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Las automotrices luchan por controlar la tecnología de baterías: que sean más baratas y que carguen más rápido

Baterías y aparatos de prueba en el Centro de Fabricación de Baterías Oak Ridge, en Knoxville, Tennessee, el 15 de febrero de 2022. (Kendrick Brinson/The New York Times)
Baterías y aparatos de prueba en el Centro de Fabricación de Baterías Oak Ridge, en Knoxville, Tennessee, el 15 de febrero de 2022. (Kendrick Brinson/The New York Times)

WOBURN, Massachusetts — Aunque de por sí están muy por detrás de los fabricantes asiáticos en la producción de baterías para autos eléctricos, las automotrices estadounidenses y sus proveedores se están apresurando para desarrollar una nueva generación de baterías que sean más baratas, puedan almacenar más energía y se carguen más rápido.

Es una competencia mundial con enormes consecuencias económicas para las automotrices, las pequeñas empresas emergentes de baterías y los compradores de autos, quienes en unos pocos años, cuando desvanezca la era de los motores de combustión, elegirán entre una gran variedad de autos eléctricos que usan distintos tipos de baterías.

La composición química de las baterías —un tema técnico que era el campo de los ingenieros— se ha vuelto uno de los temas de discusión más de moda en las salas de juntas corporativas de General Motors, Toyota, Ford Motor y Volkswagen, así como en la Casa Blanca.

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Con el apoyo económico y tecnológico del gobierno, estas empresas gigantescas están recibiendo con los brazos abiertos a las empresas emergentes que trabajan para rehacer la batería a fin de no quedar rezagadas a causa de la revolución industrial que desató el auto eléctrico.

La capacidad de las automotrices para dominar la tecnología de las baterías podría ayudar a determinar cuáles prosperarán y cuáles se verán rebasadas por Tesla y otras empresas de autos eléctricos.

Nuevo valor

Las baterías ayudarán a determinar el precio de los autos nuevos y podrían convertirse en lo que defina a los vehículos. Al igual que los megapíxeles en las cámaras o las velocidades de procesamiento de los chips de computadora con los que alguna vez se obsesionaron los consumidores, las características de las baterías serán la vara con la que se juzgarán y comprarán los autos, las camionetas y los camiones.

“La batería en los vehículos eléctricos será el nuevo valor para hacer una diferenciación de aquí en adelante”, opinó Hau Thai-Tang, director de operaciones y de plataforma de productos en Ford. “Por eso estamos haciendo un enorme esfuerzo”.

Por supuesto, las baterías también desempeñarán un papel central en la lucha contra el cambio climático pues ayudarán a que los autos, las camionetas, los camiones y el sector energético se alejen del petróleo, el carbón y el gas natural.

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Las automotrices están tomando un curso intensivo de química de baterías porque la demanda por los autos eléctricos está despegando. Las empresas deben descubrir cómo hacer baterías más baratas y mejores. En la actualidad, las baterías pueden representar entre una cuarta y una tercera parte del costo de los autos eléctricos. Además, unas pocas empresas asiáticas son las encargadas de fabricar la mayoría de esas baterías.

Incluso Tesla, el productor dominante de autos eléctricos, depende de los proveedores asiáticos y busca realizar más manufactura internamente.

Este mes, el presidente Joe Biden alentó a las empresas a trasladar a Estados Unidos una mayor porción de la cadena de suministro de las baterías. La invasión de Rusia a Ucrania enfatizó la importancia estratégica de esos esfuerzos. Volkswagen se vio forzada a cerrar de manera temporal su principal fábrica de vehículos eléctricos en Alemania después de que la guerra interrumpió el suministro de partes hechas al oeste de Ucrania.

Ilias Belharouak, quien dirige el Centro de Fabricación de Baterías Oak Ridge, con un electrodo, en Knoxville, Tennessee, el 15 de febrero de 2022. (Kendrick Brinson/The New York Times)
Ilias Belharouak, quien dirige el Centro de Fabricación de Baterías Oak Ridge, con un electrodo, en Knoxville, Tennessee, el 15 de febrero de 2022. (Kendrick Brinson/The New York Times)

Los gigantes del automóvil como Stellantis, empresa que posee a Ram y Jeep, están prodigando a empresas emergentes como Factorial Energy, la cual tiene menos de 100 empleados en un parque de oficinas en Woburn, cerca de Boston.

Los ejecutivos de Factorial, quienes han dejado de regresarles las llamadas a las automotrices que les ofrecen costales de dinero, están desarrollando una batería que puede cargar más rápido, almacenar más energía y ser menos propensa a sobrecalentarse que las baterías actuales.

“El dinero puede ir y venir”, opinó Siyu Huang, cofundadora de Factorial, quien comenzó a experimentar con la tecnología de las baterías cuando era estudiante de posgrado en la Universidad Cornell. “Queremos producir la batería más segura y cambiar la forma de vivir de la gente”.

Baterías más baratas y más duraderas

El cambio más inmediato a la vista está en la fabricación de los bloques de baterías.

La mayoría de las baterías de iones de litio en los autos eléctricos depende del níquel, el manganeso y el cobalto. Sin embargo, algunas automotrices, entre ellas Tesla y Ford, están tomando medidas para usar baterías que dependan del litio-ferrofosfato, un material popular en China, en al menos algunos vehículos.

Estas baterías LFP, como se les conoce, no pueden almacenar tanta energía por kilogramo, pero son mucho menos caras y tienen una vida más larga.

Tesla planea ofrecer baterías LFP en vehículos eléctricos de menor precio y distancia por carga. Ford planea usarlas en algunas de las camionetas que vende en su marca Ion Boost Pro para dueños de flotillas.

(VIDEO) ¿Cuándo los autos eléctricos reflejarán los precios de los autos a gasolina?

“Podrían servir para realizar entregas, para plomeros, electricistas, paisajistas que trabajen en una zona geográfica fija”, comentó Thai-Tang, el ejecutivo de Ford.

Ford está haciendo equipo con SK Innovation de Corea del Sur para fabricar estas baterías, pero espera llevar una gran parte de esa manufactura a Estados Unidos, mencionó Thai-Tang. “Así se reducirán algunos de los problemas geopolíticos y de costos de logística”.

Nuevos diseños e ingredientes

La nueva “pick-up” eléctrica F-150 de Ford, la cual no ha salido a la venta, pero ya tiene 200.000 unidades apartadas, dependerá de baterías con un mayor porcentaje de níquel de alto contenido energético, que también produce SK Innovation.

En febrero, Tesla anunció que ya había construido un millón de celdas para su próxima generación de baterías “4680”, las cuales ya comenzó a usar en sus automóviles “crossover” Model Y. El director ejecutivo, Elon Musk, ha declarado que la batería recorrerá un 16 por ciento más de distancia gracias a su diseño distintivo de panal de abejas. “Es difícil hasta que se descubre y luego es sencillo”, comentó en 2020.

GM asegura que su celda de batería Ultium necesita un 70 por ciento menos de cobalto que las celdas que usa el Bolt, el “hatchback” eléctrico de Chevrolet. La empresa le ha agregado aluminio a su batería. La “pick-up” Hummer de GMC, la cual GM comenzó a vender hace poco, es el primer vehículo en tener esta batería.

GM, en colaboración con LG Chem de Corea del Sur, está construyendo una fábrica de baterías de 2300 millones de dólares en Lordstown, Ohio. Es una de al menos trece fábricas de baterías en construcción en Estados Unidos.

Las baterías ya se están volviendo importantes para el desarrollo de marca de los autos: GM está publicitando las baterías Ultium. Esto se suma al imperativo de que estas baterías son confiables y seguras, según asegura GM, la cual tuvo que retirar el Bolt para reparar un defecto en la batería que puede producir incendios.

Muchas automotrices están ansiosas por reducir su dependencia del cobalto en parte porque la mayoría proviene del Congo, donde lo minan empresas con financiamiento chino o contratistas independientes que a veces emplean a niños.

“La posible violación a los derechos humanos, la explotación infantil o los mineros artesanales que están excavando en circunstancias muy complicadas son la mayor preocupación que tenemos”, comentó Markus Schäfer, un alto ejecutivo de Mercedes-Benz responsable de investigación y desarrollo.

La industria automotriz también está preocupada del níquel, porque Rusia es un importante proveedor del metal.

© 2022 The New York Times Company

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