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“Momento Lehman”: el derrumbe de Credit Suisse agita el temor a una crisis global

Día ajetreado en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) durante la ronda de la mañana el 15 de marzo de 2023. (TIMOTHY A. CLARY / AFP)
Día ajetreado en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) durante la ronda de la mañana el 15 de marzo de 2023. (TIMOTHY A. CLARY / AFP) - Créditos: @TIMOTHY A. CLARY

WASHINGTON.– La crisis financiera desatada por la caída del Sillicon Valley Bank en Estados Unidos tuvo una escalada mayúscula y recorrió los mercados financieros del mundo, desparramando amplias caídas en medio de un renovado frenesí de los inversores, desatado, esta vez, por el derrumbe de uno de los principales bancos del mundo, Credit Suisse, que pareció quedar al borde del colapso.

Las acciones de Credit Suisse llegaron a caer más de un 30% luego de que Ammar Abdul Wahed Al Khudairy, presidente del principal accionista del banco, el Banco Nacional Saudita, dijo en una entrevista con Bloomberg que no seguirían inyectando fondos en el banco porque eso los dejaría sujetos a un nuevo régimen regulatorio más estricto. “La respuesta es absolutamente no”, afirmó. Esa frase bastó para desatar el desplome de Credit Suisse, que se contagió a otros bancos europeos, como Société Générale o BNP Paribas, y de inmediato exportó el pánico por la salud de los bancos de Estados Unidos a Europa, desatando duras caídas en los mercados bursátiles.

Horas más tarde, los reguladores suizos y el banco central suizo buscaron contener la crisis al indicar, en un comunicado conjunto, que Credit Suisse todavía cumplía con los requisitos de capital y liquidez, y que proporcionarían una línea de financiamiento al banco “si fuera necesario”.

 La gente camina por la sede de Nueva York de Credit Suisse el 15 de marzo de 2023.
La gente camina por la sede de Nueva York de Credit Suisse el 15 de marzo de 2023. - Créditos: @SPENCER PLATT

A la tensión por el golpe que sufrió el Credit Suisse se sumó una notoria dificultad para adquirir bonos del Tesoro, el activo más seguro y líquido del mundo, y bonos de Alemania, una señal inequívoca del estrés en los mercados financieros y de un empeoramiento del panorama para la economía global, que disparó la demanda por esos activos.

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Las sospechas y los temores sobre la salud de Credit Suisse eran de larga data, y si bien cayó en crisis justo después del colapso de dos bancos regionales en Estados Unidos, se trata de un caso aparte.

El presidente del banco, Alex Lehmann, dijo que los balances eran “sólidos”, aunque en febrero el banco había confirmado una pérdida neta de US$8000 millones el año anterior. A eso se sumó que el banco informó este martes que había detectado “ciertas debilidades materiales” en el control interno de sus informes financieros. Por su tamaño, Credit Suisse está sujeto a reglas mucho más exigentes de liquidez que los bancos regionales que colapsaron en Estados Unidos para garantizar su solidez, un andamiaje regulatorio diseñada luego de la crisis financiera global de 2008. Sin embargo, los temores de los inversores alcanzaron para que la desconfianza sobre el Credit Suisse se derramara a otros bancos, recorriera el mundo y destrozara la efímera recuperación que habían mostrado los mercados en el inicio de la semana.

El derrape del Credit Suisse, cuyo futuro era más que incierto, renovó el temor a una crisis financiera mucho más severa, y llegó a ser comparado con el colapso de Lehman Brothers en septiembre de 2008.

El Credit Suisse, en una pantalla de la Bolsa de Valores de Nueva York. (AP Photo/Seth Wenig)
El Credit Suisse, en una pantalla de la Bolsa de Valores de Nueva York. (AP Photo/Seth Wenig) - Créditos: @Seth Wenig

“La crisis de Credit Suisse es un ‘momento Lehman’ para los mercados europeos y globales. ‘Demasiado grande para caer y demasiado grande para ser salvado’. Ni siquiera está claro cuáles son sus diversas pérdidas no realizadas en valores y en otros activos”, alertó Nouriel Roubini, que se ganó el apodo “Dr. Doom” por sus predicciones acertadas sobre la crisis de 2008, que se desató por las inversiones que hicieron los bancos en hipotecas tóxicas.

Larry Fink, CEO de BlackRock, el fondo de inversión más grande del mundo, alertó en una carta a sus inversores que la caída del Sillicon Valley Bank, que el gobierno de Joe Biden se ocupó rápidamente de contener, podía ser tan solo el inicio de una “crisis progresiva” en el sistema financiero norteamericano, con más intervenciones y caídas de empresas en el camino.

“Es demasiado pronto para saber cuán extenso es el daño”, escribió Fink, según informaron medios locales. “Hasta ahora, la respuesta regulatoria ha sido rápida y las acciones decisivas han ayudado a evitar los riesgos de contagio. Pero los mercados siguen al límite”, continuó.

Con una historia de 166 años, Credit Suisse es uno de los bancos más antiguos del mundo, y el segundo banco de Suiza después de UBS. A fines de 2022, Credit Suisse tenía activos por alrededor de 580.000 millones de dólares, más del doble que el SVB, que colapsó la semana pasada. Por su tamaño, Credit Suisse está clasificado como una “institución financiera sistémicamente importante” bajo las reglas internacionales creadas luego del colapso de Lehman Brothers, una categoría que coloca al banco bajo estándares más exigentes para garantizar la estabilidad de sus operaciones.

El banco tiene dos unidades de negocios, un banco de inversión, y una administradora de fondos de riqueza, y ha sufrido una sangría de depósitos y otros activos, indicó el Wall Street Journal.

Primer test

La escalada que mostró la crisis financiera ya parece llevar a una primera consecuencia: los dos principales bancos centrales del mundo, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, en la jerga financiera) y el Banco Central Europeo (BCE) podrían alterar su política de subas de tasas de interés, que comenzaron a aplicar el año anterior para bajar la inflación. De hecho, esas subas en las tasas de interés ha sido señalada como una de las causas de la crisis actual.

El primer test acerca de cómo los dos bancos centrales abordarán la nueva coyuntura ocurrirá en Europa, cuando el BCE decida si mantiene el ritmo que venía aplicando en las subas de la tasa de interés. El último aumento del BCE fue en febrero, cuando elevó su tasa en medio punto al 3%.

El comité de la Fed que decide sobre su política monetaria se reunirá a fin de mes. La Fed, que ha seguido una política de suba de tasas más agresiva que el BCE, subió su tasa de referencia un cuarto de punto en su reunión de febrero. Antes del derrape de Credit Suisse, los operadores del mercado esperaban que la Fed mantuviera ese ritmo, aunque economistas creen que ahora han aumentado las probabilidades de que la Fed decida poner pausa, en un intento por inyectar calma en los mercados y evitar precipitar más problemas financieros.