El mejor bar de Latinoamérica está en México: lo que cuesta un cóctel
En la colonia Roma de Ciudad de México está uno de los 9 mejores bares de Latinoamérica, que forman parte del ránking 2022 de The World's 50 Best Bars
Un cóctel en el cuarto mejor bar del mundo cuesta alrededor de 10$ y te lo puedes beber en la bohemia colonia Roma de Ciudad de México. Se trata de la Licorería Limantour, uno de los 9 establecimientos latinoamericanos que figuran en el ránking 2022 de The World's 50 Best Bars, donde comparte con negocios similares de Australia, España, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Singapur, entre otros.
En 2014 –cuando Limantour apareció por primera vez en el ránking, en el puesto 47– los emprendimientos latinos apenas estaban representados por dos bares: La Capilla Tequila (México) y la Florería Atmantico (Argentina). Este último era el mejor posicionado, en el escalafón 39.
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Los negocios latinos se han colado en la última década con éxito en este reconocimiento anual, que desde 2009 impulsa en Reino Unido William Reed Business Media, los responsables de la prestigiosa revista Restaurant y los premios The World´s 50 Best Restaurants. “Nuestro objetivo final no es estar en esta lista. Lo que más nos importa es que quienes vengan aquí se la pasen cabrón. Estar allí, sin embargo, nos demuestra que nunca hemos dejado de trabajar, de buscar la forma de mejorar”, cuenta a Yahoo Finanzas José Luis León, director de bares de Limantour.
El rol del bartender
La selección de los mejores 50 bares la realizan cada año más de 650 expertos independientes en bebidas. Se trata –según detallan los organizadores– de camareros, educadores, consultores de renombre, prescriptores de bebidas y especialistas en cócteles. El voto es anónimo y confidencial. “Es gente que viaja mucho, que conocen muchos sitios y generan una opinión”, explica León, quien está convencido que es el “buen servicio” lo que les ha permitido subir tan persistentemente en la lista: “la hospitalidad es importante, aunque sea caro o barato el lugar”.
Cuando nació Limantour hace 11 años lo hizo rescatando una práctica que se había perdido: el contacto directo entre los clientes y el personal de barra. “En muy pocos lugares trataron de hacer protagonista al bartender. Hasta ese momento en Ciudad de México la vida nocturna tenía que ver con élites. Eran clubes a los que se tenía que ir muy arreglados. Se quiso rescatar la posibilidad que se había perdido de que la gente pudiera platicar con que está alrededor.
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Los fundadores iniciales habían iniciado sus negocios con la oferta de fiestas clandestinas de DJ, pero quisieron avanzar luego a un modelo más formal de trabajo. “Históricamente los bares siempre fueron un punto de encuentro y el bartender es parte de ese grupo. No es un tema solo de servicio, sino de participar en lo que sucede en la noche”.
León dice que preparan a su personal para que escuche al cliente y genere un “diálogo interesante” con él. “Desafortunadamente no hay escuelas para bartender. Hay sitios donde te preparan para trabajar, para preparar bebidas, destilar y diferenciar los vinos, pero nada hay sobre desarrollar el feeling y la hospitalidad. Eso es muy difícil enseñarlo”, cuenta.
Tiempo para estabilizar
Ocho años les tomó a los dueños de Limantour lograr cierta estabilidad financiera, confiesa León: “aunque todavía Nos preocupamos por los presupuestos y los costos, desde hace tres años comenzamos a trabajar con una holgura distinta”. Hoy Ritual H –grupo al que pertenece el bar– suma otros cinco establecimientos en Ciudad de México vinculados al sector de las bebidas y los restaurantes.
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La pandemia fue una prueba difícil, aunque celebran que nunca debieron despedir personal o dejar de pagar la nómina. “Comenzamos a vender a domicilio, abrimos como cafetería por las mañanas, organizamos eventos virtuales”. Todo por mantener su operatividad. Ya hoy retomaron su modelo tradicional de negocio. El delivery, dice León, requiere de una logística y estructura que no les resulta rentable mantener. “Nos distrae de nuestro objetivo”.