Yahoo Finanzas Una cárcel VIP vigilada con Inteligencia Artificial a prueba de fugas
Las historias de guardias que se dejan sobornar, los intercambios de narcóticos, asesinatos, motines y demás crímenes que se cometen dentro de las prisiones serán cosa del pasado con la entrada en operación en China de un nuevo sistema de Inteligencia Artificial (IA) que promete controlar las cárceles en el futuro.
El sistema ya se instaló después de meses de construcción intensiva en las 40 hectáreas de la “prisión de lujo” de Yancheng, ubicada en la provincia de Hebei, en los suburbios de Pekín.
La cárcel de Yancheng es famosa por albergar a varios de los “tigres” o altos funcionarios que han caído en desgracia durante el combate a la corrupción liderado por el presidente chino, Xi Jinping, en su campaña de cazar los “tigres” y aplastar las “moscas”.
Hasta hace no mucho, esta prisión, que también alberga algunos extranjeros, era un centro de detención modelo en toda China y varios diplomáticos la han visitado para verificar las condiciones de los internos, unos 1.600 en total.
Sin embargo, a finales 2018 la administración de la cárcel estuvo bajo un fuerte escrutinio por fallas relacionadas con el “manejo político” y advirtió que algunos guardias estaban cometiendo “violaciones frecuentes de las reglas”, según publicó el diario oficial chino Global Times.
Esa advertencia dejó en entredicho la ética de los guardias humanos y desde entonces se inició la construcción de una red de inteligencia artificial en la cárcel, qué a diferencia de los humanos, trata a todos los reclusos de acuerdo a los parámetros establecidos por la dirigencia del Partido Comunista de China.
Cómo funciona
Una extensa red de cámaras y sensores ocultos fue instalada para monitorear todos los movimientos de los reclusos y avisar sobre cualquier cosa que considere irregular o preocupante.
Esa red recopila y transmite todos los datos a una supercomputadora que cuenta con tecnología de IA programada para reconocer, rastrear y monitorear a todos los presos durante todo el día, sin parpadear.
Al final del día, el sistema genera un reporte completo de cada uno de los internos, en el que incluye un análisis de su comportamiento usando diferentes funciones de Inteligencia Artificial, como la identificación facial, análisis de movimiento e incluso por cambios en su manera de caminar.
Los reportes se archivan pero en caso de encontrar alguna anomalía, esta se reporta a la administración para tomar los correctivos apropiados.
El representante del proyecto, Meng Qingbiao aseguró que, por ejemplo, “si un recluso ha sido visto caminando de un lado a otro en una habitación, el sistema puede considerar ese fenómeno como sospechoso y sugerir controles de cerca con un guardia humano”.
Ese comportamiento podría sugerir que el prisionero está ansioso, emocionado o puede comportarse de manera inesperada, explicó al diario South China Morning Post (SCMP) de Hong Kong.
Tecnología desarrollada en China
El sistema de IA fue desarrollado por varias instituciones públicas chinas, que trabajaron en conjunto con varios centros de investigación, entre ellas la Universidad de Tianjin y Tiandy, una de las compañía de tecnologías de vigilancia más grandes del mundo y para la cual trabaja Meng.
Él señaló que gracias a estos nuevos equipos, el sistema puede determinar en qué lugar esta cada uno de los reclusos en particular, qué está haciendo en todo momento sin importar el tamaño de la población carcelaria en la prisión y sin necesidad de que un guardia este pendiente de los monitores.
Meng aseguró que esto se debe a que cuenta con una tecnología avanzada de reconocimiento facial que es capaz de gestionar una gran cantidad cámaras de vigilancia de personas al mismo tiempo.
“La tecnología de vanguardia permite a cada cámara rastrear hasta 200 caras al mismo tiempo”, dijo y agregó que los prisioneros se podrán mezclar entre la multitud en un pasillo abarrotado de personas, en una sesión de ejercicios o incluso en una pelea masiva, pero el sistema estará vigilando cada paso y movimiento que den.
Incluso si son capaces de sobornar a los guardias de la cárcel para ayudarlos a escapar, el sistema de IA lo detectaría y activaría la alarma. “Las fugas de la prisión serán cosas del pasado”, vaticino.
Aplicación en Sudamérica
Asimismo, Meng dijo al SCMP que la compañía Tiandy está en conversaciones con algunos países sudamericanos para introducir esta tecnología en las cárceles que tienen historial de violencia y fugas que comprometen la seguridad, sin precisar qué naciones exactamente están negociando para adquirir este sistema.
A pesar de todos los puntos positivos que puede generar esta nueva tecnología para las administraciones carcelarias, plantea algunas cuestiones éticas debido a que puede vulnerar la dignidad de los prisioneros.
Zhang Xuemin, un profesor de fisiología en la Universidad Normal de Beijing que ha estudiado el comportamiento humano en ambientes extremos, aseguró que las cámaras y la IA “definitivamente afectarán” las vidas de los prisioneros y su estado mental.
El experto argumentó que supervisar a los humanos con máquinas puede ser contraproducente, y algunos de los presos más listos pueden encontrar las vulnerabilidades del sistema de IA y explotar esas debilidades para sus propósitos.
“La tecnología no debe reemplazar a los humanos”, dijo al SCMP.
Pero Ding Zhenyang, profesor de ingeniería eléctrica de la Universidad de Tianjin que participó en el proyecto, descartó esa posibilidad asegurando que si alguien remotamente lograba engañar a la cámara, no podrá salir de prisión debido a que el sistema esta conectado a una red de sensores capaces de detectar cualquier movimiento.
“Se puede engañar a la cámara. Se puede engañar al sensor, pero no se puede engañar a los dos al mismo tiempo”, subrayó al mismo diario de Hong Kong.
A pesar de que este sistema de IA en Yancheng se destaca por tener una tecnología muy avanzada de reconocimiento facial, no es el único que ha apelado a la IA para controlar las prisiones, el Reino Unido y Singapur también han realizado experimentos con estos vigilantes que están en cada esquina, no duermen, no comen y no parpadean.
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