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En su primer día como presidente, Donald Trump firmó un decreto que dispone renombrar el Golfo de México como "Golfo de América" en los documentos federales. La medida, según indica el documento, busca reconocer "este floreciente recurso económico y su importancia crítica para la economía de nuestra nación". Sin embargo, el mandatario carece de autoridad para modificar la denominación de este cuerpo de agua a nivel internacional.
Datos clave
El decrto firmado el lunes instruye al Secretario del Interior, cargo para el cual Trump ha designado al gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, a modificar el nombre del cuerpo de agua en la base de datos del Sistema de Información de Nombres Geográficos del país en un plazo de 30 días.
La disposición exige que todos los mapas, contratos y demás documentos federales utilicen la nueva denominación al referirse al Golfo , que bordea aproximadamente 2.736 kilómetros de costa tanto en Estados Unidos como en México.
La orden ejecutiva de Trump, titulada " Restaurar nombres que honran la grandeza estadounidense" , también ordena restituir el nombre Monte McKinley al pico más alto de América del Norte, actualmente conocido como Denali. Esta montaña ubicada en Alaska mantuvo su denominación original hasta 2015.
¿Puede Trump cambiar el nombre del Golfo de México?
Sí y no. Es competencia del gobierno federal cambiar el nombre de los lugares de interés en el Sistema de Información de Nombres Geográficos, pero esa es una base de datos interna que solo afecta a los nombres dentro de los Estados Unidos. La Oficina del Secretario del Interior tiene la autoridad para cambiar los nombres de los lugares de interés estadounidenses (la exsecretaria del Interior Deb Haaland, por ejemplo, criticó los nombres de cientos de lugares que incluían términos "despectivos"), pero no puede cambiar los nombres de cosas fuera del país.
¿Otros países lo llamarán Golfo de América?
Otros países no tienen por qué aceptar el cambio. Cuando Trump sugirió por primera vez la idea, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con sarcasmo y propuso que América del Norte se llamara "América Mexicana". La negativa de México a utilizar un nombre diferente no afectará la capacidad de Trump para cambiar el nombre del organismo en los documentos federales, pero probablemente signifique que el nuevo nombre no se utilizará oficialmente a nivel internacional a menos que ambos países lleguen a un acuerdo .
Dato sorprendente
No sería la primera vez que los países se refieren a la misma masa de agua o punto de referencia con nombres diferentes. Texas y México se refieren al río que divide a las dos naciones a lo largo de la frontera de Texas de manera diferente: los estadounidenses lo llaman Río Grande y los mexicanos Río Bravo.