El temor a la tecnología se nota en las manifestaciones

En este artículo:

Miembros del sindicato United Auto Workers (UAW) aplauden a los autos que les tocan el claxon al pasar, frente a la planta de Ford en Wayne, Míchigan, el 15 de septiembre de 2023. (Brittany Greeson/The New York Times)
Miembros del sindicato United Auto Workers (UAW) aplauden a los autos que les tocan el claxon al pasar, frente a la planta de Ford en Wayne, Míchigan, el 15 de septiembre de 2023. (Brittany Greeson/The New York Times)

La huelga de United Automobile Workers (UAW), el sindicato que representa a los trabajadores del sector automotor, se está planteando como posiblemente el más costoso de los paros del “verano de las huelgas”.

Los sindicatos no solo luchan por un aumento salarial que supere la inflación. También luchan por la seguridad laboral en un momento en que los trabajadores temen cada vez más que el cambio a las nuevas tecnologías, incluyendo los vehículos eléctricos y la inteligencia artificial, amenace sus puestos de trabajo, y los propios directores tecnológicos afirman que ese panorama sombrío es inevitable.

Este mes, los líderes sindicales participaron en un foro sobre IA organizado en Washington por el senador demócrata Chuck Schumer, líder de la mayoría, al que asistieron líderes tecnológicos como Elon Musk, Satya Nadella de Microsoft y Jensen Huang de Nvidia. La presencia de los representantes sindicales puso de manifiesto su creciente influencia en los debates sobre esta tecnología.

Se nota la preocupación por las tecnologías disruptivas en las manifestaciones. El Sindicato de Guionistas de Estados Unidos y la Federación de Actores de Televisión y Radio de Estados Unidos (SAG-AFTRA, por su sigla en inglés) temen que los estudios adopten herramientas de inteligencia artificial para generar guiones o copiar las interpretaciones de los actores. Fran Drescher, presidenta del SAG-AFTRA, advirtió en julio: “Si no nos ponemos firmes ahora, todos vamos a tener problemas. Todos vamos a estar en peligro de ser sustituidos por máquinas”.

Al UAW, por su parte, le preocupa que el cambio de la industria a los vehículos eléctricos requiera menos trabajadores y que muchos de los empleos necesarios se encuentren en las fábricas de baterías, la mayoría de las cuales no están sindicalizadas.

Dar voz a los trabajadores en el uso de la tecnología ha adquirido una nueva urgencia, afirmó Thomas Kochan, profesor emérito de la Escuela de Administración y Dirección de Empresas Sloan del Instituto Tecnológico de Massachusetts, quien lleva estudiando el futuro del trabajo desde la década de 1980: “La IA generativa, en particular, acaba de irrumpir en escena de una manera que va a convertir esto en una de las cuestiones laborales más controvertidas y más importantes de nuestra época”.

El tiempo apremia. Es estratégico que los sindicatos participen desde el principio. De lo contrario, las empresas pueden decir: “Ya estamos utilizando la tecnología; no nos interesan mucho sus ideas sobre cómo podríamos utilizarla mejor”, aseguró Adam Seth Litwin, profesor adjunto de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad Cornell.