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Para Zuckerberg, el ‘siguiente capítulo’ de Meta es WhatsApp

El impulso de WhatsApp es un recordatorio de que Meta sigue siendo en el fondo un negocio impulsado por su familia de aplicaciones sociales (Cem Genco/Anadolu Agency vía Getty Images)
El impulso de WhatsApp es un recordatorio de que Meta sigue siendo en el fondo un negocio impulsado por su familia de aplicaciones sociales (Cem Genco/Anadolu Agency vía Getty Images) (Anadolu Agency via Getty Images)

SAN FRANCISCO — Cuando Facebook compró WhatsApp por 19,000 millones de dólares hace casi una década, Mark Zuckerberg hizo una promesa: el director ejecutivo de Facebook aseguró que no se inmiscuiría demasiado en la aplicación de mensajería para no arruinar un buen proyecto.

Zuckerberg se ciñó a esa filosofía mientras WhatsApp acumulaba más de 2,000 millones de usuarios en todo el mundo... hasta 2019, cuando empezó a explotar el potencial de crecimiento y negocio de la aplicación.

Ahora, WhatsApp se ha vuelto cada vez más crucial para Meta, la empresa propietaria de Facebook, Instagram y otras aplicaciones. Más de la mitad de los estadounidenses cuya edad oscila entre los 18 y los 35 años que tienen celular han instalado WhatsApp, según estudios de la compañía, por lo que es uno de los servicios de Meta que más crece en su mercado más maduro.

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Los anuncios en Facebook e Instagram que llevan a los usuarios a WhatsApp y a su servicio de mensajería hermano, Messenger, también están creciendo con tanta velocidad que podrían alcanzar los 10,000 millones de dólares en ingresos este año, según dijo hace poco la empresa.

“Si estás imaginando lo que será la plataforma social privada del futuro, empezando desde cero, creo que básicamente se parecería a WhatsApp”, sugirió Zuckerberg, de 39 años, en una entrevista reciente.

El impulso de WhatsApp es un recordatorio de que Meta sigue siendo en el fondo un negocio impulsado por su familia de aplicaciones sociales. Aunque Zuckerberg ha gastado miles de millones de dólares en los últimos años en su visión de futuro del mundo digital inmersivo del metaverso y en inteligencia artificial, aplicaciones como WhatsApp están aportando nuevos usuarios e ingresos. Eso la convierte en una de las claves del futuro de su empresa, pues permite a Meta explorar productos costosos, experimentales y no probados.

WhatsApp también se ha convertido en la columna vertebral del negocio de Meta en lo que Zuckerberg ha declarado “un año de eficiencia”. Después de que la incertidumbre económica mundial provocara el año pasado una caída de la publicidad, Meta recortó casi un tercio de su plantilla. Sigue dependiendo de sus aplicaciones principales para lograr un crecimiento constante de las ventas y atraer a Wall Street.

La piedra angular

En la entrevista, Zuckerberg situó a WhatsApp como el “próximo capítulo” de su empresa. La aplicación de mensajería podría convertirse en la piedra angular de la mensajería empresarial, afirmó, así como en la principal aplicación de conversación.

Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, intenta realizar una demostración en vivo durante la conferencia Meta Connect en la sede de la empresa en Menlo Park, California, el 27 de septiembre de 2023. (Loren Elliott/The New York Times)
Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, intenta realizar una demostración en vivo durante la conferencia Meta Connect en la sede de la empresa en Menlo Park, California, el 27 de septiembre de 2023. (Loren Elliott/The New York Times)

“Ahora que todo el mundo tiene un teléfono móvil y se pasa el día produciendo contenidos y enviando mensajes, creo que se puede hacer algo mucho mejor y más íntimo que un simple canal de todos tus amigos”, adelantó.

Hace una década, WhatsApp era una aplicación diferente, por diseño. Jan Koum y Brian Acton, dos ingenieros que habían trabajado juntos en Yahoo, crearon WhatsApp como una forma rápida, gratuita y segura de intercambiar mensajes con amigos y familiares.

Y lo más importante, WhatsApp utilizaba una conexión de datos en lugar de los mensajes SMS de las operadoras de telefonía móvil, que a menudo cuestan dinero. El servicio tampoco almacenaba los mensajes de la gente en sus servidores. Y no tenía algunas de las características que sí tienen otras aplicaciones, como iMessage, lo que le permitía funcionar rápida y fácilmente incluso con conexiones de datos lentas.

WhatsApp despegó rápidamente, con cientos de millones de personas en todo el mundo que la descargaron en pocos años. Esto llamó la atención de Zuckerberg, que se hizo con WhatsApp en 2014 luego de que dicha empresa recibiera propuestas de Google y de la empresa china de internet Tencent, según dos personas familiarizadas con el asunto.

En un principio, Zuckerberg dejó la mayoría de las decisiones sobre WhatsApp en manos de sus fundadores, que se habían quedado tras la compra de la aplicación por Facebook. Koum y Acton se opusieron a hablar de ganar dinero y publicidad y dieron prioridad a la seguridad en el servicio de mensajería. En abril de 2016, WhatsApp puso en marcha el cifrado de extremo a extremo, que impide que los mensajes sean interceptados o vistos por personas ajenas a la conversación.

Un gran negocio

“Parecía que Facebook se estaba guardando WhatsApp en el bolsillo durante mucho tiempo, como una especie de ‘campo verde’ para la monetización”, dijo Eric Seufert, un analista independiente de móviles que sigue a Meta. “Casi ha sido más valioso para ellos como esta cantidad desconocida, donde a menudo decían: ‘¿Quién sabe lo grande que podría ser el negocio?’”.

Ahora WhatsApp se ha vuelto cada vez más crucial para Meta, la empresa propietaria de Facebook, Instagram y otras aplicaciones. (Getty)
Ahora WhatsApp se ha vuelto cada vez más crucial para Meta, la empresa propietaria de Facebook, Instagram y otras aplicaciones. (Getty) (Chesnot via Getty Images)

Pero en 2019, Zuckerberg se afanaba por afirmar un mayor control sobre las aplicaciones de su compañía, uniéndolas para que compartieran datos y tecnología. Eso provocó la salida de los fundadores de WhatsApp y otros empleados. Acton se unió a una empresa rival, Signal; Koum se dedica ahora a la filantropía y a comprar Porsches de gama alta con sistemas de refrigeración por aire. Algunos exejecutivos de WhatsApp acusaron más tarde a Zuckerberg de incumplir las promesas que había hecho sobre privacidad cuando compró la empresa.

Desde entonces, Zuckerberg ha convertido WhatsApp en un servicio de mensajería y una empresa más completos. WhatsApp ha añadido funciones que van desde las simples reacciones con emoticonos y el reenvío de mensajes hasta la desaparición de mensajes y la compatibilidad de la aplicación con otros dispositivos, como computadoras de escritorio Mac y Windows.

Comienza a también ser popular en EEUU

Durante la mayor parte de su vida, WhatsApp había sido más popular entre los usuarios fuera de Estados Unidos. Pero con las nuevas funciones, más estadounidenses empezaron a probarla. En Estados Unidos, ha crecido más rápidamente entre los jóvenes de Miami, Nueva York, Los Ángeles y Seattle, según los estudios de la empresa. Una función similar a Snapchat que permite a los usuarios publicar actualizaciones temporales de texto, foto y video, llamada Status, se ha convertido en el producto de historias más utilizado del mundo, según Meta.

WhatsApp también empezó a ofrecer herramientas de pago y aplicaciones personalizadas a las empresas que querían utilizar la plataforma para comunicarse con los consumidores. Chevrolet, Lenovo, Samsung y L’Oreal utilizan ahora algunas de esas herramientas y WhatsApp ha forjado alianzas comerciales y publicitarias en América Latina e India con empresas como Amazon y Uber.

En 2017, WhatsApp introdujo la publicidad clic para enviar mensaje, un formato de anuncio que las empresas pueden comprar para colocar dentro de un canal de Facebook. Cuando los usuarios hacen clic en el anuncio en Facebook, se les vincula a la cuenta de WhatsApp de una marca, donde pueden hablar con los representantes de atención al cliente o realizar una acción como reservar un vuelo o comprar productos. Según la empresa, estos anuncios se han convertido en el formato publicitario de mayor crecimiento de Meta.

Con todo, WhatsApp se enfrenta a competidores y obstáculos normativos. Su mayor rival es iMessage, la aplicación de mensajería nativa de Apple, que viene instalada en todos los iPhone y las Mac. También tiene que lidiar con advenedizos más pequeños pero muy queridos, como Signal y Telegram, que es especialmente popular en Europa.

En Europa, WhatsApp podría verse obligada a integrarse con servicios de mensajería de la competencia como parte de los requisitos de una nueva ley, la Ley de Mercados Digitales, según Seufert. La empresa ha señalado que ha comenzado el difícil trabajo técnico de asegurarse de que los usuarios de WhatsApp puedan enviar mensajes a aplicaciones rivales en la región.

Algunos reguladores también han presionado contra el cifrado, una característica clave de WhatsApp y iMessage, al decir que hace más difícil para las autoridades vigilar o atrapar a los delincuentes.

Will Cathcart, director de WhatsApp, ha defendido los controles de privacidad de WhatsApp y ha dicho que luchará “con uñas y dientes” contra cualquier país que quiera debilitar su cifrado.

Will Cathcart, director de WhatsApp, en su lugar de trabajo en Los Ángeles, el 28 de septiembre de 2023. (Alex Welsh/The New York Times)
Will Cathcart, director de WhatsApp, en su lugar de trabajo en Los Ángeles, el 28 de septiembre de 2023. (Alex Welsh/The New York Times)

c.2023 The New York Times Company

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