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¿Nos acecha otro desastre hipotecario con las subidas de las tasas de interés?

La sombra de la crisis de las hipotecas subprime de 2008 que sacudió al mundo todavía está presente en la memoria económica. Foto: Getty Images.
La sombra de la crisis de las hipotecas subprime de 2008 que sacudió al mundo todavía está presente en la memoria económica. Foto: Getty Images. (Max Zolotukhin via Getty Images)

Los consumidores de EEUU llegan con 15.58 billones (trillions en inglés) de deuda a 2022, es decir, 1.4 billones más que en 2019, antes de la pandemia. Y este año, con la inflación disparada al 7.5%, se espera que la Reserva Federal suba las tasas de interés un mínimo de cinco veces. Pero 15 años después de la Gran Recesión y la crisis del crédito, ¿están preparados los estadounidenses para tasas más altas?

Las mismas cifras de la Reserva Federal de Nueva York que detallan la deuda de los consumidores permiten apostar que sí pese al fuerte crecimiento de los balances.

Con las estadísticas en la mano, los riesgos están de partida contenidos y la situación dista mucho de ser la de finales de la primera década del siglo.

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Para empezar, el 67% del total de nuevas hipotecas originadas en 2021 (por un valor de 1.03 billones de dólares) se han hecho a personas que tienen una puntuación de crédito por encima de 760, considerada como buena es decir, de bajo riesgo.

Solo el 2% de los préstamos para comprar una vivienda se hicieron a favor de acreedores subprime, un porcentaje que contrasta con el 12% registrado entre 2003 y 2007 y que estuvo en el epicentro del terremoto económico vivido entonces.

Además la subida de las tasas de interés no va a afectar a aquellos que financiaron o refinanciaron el año pasado con una tradicional tasa fija. Las hipotecas a tasas variables, que sí notarán el cambio en la política monetaria, rondan apenas el 4% del mercado total.

“Una de las cosas que ha hecho que los prestamistas sean más selectivos a la hora de conceder hipotecas o prestamos para comprar coches ha sido el bajo nivel de inventarios. Con menos casas y menos autos en el mercado las entidades ha sido más selectivas y elegido con más cuidado a sus acreedores”, explica Ted Rossman, analista de Bankrate. “Los estándares para la concesión de crédito han sido elevados”, afirma.

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Se espera que la Reserva Federal suba las tasas de interés al menos 5 veces durante 2022, lo que tendrá un impacto en el tipo de interés que se pagará en las nuevas hipotecas y en las de tipo variable. Foto: Getty Images.
Se espera que la Reserva Federal suba las tasas de interés al menos 5 veces durante 2022, lo que tendrá un impacto en el tipo de interés que se pagará en las nuevas hipotecas y en las de tipo variable. Foto: Getty Images. (porcorex via Getty Images)

La morosidad está contenida

El informe sobre deuda de la Reserva Federal de NY aclara que la morosidad es muy baja, en buena medida por las ayudas provistas por la legislación CARES Act en los momentos más complicados de la pandemia de la COVID y por los propios prestamistas.

En diciembre solo el 2.7% de la deuda pendiente de pago era morosa, dos puntos potenciales menos que en el último trimestre de 2019. Solo el 0.5% había pasado el punto de más de 90 días de morosidad, un porcentaje considerado históricamente bajo.

También está en un momento históricamente bajo la deuda en mano de empresas cobradoras y la cantidad media del balance que los cobradores reclaman.

Las tarjetas de crédito pueden ser el problema

Lo más problemático para los consumidores puede ser la gestión de sus balances en tarjetas de crédito donde ha habido más aprobaciones de líneas de crédito subprime y ya se hacen frente a tasas de interés que rondan el 16% y 18%. Las tasas son altas incluso en los casos en los que la calificación de crédito es elevada y el riesgo de impago mucho menor.

Es de esperar que la deuda no crezca en general al ritmo de 2021 cuando se suben las tasas de interés ya que el encarecimiento del dinero disuadirá a muchos consumidores acostumbrados a bajas tasas de interés. Es lo que quiere la Fed, que fluya menos dinero y que se rebaje el consumo para volver a una inflación menos punitiva que la actual para los consumidores, alrededor del 2%.

Rossman dice que gracias a la recuperación el mercado laboral y los aumentos de los salarios el ratio de deuda con respecto a los ingresos “es muy bajo y aunque parte de los ahorros de estos dos últimos años se están evaporando la subida de tasas se puede absorber”.

“En general creo que tanto los consumidores como la economía estarán bien aunque siempre habrá ganadores y perdedores en el ajuste de tasas”, dice este analista.

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