Paolo Rocca pone en dudas los plazos para el gasoducto Néstor Kirchner

Las denuncias de corrupción que ya investiga la justicia y la grieta política que la obra generó en el seno del propio Gobierno podrían demorar la construcción del polémico gasoducto Néstor Kirchner. No se trata de una postura generada desde la oposición al oficialista Frente de Todos sino de una advertencia explícita realizada por Paolo Rocca, el CEO de Techint y el empresario más poderoso de la Argentina.

Su predicción no pasó inadvertida para los más de 300 asistentes al foro organizado por la Asociación Empresaria Argentina (AEA) este martes 7 de junio para reivindicar el rol del sector privado en el desarrollo de la economía argentina. Desde uno de los salones del hotel Sheraton del barrio porteño de Retiro, Rocca recordó que, a través de Tenaris, su holding fue el único oferente en la subasta para la provisión de los caños y también es el principal candidato para quedarse con la compulsa para la instalación de los caños de esta millonaria obra.

Más allá de haber rechazado las dudas sobre corrupción que Matías Kulfas dejó instaladas antes de su despido del Ministerio de Desarrollo Productivo, admitió que el ruido generado por estas sospechas podrían enfriar el proceso y extender los plazos de finalización de la obra, establecidos para mediados del 2023, de acuerdo a las esperanzas del Gobierno.

Si bien Rocca no "enterró" la obra como suponen desde otros sectores políticos y del empresariado local, pero dejó sembrada la duda sobre los plazos.

"Ahora está interviniendo la Justicia, allanando los pliegos, y esperemos no tener que pagar en el 2023 el gas a u$s28 en vez de u$s4,5", advirtió el máximo responsable del Grupo Techint, dando a entender que a partir de la intervención de los tribunales los plazos de finalización del gasoducto se pueden extender de manera ilimitada.

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De hecho, el juez federal Daniel Rafecas citó a Kulfas a declarar este viernes 10 de junio en la causa abierta por presuntas irregularidades en el llamado a licitación del ducto.

El ex funcionario tendrá que trasladarse hasta los tribunales federales de Retiro para declarar bajo juramento, lo cual también deberá hacer el ex presidente de Enarsa, Antonio Pronsato, para brindar indagatoria el lunes 13 de junio al mediodía.

Se trata del ex funcionario que tuvo a su cargo el control de la empresa estatal que lleva adelante el proceso de licitación de las obras y que abandonó su cargo por razones que no quedaron claras pero que se encontrarían ligadas a las diferencias entre el kircherismo y el Gobierno por el proceso.

En este marco, el próximo martes se realizará una audiencia con especialistas de cuatro empresas que extraen gas en Vaca Muerta, Pluspetrol, YPF, Tecpetrol y Total Austral para que expliquen al juzgado los "requerimientos técnicos" necesarios para la construcción del gasoducto.

Paolo Rocca pone en dudas los plazos para el gasoducto Néstor Kirchner

Financiación tardía

De esta forma, el proceso tomó un giro inesperado que podría derivar en un nuevo fracaso para la gestión presidencial de Alberto Fernández y de sus socios kirchneristas que, a través de la vicepresidenta Cristina Kirchner, salieron a cuestionar la participación de Techint en la elaboración de los caños de la obra y provocaron la caída de Kulfas.

En este sentido, Rocca calificó a la obra como "fundamental" para el desarrollo de Vaca Muerta pero cuestionó al Gobierno por "haber llegado un poco tarde para la financiación del gasoducto".

Según el empresario, las autoridades elaboraron un pliego para la compra del equipo, que es técnicamente indiscutible y que prevé de manera adecuada los requisitos sobre diámetro, espesor, acero, presión de ejercicio.

Para Rocca, las autoridades de Enarsa hicieron bien la tarea pero duda sobre el cumplimiento de los plazos establecidos "porque los tiempos han sido muy cortos".

Advirtió en ese sentido que el apuro llevó a que se saliera a buscar a todos quienes podían ofertar por los tubos, asegurando que ni los grupos chinos ni ningún otro pudo presentar una oferta "consistente y dentro de los tiempos previstos".

De hecho, admitió que Tenaris lo hizo "forzando toda nuestra cadena de abastecimiento, anticipando decisiones y tomando personal clave e invirtiendo para presentar la oferta correcta".

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"Sentido común"

De ese modo, en Enarsa se encontraron con una sola propuesta y evaluaron las opciones a seguir, que eran dos: cancelar la licitación y olvidarse de tener el gasoducto para el 2023 o asignar la obra a Tenaris.

"Usaron el sentido común", enfatizó Rocca a la hora de defender la decisión de Enarsa de optar por el segundo camino y adjudicar ese tramo de la licitación al grupo Techint.

Sin embargo, Rocca agregó que tras esta decisión "el sentido común se fue perdiendo con las múltiples grietas", lo cual podría llevar a un nuevo fracaso de esta faraónica obra de infraestructura considerada necesaria para incrementar el transporte y abastecimiento gas a todo el sector industrial del país.

De todos modos, defendió el rol de su grupo al considerar que la única planta capaz de producir tubos con costura en la Argentina de 36 pulgadas es la de Tenaris Siat, ubicada en la localidad bonaerense de Valentín Alsina para un proyecto que requiere cubrir 60 kilómetros de tubería por mes (2 kms por día) y despachando un camión cada cinco minutos desde Lanús por el camino de sirga hasta Neuquén.

"Tenaris logró presentar una oferta, lo cual no fue fácil para los competidores y ahora el Gobierno tiene que decidir qué hacer. Esta es la historia", enfatizó Rocca, repitiendo que "no hubo ni corrupción ni direccionamiento" sino sentido común en un tema sumamente importante.

"Llegar al invierno del 2023 o no hacerlo dependerá de cómo se resuelva todo esto. Tenerlo o no tenerlo en esa fecha hace una diferencia de u$s2.500 millones o u$s3.000 millones mediante sustitución de importaciones", enfatizó el empresario.

"Usaron el sentido común", enfatizó Rocca a la hora de defender la decisión de Enarsa al asignar la obra a Tenaris

Gasoducto Néstor Kirchner: para Rocca debe ser política de Estado

A partir de este escenario, Rocca fue más allá y consideró que el proyecto debería ser tomado como una política de Estado, en el marco de un consenso político "que permita alcanzar la mínima licencia social que todos estos proyectos necesitan".

Para el CEO de Techint, el gasoducto Néstor Kirchner "no puede ser alcanzado por una grieta con gente de un lado y del otro que confunda espesor con diámetro, milímetros con pulgadas".

Reclamó asumir la responsabilidad de jugar un rol más importante con Vaca Muerta "para transformar los recursos, exportar petróleo gas y fertilizantes, imaginando inversiones de entre u$s10.000 millones por año por la próxima década para llegar al 2030 exportando u$s20.000 millones o u$s30.000 millones anuales"