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El 52% de las empresas familiares está en riesgo de desaparecer por malas prácticas

El 52% de las empresas familiares está en riesgo de desaparecer por malas prácticas

La acumulación de malas prácticas como la falta de institucionalización, de procesos de sucesión y el mal manejo de conflictos lleva a 52% de las empresas familiares a estar en riesgo de subsistir, revela el Centro de Investigación para Familias de Empresarios CIFEM|BBVA de IPADE Business School.

“Si no se corrigen, terminarán por viciar la dinámica familiar hasta el grado de su desintegración y el fracaso del negocio.”, comentó Ricardo Aparicio Castillo director del instituto durante la presentación del estudio “Nivel de progreso de las empresas familiares para lograr su continuidad y armonía”.

El informe también detalla que otro 45% de las organizaciones tiene temas pendientes de resolver y únicamente el 3% presentan un nivel adecuado de progreso para lograr subsistir en el tiempo.

“Si algo no va bien en la familia, se cae en un círculo vicioso que contamina a la empresa y a la familia por retroalimentación, lo cual en casos extremos lleva a la destrucción de ambas instituciones”, destaca el estudio.

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Por otro lado, el informe muestra que, a pesar del contexto económico complejo, es positivo que 76% de las empresas familiares participantes reportan progreso y crecimiento en sus ventas, lo que indica un aumento en su patrimonio en los últimos tres años, señal de la fortaleza de estas organizaciones.

Los problemas no se abordan de forma oportuna

El manejo y resolución de conflictos son unos de los principales problemas que ponen en riesgo a la empresa familiar, debido a que se suelen mezclar los problemas familiares con los de la empresa. De hecho, 77% de los encuestados dijo lleva temas de familia a la empresa, y el 22% está en riesgo al mezclar peligrosamente ámbitos y confundir roles, sólo 23% de las familias está conscientes de la importancia de revolver temas.

“Menos de una décima parte de las familias (6%) aborda los problemas de manera oportuna, mientras que 37% pospone esta tarea y 57% se encuentra en una situación de riesgo para la empresa al no tener claridad al respecto”, destaca el informe.

Falta institucionalización

La institucionalización, profesionalización y la creación de un buen gobierno corporativo son temas pendientes en las organizaciones y donde prácticamente no ha habido avances respecto al análisis del 2022, puesto que sólo 5% de las empresas manifiesta estar en orden en este rubro; 69% requiere trabajar intensamente en el tema y 26% presenta áreas de oportunidad.

Formalizar y profesionalizar los órganos de gobierno de la empresa familiar es vital para llevar a cabo transiciones generacionales exitosas”, destacó Alfonso Bolio.

Sucesión, reto de las empresas familiares

Además, el mayor reto que enfrentan estos negocios es el proceso de sucesión, sobre todo al pasar de la primera a la segunda generación, debido a que el 57% de los encuestados dijo estar en riesgo de subsistir por no determinar los tiempos y procesos sucesorios y sólo 3% tiene un plan explícito para llevar a cabo la sucesión en la dirección general.

“Sin duda, la sucesión es un proceso esencial de ejecutar en tiempo y forma, preparando con antelación a uno o varios posibles sucesores y contando con accionistas capaces de desempeñar sus responsabilidades, en una empresa que pasará por cambios importantes”, destacó Alfonso Bolio, profesor decano de Factor Humano y Empresa-Familia del IPADE.

Los especialistas hicieron hincapié en la necesidad de informar y dar certeza de los procesos de sucesión, y para ello se requiere capacitar con tiempo al siguiente sucesor, y elegirlo de acuerdo con sus habilidades y no por enlace sanguínea.

El informe también destaca en el 2023 hubo un ligero descenso del número de empresas familiares en una segunda generación en comparación con las estadísticas mundiales: 21% de las empresas están en la segunda generación contra 22%, a nivel mundial, situación que se repite en la tercera generación y posteriores, donde se observa un 6% contra el 11% de estándar mundial.