El nuevo paraíso de los millonarios de Estados Unidos
Políticas fiscales favorables, el bajo costo de la vida, un clima paradisiaco y la regularización del trabajo remoto han convertido a Puerto Rico en un destino “de tiempo completo” para los estadounidenses dispuestos a pagar decenas de millones de dólares por una propiedad inmobiliaria.
En marzo de 2022, un criptoempresario llamado Wright Wesley Thurston gastó US$ 40 millones en una casa de 500 años de antigüedad y 1.260 metros cuadrados, 40 kilómetros al oeste de San Juan. La compra rompió un récord en la isla, donde los locales luchan contra la gentrificación y la privatización de las playas públicas, a medida que proliferan los condominios de lujo.
Según un reporte de The Wall Street Journal, se trata de una tendencia que crece con fuerza entre las personas más adineradas de Estados Unidos, que se ven atraídas “en masa” a Puerto Rico también por sus playas, montañas y selvas tropicales.
Aunque los locales de la pequeña isla a dos horas y media de Miami lidian con una economía débil y problemas de infraestructura, en la costa norte los compradores extranjeros se disputan viviendas con precios superiores a los US$ 6,2 millones en 2022, frente a los US$ 3,4 millones que costaban en 2021, según Sotheby's International Realty.
Esos son los precios actuales en el enclave conocido como Dorado Beach, pero el mercado inmobiliario de lujo está al rojo vivo en otras áreas, incluido Condado, un vecindario frente al mar de San Juan; Playa Bahía, en la costa noreste de la isla; y Palmas del Mar, en el sureste.
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Los beneficios fiscales
Los agentes creen que gran parte del aumento del mercado se basa en los incentivos fiscales, como la Ley 60, bajo la cual las personas que establecen su residencia principal en Puerto Rico y pasan al menos 183 días al año en la isla no pagan impuestos federales de la renta sobre los ingresos obtenidos.
Desde 2019, también existe el requisito de que cualquier persona que reciba los incentivos fiscales debe ser propietario de una casa en la isla, lo que probablemente provocó que aumentara el segmento de potenciales compradores.
Los incentivos fiscales introducidos por Puerto Rico en 2012 fueron diseñados para estimular el crecimiento económico. Con una población de aproximadamente 3.2 millones, alrededor del 40% de los puertorriqueños viven en la pobreza y el ingreso medio es de poco menos de US$ 22.000, según la Oficina del Censo de EEUU.
En diciembre de 2022, el financiador de cobertura Glen Scheinberg pagó US$ 37 millones por una casa con más de 950 metros cuadrados en el área de East Beach de Dorado Beach Resort, dos años después de que la casa se vendiera por US$ 18.995 millones.
Una agente que estuvo involucrada en esa venta, Oriana Juvelier, dijo que después del huracán María en 2017, inversionistas oportunistas se apoderaron de propiedades “en dificultades” y el sector de lujo “simplemente explotó”.
Según la Ley 60, que también aplica a las empresas y corporaciones, los negocios elegibles pagan un impuesto corporativo de 4% sobre los servicios exportados desde Puerto Rico, dijo Raúl Vidal y Sepúlveda, abogado que asesora a individuos y empresas sobre incentivos contributivos.
Entretanto, las personas que se acogen a la Ley 60 también están exentos de pagar impuestos sobre la renta e intereses, así como ingresos por dividendos y ciertas ganancias de capital. Para calificar, deben donar anualmente al menos US$ 10.000 a causas benéficas locales.
Para invertir y vivir a tiempo completo
Peter Bazeli, director de Weitzman, una firma consultora de desarrollo residencial y hotelero, dijo que los beneficios fiscales de Puerto Rico lo transformaron de un lugar que la gente quería visitar como turista en un destino para compradores de viviendas, con la flexibilidad de mover sus negocios.
“Parte del atractivo era que puedes mudarte a Puerto Rico, ahorrar en impuestos, tener un estilo de vida increíble y, en general, gastar menos de lo que gastarías en un lugar comparable en Miami u otros destinos turísticos”, dijo.
Luego de una larga sequía en el desarrollo de propiedades, dijo Juvelier, los constructores locales y algunos de EEUU “están compitiendo para construir nuevas casas, que se venden a precios que Puerto Rico nunca antes había experimentado”.
En Puerto Rico no queremos parásitos ni colonizadores. Gringo go home. https://t.co/5x0YbT0NDe
— Curry (@eltrigoo) April 23, 2023
En San Juan, por ejemplo, estimó que hay más de una decena de proyectos de condominios en diversas etapas de desarrollo. “El último auge de la construcción aquí fue en las décadas de 1970 y 1980 y el sector inmobiliario lo refleja”, dijo.
Críticas a la gentrificación
Pero la construcción de viviendas de lujo presenta desafíos en la isla. La afluencia de recién llegados adinerados ha fomentado el resentimiento entre los locales que se oponen a la exención de impuestos, dijo Nicole Álvarez, organizadora de la campaña Abolir la Ley 60.
“Ellos obtienen exenciones fiscales infinitas, y a nosotros nos dan el lado más corto del palo”, dijo, y agregó que pocas personas que se mudan a Puerto Rico y reclaman los beneficios de la Ley 60 contratan empleados locales.
La senadora estatal María de Lourdes Santiago Negrón considera que la política ha llevado a la gentrificación de Puerto Rico. Un ejemplo es Puerta de Tierra en San Juan, donde los inversionistas han comprado alrededor de 30 edificios.
“Se ha convertido en un corredor de Airbnb”, dijo Santiago Negrón. “Hay cosas a las que simplemente no se les puede poner precio, como la desaparición de una vivienda digna para los puertorriqueños”.
"Gringo Go Home" es el lema de nuestra generación. El gobierno estadounidense nos jodió el país y ahora los gringos se mudan a Puerto Rico para evadir contribuciones y compran propiedades elevando el mercado de Real State y desplazando a nuestras comunidades. ¡Que se vayan ellos! pic.twitter.com/xgzIWERgzb
— Juan C. Dávila (@JuanCineDoc) November 30, 2022
Según señaló The New York Times en febrero de 2022, en San Juan se han visto carteles contra la gentrificación que muestran fotos del youtuber Logan Pau, quien manifestó su intención de mudarse a Puerto Rico en aquel momento y el multimillonario de Bitcoin Brock Pierce con el texto: “Así es como se ven nuestros colonizadores” o “Gringo, go home”.
Sin embargo, el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, ha defendido la política y parece poco probable que la elimine pronto. “Mi postura siempre ha sido que la estadidad para Puerto Rico es la mejor opción”, dijo a Time en abril, y agregó que la ley es parte del “esfuerzo para atraer población y nuevas inversiones” en curso.