Yahoo Finanzas El día que Warren Buffett invitó a Bill Gates a un McDonald’s ¡y pagó con cupones!
Casi tan famosa como su fortuna, la frugalidad de Warren Buffett lo ha convertido en uno de los personajes más interesantes del mundo de los negocios en el último siglo. Con 93 años y un patrimonio estimado de US$114.400 millones, suele acaparar titulares no solo por su desempeño financiero, también por su sencillo estilo de vida, muy alejado de lo que uno esperaría de la quinta persona más rica del planeta.
El presidente y director ejecutivo de Berkshire Hathaway es conocido por sus gustos “baratos” y su torpeza con la tecnología: es amante de la comida chatarra, no gasta más de US$4 en un desayuno, usa un teléfono de tapa y vive en la misma casa que compró por poco más de US$ 30.000 en 1958. Se dice que no tiene una computadora en su escritorio y que ha enviado un solo email en toda su vida.
El verdadero lujo es hacer lo que amas
“El éxito es realmente hacer lo que amas y hacerlo bien”, dijo Buffett en una entrevista con CNBC. “Es tan simple como eso. Realmente poder hacer lo que amas hacer todos los días es realmente el máximo lujo. Tu nivel de vida no es igual a tu costo de vida”.
Su frugalidad no es para beneficio personal. El Oráculo de Omaha ha donado miles de millones a diversas organizaciones benéficas y ha prometido hacer lo mismo con más del 99% de su riqueza. En 2010, Warren Buffett y Bill Gates lanzaron el Giving Pledge, donde pidieron a otros multimillonarios que se comprometieran a donar al menos la mitad de su fortuna a causas caritativas.
“Warren y yo podemos parecer no compatibles. Yo soy un nerd de la tecnología. Él es un inversor que no utiliza ni el correo electrónico (...) Pero, cuando lo conocí, me hizo estas preguntas increíblemente buenas sobre el negocio del software que nadie me había hecho antes. Pasaron dos horas. Y luego horas y horas más. Fue una amistad profunda desde nuestra primera conversación”, escribió el fundador de Microsoft en su blog Gates Notes en 2016.
La amistad del dúo no hizo más que fortalecerse con los años. Actualmente, Gates considera a Buffett uno de sus amigos más cercanos y precisamente en una suerte de oda escrita a esa relación, el magnate de la tecnología reveló una graciosa anécdota con el famoso inversionista.
Warren Buffett come “como un niño de 6 años”
“Una cosa que fue sorprendente saber sobre Warren es que básicamente se limita a comer lo que le gustaba cuando tenía seis años. Come principalmente hamburguesas, helado y Coca-Cola. Esa es una de las razones por las que es tan divertido salir a cenar con él”, recordó. Y es cierto, el mismo Buffett ha mencionado en varias ocasiones que es un fan de McDonald’s, la Coca-Cola con sabor a cereza y las galletas Oreo.
Al pie de una foto en su blog donde ambos aparecen sonrientes haciendo fila en un McDonald’s, Gates, actualmente el octavo hombre más rico del mundo, escribió: “Aquí estamos a punto de comer hamburguesas y patatas fritas en un McDonald’s de Hong Kong. Warren, siempre ahorrativo, pagaba con cupones”.
“He aprendido muchas cosas de Warren durante los últimos 25 años, pero quizás lo más importante es de qué se trata la amistad. Se trata de ser el tipo de amigo que desearías tener. Todo el mundo debería tener la suerte de tener un amigo tan atento y amable como Warren. Hace todo lo posible para que las personas se sientan bien consigo mismas y compartan su alegría por la vida”, finalizó Gates.
“Nos recordó cuánto valoras un buen trato”
Un año más tarde, en la carta anual de Bill y Melinda Gates de 2017, el empresario recapituló otra vez el “incidente de McDonald’s”. “¿Recuerdas cómo nos reímos cuando viajamos juntos a Hong Kong y decidimos almorzar en McDonald’s? Te ofreciste a pagar, buscaste en tu bolsillo y sacaste… ¡Cupones!”, escribió. “Melinda acaba de encontrar esta foto mía y ‘el gran gastador’. Nos recordó cuánto valoras un buen trato”.
Las elecciones sencillas de Buffett no terminan con la comida. Todavía conduce un Cadillac 2014 comprado con daños por granizo. Antes de eso, conducía un Cadillac de 8 años. Cuando decide que es hora de comprar un coche nuevo, subasta el viejo con fines benéficos.
