Anuncios
U.S. markets open in 9 hours 25 minutes
  • F S&P 500

    5,539.25
    +2.25 (+0.04%)
     
  • F Dow Jones

    39,509.00
    -17.00 (-0.04%)
     
  • F Nasdaq

    19,988.00
    +15.75 (+0.08%)
     
  • E-mini Russell 2000 Index Futur

    2,043.70
    -1.20 (-0.06%)
     
  • Petróleo

    81.20
    +0.37 (+0.46%)
     
  • Oro

    2,328.60
    -2.20 (-0.09%)
     
  • Plata

    28.93
    +0.06 (+0.21%)
     
  • dólar/euro

    1.0712
    -0.0003 (-0.03%)
     
  • Bono a 10 años

    4.2380
    -0.0100 (-0.24%)
     
  • Volatilidad

    12.84
    -0.49 (-3.68%)
     
  • dólar/libra

    1.2686
    -0.0000 (-0.00%)
     
  • yen/dólar

    159.8290
    +0.1950 (+0.12%)
     
  • Bitcoin USD

    61,953.26
    +619.45 (+1.01%)
     
  • CMC Crypto 200

    1,284.29
    +35.16 (+2.81%)
     
  • FTSE 100

    8,247.79
    -33.76 (-0.41%)
     
  • Nikkei 225

    39,750.50
    +577.35 (+1.47%)
     

Rodríguez Larreta despega, Cristina Kirchner aterriza y el FMI regula la torre de control

En Juntos por el Cambio se da la pelea de fondo. Rodríguez Larreta arrancó la semana política con una importante victoria en Santa Fe, que le recarga la batería de cara al tramo final de las PASO.

El triunfo obtenido sobre Carolina Losada por parte de Maximiliano Pullaro -radical enrolado en Evolución, línea liderada por Martín Lousteau- fue muy importante para el Jefe de Gobierno, auspiciante del vencedor.

Patricia Bullrich y Mauricio Macri se habían jugado decididamente por la senadora. Les tocó padecer el domingo a la noche, del mismo modo que les sucediera en San Juan y San Luis.

Juntos por el Cambio: la pelea de fondo en las PASO

Obviamente también el resultado representó una conmoción para el peronismo provincial y para las cuentas que proyecta Unión por la Patria con vistas al 13 de agosto próximo. La paliza recibida en tercer distrito electoral argentino duele en los huesos por el tamaño y por la contundencia. De lo sucedido el domingo se pueden extraer siete reflexiones:

PUBLICIDAD
  • El efecto Juez existe: en una elección intermedia puede rendir la presencia en los medios porteños para instalarse y hacer campaña en el propio territorio. Pero cuando se juega el poder territorial, la política es local. Caso testigo y probado de esto es la biografía de Luis Juez, quien instalado en los canales y diarios de Buenos Aires, obtuvo distintas responsabilidades en el Congreso pero fracasó tres veces en su búsqueda del sillón de gobernador.

  • Existen efectistas y efectivos: la política está plagada de aspirantes que "rinden" en entrevistas y mueven el tráfico en las redes con sus debates, pero que no siempre traccionan votos. A veces menos es más y los perfiles bajos y "caminadores" se llevan el premio.

Con Milei y Massa instalados
Con Milei y Massa instalados

Con Milei y Massa instalados para la primera vuelta en octubre, la definición clave estará en Juntos por el Cambio.

  • "Hay que dejar de hacer encuestas por dos años": resultan más convenientes los relevamientos de opiniones por pequeños grupos (focus) que los sondeos masivos. Hay voces difíciles de escuchar con instrumentos cuantitativos.

  • No hay que almorzarse la cena: la carrera termina cuando termina, nunca antes. Los microclimas exitistas alimentan más la soberbia que la confianza.

  • La gente no existe: al menos no como categoría sociológica. Es un concepto propio de editorialistas que se presentan como supuestos intérpretes de las personas de a pie. Puede rendir algún punto de rating, pero no sirve para estructurar una estrategia segmentada y quirúrgica del electorado.

  • La política es una profesión: no toda dirigencia es casta. Si así fuese, quienes dicen ingresar para renovar estarían encubriendo su intención de engrosar una corporación. El poder tiene sus reglas y exige habilidades específicas. La antigüedad no es garantía de éxito, pero la experiencia hace la diferencia. 

  • En esta PASO hay una concierto principal y los demás son teloneros: Juntos por el Cambio es la fuerza que define lo más significativo en esta primaria, pues Massa y Milei ya saben que estarán en la primera vuelta. De la definición de la puja entre Larreta y Bullrich depende todo lo que vendrá. 

En Unión por la Patria, la discusión es con el Fondo

Sergio Massa y Cristina Fernández se presentaron el lunes en un acto conmemorativo por los quince años de la estatización de Aerolíneas Argentinas en un simulador de vuelos de la compañía, posando como los pilotos de la nave oficial. Acto de campaña para capturar el voto propio con la clara conciencia que no se trata de una tarea sencilla.

Massa aprovecha el respaldo de la vice y
Massa aprovecha el respaldo de la vice y

Massa aprovecha el respaldo de la vice y se impulsa con la leve desaceleración de la inflación. El FMI es otra clave.

Cuatro años de peleas terminaron con el presidente Alberto Fernández de licencia con goce de sueldo y dos protagonistas llamados a quererse, al menos por los próximos meses.

El ministro de Economía confía en que la bendición y los elogios de CFK puedan ayudar a persuadir al núcleo duro del ex Frente de Todos de no dejarse seducir por el llamado de un Grabois que se les presenta como una respuesta a sus problemas de conciencia. Si el dirigente social capturara más atención que la originalmente prevista para un actor de reparto, el daño podría ser enorme.

Sin dudas, el hombre de Tigre no ignora que todo lo que se multiplica por kirchnerismo da kirchnerismo. Tampoco desconoce que eso complicará la búsqueda de voluntades después del 13 de agosto. Pero para alguien acostumbrado a vivir al día por su función en el Gobierno, el mes que viene es el largo plazo. Ya verá en su momento lo que hará. Por ahora es lo que se puede. Esta semana necesita como el agua el acuerdo con el Fondo.

Mil diatribas contra el organismo no alcanzan a ocultar que la precaria coyuntura que conduce depende en un todo del grado de flexibilidad que la gente de Kristalina Georgieva decida aplicarle a su principal deudor para hacer aterrizar la crisis. De allí que haya un discurso para el mercado interno y otro de exportación que llevan los funcionarios del Palacio de Hacienda cuando viajan a EEUU. Cualquier decisión que ayude a evitar mayor estrés será bienvenida y maquillada debidamente como un triunfo frente al ajuste y la herencia de Macri.

La vicepresidenta, mientras tanto, aprovecha la ocasión para hacer campaña por sus dos gobiernos. Como una auténtica y tardía versión local de Francis Fukuyama, para ella el fin de la historia argentina tiene fecha exacta: el 10 de diciembre de 2015. En ese momento se alcanzó, en su narrativa, el más alto grado de bienestar nacional y también el inicio de la decadencia. Para ella el próximo 10 de diciembre, con cualquier resultado, solo se presenta como un nuevo escalón descendente.