Cómo un saludo navideño adelantado vía SMS inauguró, hace 30 años, una nueva forma de comunicación

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Un 3 de diciembre de 1992 se envió el primer SMS. El texto: Merry Christmas (Feliz Navidad)
Un 3 de diciembre de 1992 se envió el primer SMS. El texto: Merry Christmas (Feliz Navidad) - Créditos: @Shutterstock

Un día como hoy, pero hace 30 años, un joven envió un mensaje de texto algo displicente (“Feliz Navidad”) y pasó a la historia. ¿No era un poco temprano ese 3 de diciembre de 1992 para andar saludando por las Fiestas? Está bien que unos días después había que armar el arbolito, pero: ¿no era mucho? Sí, y no. El motivo era claro: Richard Jarvis, la persona a la que estaba dirigido ese brevísimo mensaje, estaba en su oficina, celebrando con sus colegas una reunión de Navidad algo adelantada.

Era una buena ocasión porque Jarvis estaba con su teléfono celular cerca (un Orbitel 901, modelo “valija”, relativamente común en esa época). Y recibió el mensaje, y confirmó la recepción (y, suponemos, agradeció la salutación, aunque ese dato se ha perdido), pero lo hizo con otro teléfono. Con una llamada de voz. ¿Por qué llamó? Porque ese Orbitel 901 era el primer celular en la historia capaz de recibir mensajes de texto… pero no de enviarlos. De hecho, no había teléfonos móviles capaces de enviar un SMS simplemente porque no existía todavía el servicio: la telefónica Vodafone, en Inglaterra, lo estaba preparando.

Ese mensaje de texto fue, de hecho, el primero de la historia. El receptor: Richard Jarvis. El emisor: Neil Papworth, un joven ingeniero de 22 años que trabajaba en la firma francesa Sema, que tenía el contrato para desarrollar el sistema de SMS de Vodafone, y que quería probar que el sistema en el que había estado trabajando por meses realmente funcionaba. Así que: ¿para qué esperar? Mandó el mensaje y listo.

Pero Papworth no usó un celular: mandó el mensaje desde una PC. No tenía alternativa: recién en 1993 aparecieron los primeros celulares capaces de enviar y recibir mensajes de texto, que en ese entonces estaban limitados a una misma compañía; pasarían varios años para que, primero en Europa, se transformara en un estándar interoperable, es decir, que -como el correo electrónico- permitiera el envío de mensajes entre celulares de compañías diferentes. Pero ese era el futuro: el presente de ese diciembre de 1992 era que solo se podían recibir mensajes, enviados desde alguna clase de interfaz de computadora.

Un Orbitel 901
Un Orbitel 901 como el que recibió el primer SMS de la historia

Hoy el SMS nos parece algo en desuso, pero en ese entonces era algo inédito: ni siquiera existían los mensajeros instantáneos (el primero, el ICQ, nació en 1996; el MSN Messenger es de 1999), así que no estaba ni el concepto de la comunicación instantánea por texto, salvo para los que habían usado alguna vez una sala de chat de IRC (una catarata de mensajes similar a los comentarios de un streaming de Twitch o YouTube, pero solo de texto) o un beeper (también llamado pager), popular entre los médicos y luego ampliados a más sectores de la población (a propósito, el pager cumplió medio siglo de servicio en 2019).