Anuncios
U.S. markets close in 4 hours 54 minutes
  • S&P 500

    5,104.65
    +56.23 (+1.11%)
     
  • Dow Jones

    38,202.80
    +117.00 (+0.31%)
     
  • Nasdaq

    15,946.73
    +334.97 (+2.15%)
     
  • Russell 2000

    1,997.34
    +16.22 (+0.82%)
     
  • Petróleo

    83.63
    +0.06 (+0.07%)
     
  • Oro

    2,344.80
    +2.30 (+0.10%)
     
  • Plata

    27.25
    -0.10 (-0.38%)
     
  • dólar/euro

    1.0686
    -0.0047 (-0.44%)
     
  • Bono a 10 años

    4.6590
    -0.0470 (-1.00%)
     
  • dólar/libra

    1.2465
    -0.0046 (-0.37%)
     
  • yen/dólar

    157.2440
    +1.6640 (+1.07%)
     
  • Bitcoin USD

    63,906.15
    +510.46 (+0.81%)
     
  • CMC Crypto 200

    1,331.68
    -64.86 (-4.65%)
     
  • FTSE 100

    8,137.38
    +58.52 (+0.72%)
     
  • Nikkei 225

    37,934.76
    +306.28 (+0.81%)
     

Si quieres tener el estilo de Meghan… empieza por vestir de forma ecológica

Desde hace ya un buen tiempo, activistas y medios de prensa han venido llamando la atención sobre cómo, junto a la industria del petróleo, el gran negocio del calzado y los textiles lleva muchos años siendo uno de los sectores más contaminantes de la economía mundial.

Seguramente a partir del auge de las campañas de concientización, no pocas marcas han optado por introducir en el negocio materiales ecológicos o sostenibles, y con ello han hecho también publicidad.

Es decir, que en el cuidado de los recursos naturales y la preservación del planeta han centrado sus políticas de marketing.

Meghan Markle, junto al principie Harry, en su viaje oficial por Australia, vistió unas zapatillas de la marca Veja, hechas con material reciclado. Foto: Getty Images.
Meghan Markle, junto al principie Harry, en su viaje oficial por Australia, vistió unas zapatillas de la marca Veja, hechas con material reciclado. También se la vio vistiendo modelos de la marca ecológica Reformation. Foto: Getty Images.

Una de estas compañías, según un reporte de Bloomberg, es J. Crew Group, que presentó hace unos meses su “Eco Jean”, una selección de mezclilla que supuestamente está elaborada a partir de “algodón orgánico italiano teñido de forma sostenible”.

PUBLICIDAD

Otro caso es el de Levi Strauss, que hizo público su propósito de eliminar ciertos productos químicos de su proceso de fabricación de jeans, además de reducir sustancialmente los desperdicios textiles que genera su producción.

Del otro lardo del Atlántico, la cadena sueca de moda rápida Hennes & Mauritz, conocida por todos como H&M, así como el minorista británico Marks & Spencer y el grupo de lujo Kering, se han volcado hacia una filosofía del cuidado medioambiental.

Entre sus medidas está el lanzamiento de 3.000 telas elaboradas con material sostenibles por parte de Kering, y el reciclaje de más de 30 millones de prendas a lo largo de una década por parte de las tiendas M&S.

Todo ello, como anticipábamos, se ha incorporado a sus campañas publicitarias.

El fast fashion y el consumismo

Y claro que estas inquietudes relativamente recientes de la industria textil, y de la de la moda, merecen un fuerte aplauso, sobre todo cuando tenemos en cuenta que tan solo el año pasado el planeta consumió casi dos veces lo que había hecho en 2003.

El incremento del poder adquisitivo de los consumidores en países considerados como economías emergentes, así como la pegada que ha tenido la moda rápida, ha hecho que no pocos consumidores renueven de forma más rápida las prendas que tienen en sus armarios.

En nuestros tiempos, y esta es una realidad de hoy, nos cansamos mucho más rápidamente de lo que tenemos, para luego tirarlo y adquirir muchas más cosas nuevas.

De ahí que la experta en sustentabilidad en McKinsey & Co, Helga Vanthournout, llame la atención del esfuerzo que conlleva incluso reciclar la poca vestimenta que seleccionamos para ser tirada, simplemente por una razón técnica: se hace imposible reciclar tejidos mezclados que combinen el algodón y el poliéster.

Cambio en las nuevas generaciones

Sin embargo, llama la atención cómo las nuevas generaciones están empezando más a preocuparse por adquirir productos sustentables, por lo que las marcas también han empezado a tomar nota del asunto, por temor a perder parte de su valiosa clientela.

“No hay duda, a los millenials les importa más que a los “baby boomers”, y a la generación Z le importa más que a los millenials”, aseguró para Bloomberg, Chip Bergh, alto ejecutivo de Levi Strauss.

Según la empresa de investigación de datos y opinión YouGov, es probable que a los consumidores más jóvenes les agrade que las sepan definir su posicionamiento con respecto a la ecología y al cuidado del planeta.

Y en muchos casos, las decisiones de esa generación en relación con la moda hacen titulares. Tal es el caso de la flamante Duquesa de Sussex, Meghan Markle, quien usa zapatillas deportivas Veja, con suela de botellas reciclables. También es fan de la marca Stella McCartney, que ha convertido la sustentabilidad en su lema.

Otra de las favoritas de las jóvenes milleanials es Reformation, que usa telas sostenibles, como los materiales antiguos rescatados y la ropa vintage reutilizada.

La fabricación de los jeans es una de las más contaminantes dentro del sector de la moda. Foto: <span>Getty Images/iStockphoto</span>
La fabricación de los jeans es una de las más contaminantes dentro del sector de la moda. Foto: Getty Images/iStockphoto

El interés no para de crecer

De acuerdo con la firma de investigación de datos de moda Edited, en los últimos tres años se ha incrementado la compra online de prendas en cuyas etiquetas aparecen términos vinculados a la sostenibilidad. Ello a partir del análisis de las ventas de más de 52.000 marcas de ropa.

Por ejemplo, a pesar de sus esfuerzos en años anteriores, no ha sido hasta el año 2010 que una marca como H&M empezó a constatar de verdad que sus productos sostenibles, como vestidos hechos a partir de redes de pesca y otros desechos de nylon, empezaban a venderse en volúmenes de peso.

También está Community Clothing, una compañía fundada por el diseñador británico Patrick Grant, que ofrece artículos elaborados en fábricas locales, lo que deja a un lado los gastos de transportación desde otros países, manteniendo altos estándares ambientales y sociales.

Podemos ser optimistas sobre la importancia que está cobrando la conciencia ecológica y la sostenibilidad en las decisiones de compra de vestuario de los consumidores.

Tan solo por estas razones, productores y minoristas deberían reaccionar a tiempo y enfocar su labor en esa dirección, porque siempre se puede cuidar al planeta y alcanzar buenas cifras comerciales.