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Bruselas está dispuesta a aceptar los objetivos de ajuste fiscal de los países para 2024

FOTO DE ARCHIVO: Banderas de la UE en Bruselas

Por Jan Strupczewski

BRUSELAS, 8 mar (Reuters) - La Comisión Europea dijo el miércoles que respaldará cualquier objetivo de ajuste fiscal para 2024 por parte de los Estados comunitarios, siempre que los planes garanticen que su deuda pública se sitúa en un nivel "prudente", lo que ofrece más flexibilidad que su anterior enfoque de "talla única".

Las orientaciones de la Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, forman parte de sus esfuerzos por coordinar las políticas de ajuste presupuestario en el bloque de 27 países, a fin de no ir en contra del plan del Banco Central Europeo de reducir la inflación y, al mismo, tiempo diferenciar entre países con mucha y poca deuda.

Los países también tendrán que garantizar que el déficit presupuestario acabe por situarse dentro de los límites de la UE.

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El margen de maniobra adicional para que los Estados de la UE fijen sus propios objetivos en función del nivel de deuda supone un cambio respecto a la práctica anterior, cuando las normas de la UE determinaban la magnitud mínima del ajuste presupuestario necesario cada año.

"Las orientaciones para 2024 deben considerarse un puente entre el funcionamiento de las normas en el pasado y su posible aplicación en el futuro", declaró en rueda de prensa Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea.

Hasta el estallido de la pandemia de COVID-19 en 2020, todos los Estados del bloque tenían que seguir un conjunto común de normas fiscales para recortar la deuda en una vigésima parte del exceso sobre el 60% del PIB cada año, así como mantener los déficits presupuestarios por debajo del 3% del PIB.

Pero las normas se suspendieron durante la pandemia del COVID-19 y de nuevo en 2022, debido a la conmoción económica provocada por la invasión rusa de Ucrania. Las grandes diferencias en los niveles de deuda entre los países tras la pandemia hicieron poco realista una aplicación uniforme de las normas de recorte de la deuda en todo el bloque.

Ahora que las antiguas normas volverán a entrar en vigor en 2024, los Estados de la UE se apresuran a elaborar, antes de finales de año, unas nuevas que reflejen mejor los retos de la elevada deuda pública y la necesidad de grandes inversiones vinculadas a la lucha contra el cambio climático.

En noviembre, Bruselas propuso negociar con cada país una senda individual de reducción de la deuda y conceder un plazo adicional si un Estado aplicaba reformas o inversiones acordes con las prioridades de la UE.

Alemania y algunos otros países del norte de Europa se muestran escépticos, pero la Comisión Europea dijo que seguirá adelante con esta idea cuando publique en mayo sus recomendaciones anuales específicas sobre política fiscal a cada país de la UE.

"Nuestras propuestas (de endurecimiento fiscal) para 2024 se cuantificarán y diferenciarán en función de los retos de deuda pública de cada país. Se basarán en los objetivos fiscales fijados por cada Estado miembro, siempre que cumplan todos los requisitos", declaró Dombrovskis.

El endurecimiento fiscal es necesario, según la Comisión, porque la pandemia ha terminado y los precios de la energía están bajando, lo que hace innecesario que los Estados continúen con amplias medidas de apoyo fiscal a empresas y hogares.

Con un mercado laboral muy tenso, la continuación de los estímulos fiscales sólo serviría para alimentar la inflación y no el crecimiento económico, afirmó Dombrovskis.

Para asegurarse de que los Estados tienen presente la necesidad de consolidar unos presupuestos hinchados, la Comisión Europea advirtió que en 2024 empezará a tomar medidas disciplinarias contra aquellos que tengan un déficit presupuestario superior al límite del 3% del PIB establecido por la UE.

(Reporte de Jan Strupczewski; edición de Stephen Coates y Sharon Singleton; editado en español por Darío Fernández)