Un edificio icónico de Nueva York se convierte en la segunda foto más cara de la historia
Una impresión de 1904 de la icónica fotografía de Edward Steichen titulada The Flatiron se ha convertido en la segunda fotografía más cara de la historia después de que alguien pagase 11,8 millones de dólares (12,17 millones de euros) por ella. Un precio muy superior al estimado por la casa de subastas Christie's en Nueva York, encargada de su venta, según publica PetaPixel.
The Flatiron, 1904
Edward J. Steichen pic.twitter.com/W4vaGJe1ad— Scott (@Havenlust) September 26, 2022
La historia de la salida a subasta de The Flatiron están llena de curiosidades. Para empezar, porque era propiedad del cofundador de Microsoft, Paul Allen, y era solo una una de las 150 obras subastadas la pasada semana por Christie’s. En cuanto a la fotografía en sí, en el citado medio explican que se trata de una impresión de 1905, un año después de ser tomada, y que en un principio los responsables de la subasta habían calculado que se vendería por entre dos y tres millones de dólares.
Sin embargo, ya había voces expertas hace unas semanas, como recuerda PetaPixel, vaticinando que la rareza e importancia artística de la imagen podría romper récords. The Flatiron es una de las obras más conocidas de Steichen. La crítica siempre ha aplaudido su capacidad para igualar fotografía y pintura a niveles artísticos. Esta imagen la captó dos años después de que el Flatiron Building de Nueva York, uno de los edificios más icónicos de la ciudad junto con el Empire State Building, fuese terminado.
Actualmente solo ha tres copias de The Flatiron y las otras dos son parte de la colección del Museo Metropolitano. Aún así, no son copias exactas, ya que Steichen jugó con los materiales a la hora de generar las impresiones y cada una goza de un tono diferente. La subastada ahora y considerada la segunda más cara vendida la adquirió Paul Allen en los noventa. Hasta entonces había sido propiedad de la familia del fotógrafo.
La fotografía más cara sigue siendo Le Violon d'Ingres de Man Ray, vendida el pasado mes de mayo por 12,4 millones de dólares (12,8 millones de euros).
El Flatiron, de planta triangular, se llamaba inicialmente Edificio Fuller, pero con el tiempo y dada su singular forma (como la de una plancha) acabó llamándose como todo el mundo lo conoce ahora. En su día llamó la atención la rapidez con la que fueron levantados sus 22 pisos y casi 87 metros de altura. Durante un tiempo fue de los rascacielos más altos de la ciudad.
Situado en el número 175 de la no menos icónica Quinta Avenida de Nueva York, el Flatiron diseñado por Daniel Burnham y Frederick Dinkelberg puso su última losa en junio de 1902. Dos años después Steichen lo captaba en toda su inmensidad y belleza.
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