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Se bajó del tractor y por segundos salvó su vida milagrosamente

Así quedó la cabina del tractor tras el disparo
Así quedó la cabina del tractor tras el disparo

SANTA FE.- Un productor agropecuario que se encontraba cortando alfalfa para enfardar en uno de los lotes de su campo al sur de la ciudad de Rafaela, departamento Castellanos, 100 kilómetros al oeste de esta capital, salvó milagrosamente su vida cuando para atender un obstáculo debajo de la maquinaria agrícola que utilizaba en ese momento se bajó de su tractor. El rápido movimiento ocurrió apenas segundos antes que un balazo impactara en la cabina de su tractor y destrozara un vidrio de la misma.

“Me salvé porque apenas a segundos que bajé del tractor escuché una fuerte explosión. Ahí me di cuenta que era un impacto de bala que había destrozado un sector de la cabina. Me imaginé que sería un arma importante porque los vidrios para este tipo de cabinas en los tractores actuales, teniendo cuenta las condiciones climáticas de la zona, son gruesos y templados”, relató a LA NACION el productor agredido, Augusto Bruno, de 42 años.

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No es la primera vez que sucede un hecho de estas características en la misma zona de la provincia. El año pasado también fue atacado el tractor de un productor en el sector sudeste de Rafaela. Afortunadamente, tampoco hubo que lamentar víctimas.

Bruno no dudó en calificar de “lamentable y aberrante” lo sucedido días atrás en el campo propiedad de la familia, en el que trabaja junto a su hermano y peones, y muchas veces es acompañado por hijos y sobrinos.

Enojo

Sin embargo, lo que más le preocupa es la casi nula repercusión en las autoridades que deben investigar lo sucedido y encontrar el culpable del ataque.

“Apenas ocurrió el episodio pasó la policía. La gente de balística estimó que por el destrozo debió haber sido un disparo de un arma calibre 22 en adelante. Pero después nadie más se interesó. La fiscalía nunca nos llamó, en la Municipalidad leyeron nuestros mensajes pero tampoco hicieron algo. La Guardia Urbana aquí no la vimos. No hubo ningún llamado ni nada, o sea, y como decimos habitualmente, ‘un silencio de radio’ total por parte de los que tendrían que actuar y resolver”, dijo.

El vidrio de la cabina del tractor en el suelo
El vidrio de la cabina del tractor en el suelo

“Sinceramente, vamos a trabajar en el campo y no tenemos seguridad en la zona. Hasta este miércoles (por hoy), es algo que parece que para las autoridades nunca pasó. Nunca nadie le interesó. Por eso hoy pedimos que alguien nos de una solución. Yo tengo que seguir yendo al campo y no se puede trabajar con custodia policial todos los días”, subrayó Augusto.

El campo de la familia Bruno se encuentra ubicado en la zona sudoeste de Rafaela, entre la variante de la ruta nacional 34 y el barrio Villa Los Álamos, lindero al asentamiento conocido como la “Villa Chaqueña” o “Villa Sur”, que se ubica sobre tierras del ferrocarril desde principios de los ´90, cuando se cerraron los ramales ferroviarios en el país.

En la zona se crían cerdos, patos, gansos, gallinas, etc. de dueños no identificados. “Precisamente, lo que atascó la máquina era un perro. ¿Qué hice cuando escuché el disparo? Salí corriendo. Después que pasó la policía volví al tractor y los llevé a otra parte del campo. Recién el sábado pasado volvimos a trabajar, en horas de la madrugada. Un móvil de la comisaría 15 estuvo vigilando el lugar una hora y después se fue porque, lógicamente, tiene otras situaciones que atender. Llamamos a la Municipalidad para que también dispusieran de personal para que no ocurriera otra vez un ataque, pero no vino nadie”, prosiguió el agredido.

Finalmente, Bruno evitó señalar responsables. “Trato de no tener ninguna vinculación (con los habitantes del asentamiento) para no tener problemas. Pero si ocurrió una vez, puede volver a suceder. Que nadie haga algo, a pesar de las denuncias, creo que es lo más grave”, añadió.

“Estamos muy desprotegidos en esta zona. Hay una ordenanza municipal sancionada seis años atrás donde la Municipalidad se comprometió a erradicar esa villa. No pasó nada; sin embargo, a nosotros nos obligan a cumplir”, indicó.

Ante la insistencia de este medio para saber si finalmente hubo algún llamado desde la fiscalía, que tiene a su cargo esta investigación, Bruno fue terminante: “Por lo menos hasta hoy no tengo ningún llamado, ninguna respuesta. Pero, además, nadie nos dice quién tiene que hacerse cargo”, añadió.