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Por David Shepardson y Joseph White
30 oct (Reuters) -General Motors y el sindicato United Auto Workers (UAW) llegaron a un acuerdo contractual tentativo que efectivamente pone fin a la primera huelga simultánea de 6 semanas de duración contra las tres grandes automotrices de Detroit, que accedieron a beneficios y alzas salariales récord.
El acuerdo se produce luego de pactos alcanzados en los últimos días por el sindicato con Ford Motor y el propietario de Chrysler, Stellantis, en lo que expertos describen como victorias significativas para los trabajadores después de años de salarios estancados y concesiones severas hechas por el sindicato tras la crisis financiera del 2008.
"Creemos de todo corazón que nuestra huelga ha conseguido exprimir hasta el último centavo de General Motors", afirmó el presidente de la UAW, Shawn Fain, en un discurso grabado en vídeo el lunes. "Nos subestimaron. Los subestimaron a ustedes. Estas corporaciones no tenían ni idea de lo que se les venía encima", añadió.
El UAW obtuvo de GM aproximadamente el mismo conjunto de aumentos salariales que acordó con los otros dos fabricantes de automóviles. Esto supone un alza del 33% en el salario máximo de los trabajadores veteranos. La empresa también acordó pagar 2.500 dólares en concepto de pago único a los jubilados.
El sindicato suspendió oficialmente su huelga contra los Tres de Detroit, dijo Fain. Los líderes locales del sindicato irán a Detroit el viernes para considerar el acuerdo con GM, antes de que los términos sean presentados a todos los trabajadores del sindicato para su ratificación.
Casi 50.000 trabajadores de los casi 150.000 miembros sindicales de las tres automotrices de Detroit finalmente se unieron a una serie de huelgas que comenzaron el 15 de septiembre. La estrategia del UAW de intensificar las paralizaciones selectivas le costó a las empresas y a sus proveedores miles de millones de dólares durante más de 40 días.
Los tres acuerdos tentativos constituyen una victoria para la estrategia sin precedentes que Fain y los principales funcionarios sindicales orquestaron para conseguir alzas récord en salarios y beneficios.
Por primera vez, el UAW negoció con los tres fabricantes de autos al mismo tiempo, utilizando la amenaza de huelgas en fábricas clave para acelerar una guerra de ofertas entre las empresas y evitar una nueva paralización.
Fain mantuvo a la mayoría de los miembros del UAW trabajando para acumular fondos para la huelga. Extendió la huelga lentamente, cuando consideró que el progreso en las conversaciones se había estancado.