Un gato podría poner en peligro tu embarazo
El Toxoplasma gondii es un parásito que se transmite a las personas de maneras diversas. Sus principales reservorios u hospedadores son los gatos, los únicos animales que por medio de sus heces fecales, desechan huevos inmaduros (oocitos) de este parásito, los cuales permanecen en el suelo húmedo (como la tierra) con grandes probabilidades de vivir a pesar de transcurrir algunos meses. Si estos oocitos llegan a ser ingeridos por el ser humano, dan origen a taquizoitos que son los que se diseminan en el cuerpo a través de la circulación sanguínea, para luego permanecer en diferentes tejidos del organismo como el cerebro, corazón y pulmones. El cuerpo afectado va creando inmunidad, es decir, se fortalecen las defensas para evitar una afectación mayor y ocasionando que quistes del parásito (conocidos como bradizoitos) permanezcan presentes de forma inactiva en nuestra anatomía durante toda la vida. Sin embargo se pueden reactivar en casos de inmunodepresión (baja de defensas).
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Además de los gatos existen otros animales que albergan bradizoitos en sus músculos y cerebro, como los roedores, los cerdos, vacas, ovejas, cabras, aves de corral y pájaros. Si los humanos se alimentan de esta carne cruda infectada, o sin estar lo suficiente cocinada, los bradizoitos se transforman en la forma activa (taquizoitos) y comienzan la invasión en el cuerpo de quien los ingirió.
Por lo general, la etapa aguda de las infecciones suele no tener síntomas, sin embargo pueden aparecer molestias parecidas a un cuadro gripal.
Grupos de riesgo
Existen grupos de riesgo que pueden presentar sintomatología importante, las personas más susceptibles a estas infecciones son:
Personas inmunodeprimidas (VIH, Leucemia, pacientes con trasplante de órganos)
Mujeres embarazadas
Fetos y bebés recién nacidos
En las personas con inmunosupresión, la infección puede dar lugar a encefalitis (irritación e inflamación del cerebro), miocarditis (inflamación del músculo cardiaco), neumonitis (inflamación alrededor de los alveolos pulmonares).
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Es muy poco probable que se vean afectados los fetos de las mujeres con buen estado inmunológico que pudieran llegar a infectarse previo a su embarazo; aunque si adquieren el parásito al principio de la gestación, la placenta quedará en situación vulnerable y, por lo tanto, el hijo también, hasta el momento en que los mecanismos inmunológicos de la madre hagan frente a la enfermedad. En caso de que el sistema inmunológico de la madre no actuara adecuadamente, la enfermedad puede ocasionar lo siguiente dependiendo el trimestre de la gestación:
1er trimestre. La muerte del feto y abortos espontáneos
2º trimestre. Malformaciones en el bebé
3er trimestre. Afectaciones en el bebé como hidrocefalia (acumulación de líquido en el cerebro), microcefalia (circunferencia pequeña de la cabeza), calcificaciones en cerebro, convulsiones, retraso mental, sordera, miocarditis, neumonitis entre otros.
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Cómo prevenir esta enfermedad
Cociendo o o asando lo suficiente la carne que pensemos comer.
Lavando las verduras y frutas antes de comerlas.
Las mujeres embarazadas deben realizar un adecuado lavado de manos antes de comer y siempre que hayan tenido contacto con carne cruda, gatos o sus heces o con el suelo.
Como tratamiento se utilizan diferentes esquemas según la severidad de los síntomas, la edad del paciente y en el embarazo. Recuerda plantear a tu médico cualquier duda sobre el padecimiento.
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Dr. Omar Luja es Médico Cirujano y Homeópata. Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía. I.P.N. Cédula 7719134.