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Agustín Rotondo: cómo cambió el mercado de inversores de riesgo para startups tecnólogicas y por qué hoy hay una racionalización del capital

Agustín Rotondo, del fondo de inversión Wayra
Agustín Rotondo, del fondo de inversión Wayra

El mundo de las startups está en un momento difícil. Normalmente, ante subas de la tasa de interés de la Reserva Federal de los Estados Unidos (que vuelca a inversionistas a mercados más seguros), la inflación global sumada al congelamiento en las contrataciones de empresas tecnológicas o incluso despidos, tal como lo registra este sitio, hacen un contexto tumultuoso. Agustín Rotondo es ingeniero industrial (ITBA) y Regional Manager para Hispanoamérica de Wayra, uno de los grandes inversores en startups del continente. Ve este contexto como un cambio en el cual ya venían trabajando. “Hace dos años, el objetivo era crecimiento por sobre todo. No importaba si eras rentable o no, el mensaje era ´preocupate por crecer´ y tenía lógica, porque el mercado estaba explotando y había mucho dinero disponible. Ahora no hay tanto capital disponible. Los inversores estamos empezando a fijarnos qué tan rentables son las compañías. Nosotros ya venimos hace años apostando por empresas maduras”, explica Rotondo.

-¿Ahora la clave es no crecer a cualquier precio?

-Exacto. Si se complica más aún la situación de acceso a capital, y no tenés un inversor que te ponga dinero, sería saber cómo vas a racionalizar lo que tenés, o cómo afinar, para en vez de crecer en 10 mercados al mismo tiempo crecer en uno, porque tenés un inversor que te banca; pero quizás no tenés a los 10 inversores que estaban desesperados por ponerte dinero, y tenés uno que en vez de poner 5 millones pone 2. Hay que entender bien este escenario, cómo aprovechar mejor y hacer más eficiente la forma de operar. En ese contexto estamos viendo startups que despiden gente, pero que no es una señal de que les está yendo mal, es un signo de que cambió el contexto. Y antes estaban dimensionados con equipos para comerse el mundo en un año, porque era lo que les pedía el inversor; y ahora se dan cuenta que como el acceso al capital cambió, tienen que bajar un poco su línea de gastos, apuntar bien; en vez de crecer en 10 mercados, hacerlo en dos o tres. Hay como una racionalización del mercado de venture capital, y estábamos viviendo un hype que era poco defendible.

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-¿En los años más fuertes de la pandemia hubo una sobreestimación de las empresas tecnológicas?

-Si vamos a la startup, probablemente se sobredimensionaron en personal para crecer a una velocidad que hoy no van a poder hacerlo; entonces contrataron desde comerciales hasta desarrolladores para crecer a un nivel donde hoy el mercado no te lo va a permitir. Pero estamos hablando de servicios tecnológicos que todavía no están ni en los inicios de su potencial; es decir, todavía estamos atravesando una época de transformación que no llegó a su madurez. Hay una tendencia de digitalización y de transformación que va a suceder, se ve muy claramente con los servicios, como los financieros para los no bancarizados; esa inquietud que hizo que el mundo Fintech explote no está cubierta todavía; si vas a un barrio vulnerable, puede ser que alguno te use una billetera virtual, pero no acceden al crédito, por ejemplo; entonces hay toda una serie de cosas que van a terminar pasando, y esa es la misión y la visión de Wayra.

-¿Qué tan relevante es Argentina para ustedes?

-Argentina es súper relevante y no porque hayamos invertido más, sino porque las compañías en las que invertimos rinden mejor. Nosotros tenemos, a nivel región, 100 más o menos, y 25 en Argentina.

-¿En términos operativos es fácil invertir en el país?

-La operativa de la inversión es lo mismo si invertís acá en una empresa argentina, o una empresa colombiana, peruana, etc., porque todas terminan teniendo una subsidiaria en Delaware (EE.UU.), que es la que recibe el dinero, porque tiene una eficiencia tributaria mucho más fácil cuando vos operás en varios países. Pensá que todos invertimos en empresas que tienen operaciones en más de un país de la región (Argentina y algún país más); ya tiene sentido tener una; desde el punto de vista de la ejecución operativa de esa inversión, es lo mismo. Después está cuál es el criterio que usás para invertir acá, versus invertir en una compañía parecida en otro país. Y ahí aparecen las cosas como el talento.  Nosotros somos una fuente de talento regional, sin ninguna duda, y no es raro ver CEOS argentinos en compañías incluso fuera del país.

-¿Qué tenemos de especial?

-Tenemos una dinámica de gestionar contextos complejos que otro emprendedor en el mundo no tiene. Y estamos acostumbrados a eso y nos sentimos cómodos con eso, y más en este contexto mundial. Tengo conversaciones con gente allá en Colombia y me pasa en México, donde se habla de la inflación, del tipo de cambio... Nosotros estamos acostumbrados a lidiar con eso. Entonces alguien que ya lo tiene más o menos en su esquema de posibilidades, y que ya trabajó con ese contexto un par de veces, está más preparado. La realidad de una startup es esa: es estar todo el tiempo lidiando con situaciones complejas nuevas, que no tenías previstas.

-¿Cambió un poco la visión que hay sobre las startups? ¿Es menos idealista?

-Yo creo que todavía sigue siendo así, pero es más racional. No es que la startup sea la meca ni todo sea espectacular, tampoco lo contrario. Probablemente estamos racionalizando más un poco esa visión, porque muchos no se van a hacer millonarios. También respecto a alguien que trabajó en una empresa más tradicional, a veces hace falta eso en una startup esa mirada de alguien con experiencia tradicional.

-¿Y se abandonó la idea de ser unicornio (una empresa cuya valuación es mayor a mil millones de dólares)?

-Ser un unicornio es algo como muy marketinero, pero yo creo que ahora estamos en un momento donde el camino del unicornio, que es un camino de crecimiento super agresivo y demás, a muchas compañías no le sirve, porque no es sostenible. Hoy los fondos estamos viendo con mejores ojos a una startup que en vez de ir por un crecimiento por dos o por tres para llegar a la facturación que te va a hacer el millón de dólares, está haciendo un uso mucho más criterioso de sus recursos con un crecimiento más sostenible, para que cuando venga el próximo ciclo, que no sabemos cuándo será, ahí sí puedan aprovechar de nuevo esa oportunidad de crecimiento.

-¿Y qué miran ustedes para invertir?

-Dos frentes. Primero que la startup sea excelente de por sí y otro que sea vinculable con Movistar. Miramos cómo viene performando el equipo fundador, que sea un equipo balanceado, equilibrado entre los técnicos, lo comercial y que a nivel gestión estén bien conectados, que tengan una visión estratégica de equipo interesante; después cómo viene traccionando a nivel comercial, performance, en qué países están creciendo, cómo es el mix de ganancias ahora y cómo va a ser el futuro. Luego, otra capa sobre cómo están usando sus recursos, su caja financiera, si tienen un plan B para un contexto de contracción más fuerte del capital, qué pasa si nadie les presta dinero, ¿pueden aguantar? Y después viene la parte de trabajo con la startup de buscar oportunidades en conjunto. En lo que va de 2022 llevamos 1 millón de dólares invertidos y esperamos entre medio o un millón más en estos meses que quedan.