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Mitos sobre la batería de los móviles que deberías dejar de creer

La principal queja de los usuarios de móviles de última generación es la batería. Los teléfonos de los 90 y de principios de la primera década del siglo nos malacostumbraron en este aspecto, ya que tenían una autonomía de días. Ahora, apenas podemos pasar más de 12 horas lejos del enchufe.

Pero si dejamos de creer en una serie de mitos que rodean a esta especificación, podremos conseguir unos minutos más o por lo menos podremos entender mejor su funcionamiento para no llevarnos una decepción o enfadarnos. Como estos:

1. Hay que dejar que la batería se descargue por completo

Si quieres que un móvil funcione durante mucho tiempo, no dejes que se descargue por completo para conectarlo a la red eléctrica. Lo ideal es hacerlo cuando esté aproximadamente al 20% de su capacidad y desenchufarlo cuando ronde el 80%. Ese es el consejo de Carl Howe, un analista de móviles que justifica este hábito en Today.com asegurando que dejar que un teléfono ‘muera’ supone un estrés importante para sus componentes.

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El mismo experto asegura que dejar el móvil cargando por la noche contribuye a la corrosión de las baterías de ion litio, ya que se recalientan más. Para él, lo más recomendable es cargar poco a poco la batería y varias veces al día. Así, la batería durará más.

2. Las baterías tienen una vida eterna

Los móviles de última generación tienen baterías que duran unos 500 ciclos de carga y descarga. Las compañías calculan que esa cifra se alcanza aproximadamente a los dos años de uso para aquellos usuarios que utilicen a diario el aparato. A partir de ese número, esta pieza empieza a perder su capacidad y fiabilidad. Si somos conscientes de esta ‘fecha de caducidad’, sabremos cuidarla mejor y no tener expectativas irreales.

3. Nunca hay que dejar que el móvil se descargue por completo

Un mito que puede surgir del primer punto de este artículo. Aunque es recomendable cargar el teléfono entre el 20% y el 80%, no está de más ‘dejarlo morir’ de vez en cuando, para que sea consciente de sus límites. Este acto se puede hacer una vez cada mes o cada dos meses.

4. El cargador da igual, todos funcionan de la misma manera

Cada vez que un fabricante produce un nuevo terminal, trata con sumo cuidado la elección del cargador para que la batería se cargue de manera correcta y no se recaliente. Esta información es muy sensible y solo los propias empresas como Apple o Samsung saben con exactitud qué es lo que más les conviene a sus productos. Por lo tanto, utilizar cargadores que no sean los oficiales es algo que pone en riesgo la seguridad y la vida útil del aparato.

5 Si se te acaba la batería es porque tienes muchas aplicaciones abiertas

Mucha gente cierra por completo sus aplicaciones para intentar ahorrar batería. Ese truco puede ser contraproducente en caso de apps que se estén utilizando mucho: si cada vez que dejamos de usar Facebook tenemos que cerrarla y luego volver a abrirla, estaremos requiriendo de más recursos del sistema y por lo tanto, gastando más energía. Solo es recomendable salir de una app que no vayamos a usar en mucho tiempo. Las demás pueden permanecer abiertas en segundo plano para que luego puedan ser accesibles de una manera más rápida y sin consumir tantos recursos.