es un fragmento de un objeto mucho más grande que se hizo añicos en el cinturón principal de asteroides hace aproximadamente mil millones de años, me dijo por teléfono Lauretta, investigador principal de OSIRIS-REx y astrobiólogo de la Universidad de Arizona en Tucson. "Ese objeto tenía unos 200 kilómetros de diámetro y se originó mucho más lejos en el sistema solar, probablemente alrededor de donde reside actualmente Saturno. Todos los componentes básicos de la vida se encuentran en este objeto,  y su padre probablemente fue un mundo oceánico o un mundo fangoso en una etapa muy temprana de la historia del sistema solar", revela Lauretta.



Barro de arcilla antigua

El asteroide padre de Bennu tenía que haber sido una gigantesca bola de lodo convectiva, que hizo circular fluido durante millones de años y alteró por completo la mineralogía original, escribe Lauretta en The Asteroid Hunter .

Bennu probablemente se desprendió de un asteroide mucho más grande rico en carbono hace entre 700 y 2 mil millones de años según informan desde la NASA. "La mayoría de los asteroides del sistema solar interior son objetos pedregosos, de alta densidad y cercanos a la Tierra. Pero Bennu es mucho más poroso y mucho menos denso de lo que esperábamos" resalta Lauretta

¿Por qué los asteroides son tan importantes para comprender la vida en el sistema solar? "Si intentas reconstruir la historia de nuestro planeta, llegarás a un punto hace unos 4 mil millones de años en el que no queda ningún registro en las rocas. Hay que ir a los asteroides para comprender todo el camino que se remonta a los inicios de los minerales y la materia orgánica y la formación del hielo en nuestro sistema solar. Contienen las primeras etapas de la evolución del sistema solar", señala Lauretta.

Una superficie rugosa y una sorpresa fundamental

Antes de realizar una misión tan compleja se trata de entender cómo será la composición del objeto donde se pretende aterriza. Pese a los estudios, "la superficie de Bennu era mucho más accidentada y rocosa de lo que predijimos a partir de nuestro análisis de los datos del telescopio. Habíamos pensado que iba a ser arenoso, o tal vez de grava, y simplemente estaba dominado por rocas gigantes", dice Lauretta

Tras el análisis, los fosfatos encontrados en Bennu parecen evaporaciones de un antiguo mundo oceánico, "algo así como un satélite helado que vemos alrededor de Saturno. Y estamos muy entusiasmados con la diversidad del material orgánico", comenta Lauretta.

¿Por qué el fósforo es tan crucial para la vida? Los dos carriles que forman la estructura de doble hélice del ADN son fosfatos unidos a azúcares. Por tanto, el fosfato es esencial para producir ADN y ARN. "También es realmente un elemento importante para la molécula transportadora de energía llamada trifosfato de adenosina (ATP)," dice Lauretta, ya que la P significa fosfato. Y luego, una vez que subimos la complejidad y llegamos hasta animales como nosotros, los minerales de fosfato también forman nuestros huesos y dientes.

En términos de masa, el fósforo es el quinto elemento biológico más importante, después del hidrógeno, el carbono, el oxígeno y el nitrógeno, pero de dónde obtuvo la vida terrestre su fósforo es un misterio, escribe Lauretta en su libro.

La gran sorpresa que deparó Bennu fue que "en nuestras muestras encontramos 13 de los 20 aminoácidos que se utilizan en biología para que se formen las proteínas", dice Lauretta. ¿En cuanto a los otros siete?

dante lauretta Osiris Rex
Dante Lauretta diseñó el proyecto para visitar el asteroide Bennu

"No podemos descartarlos todavía, es posible que hayan estado por debajo de nuestro límite de detección actual. También encontramos las cuatro nucleobases o letras del código genético utilizadas en el ADN; eso significa que la Tierra recibió esos compuestos de estos asteroides ricos en carbono", dice Lauretta

Las muestras podrían incluso revelar algún tipo de microfósiles o evidencia de vidas pasadas, si estuvieran allí. "Esto es algo a lo que prestamos mucha atención, pero hay algo fundamental que nos falta para comprender el origen de la vida", se inquieta Lauretta. En particular, se pregunta qué sucede al pasar de un mero material geológico a algo que está vivo. Lauretta también está desconcertado en cuanto a por qué las moléculas se autoorganizan en organismos vivos con instintos de conservación y la capacidad de reaccionar a su entorno.

¿En cuanto a OSIRIS-REx? Unos 20 minutos después de que la nave espacial OSIRIS-REx lanzara su cápsula de retorno de muestras a la atmósfera terrestre, la nave espacial encendió sus motores para emprender una nueva misión, dice la NASA. La nave espacial, denominada OSIRIS-Apophis Explorer, llegará al asteroide Apophis en 2029. Aún queda mucho por descubrir. 

*Nota Publicada en Forbes US