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Cómo una estrella de Instagram utilizó la red social para poner en marcha su propio negocio

A sus 23 años, Dawn Archer sintió que no podía controlar su vida. Pesaba casi 100 kilos –su peso máximo–, sufría una profunda depresión y a veces le resultaba difícil levantarse de la cama por la mañana.

“Quería pasarme todo el día durmiendo y comer todo lo que pudiera encontrar”, confesó Archer, quien vive en Richmond, Virginia.

Su vida personal y económica eran un desastre. Tenía una pasantía de diseño gráfico y ganaba 23.000 dólares al año, lo cual le generaba mucha ansiedad.

“Reconozco que no podía pagar las facturas. Cuando me gradué de la universidad tenía muchas deudas de préstamos estudiantiles, así que aunque trabajaba 40 horas a la semana vivía mal”, comentó Archer.

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Sin embargo, cuando comenzó a pensar en el suicidio, se dio cuenta de que había llegado la hora de cambiar drásticamente. “Un día estaba conduciendo y pensé en lanzarme con el coche por el puente”, desveló Archer. “Tenía una familia excelente y confiaba en mí misma pero pensaba que la vida no podía ser solo eso”.

Archer, quien ahora tiene 28 años, decidió cambiar su vida utilizando el ejercicio como terapia y comenzó a documentar el proceso en su página de Instagram. Sin embargo, no sabía que aquel sería el punto de partida de lo que más tarde se convertiría en una marca conocida en todo el país: SWEAT.

Para llevar una vida más saludable, Archer fue dando pequeños pasos, como ir al supermercado caminando en vez de usar el coche. Aunque confiesa que su objetivo no era adelgazar, lo cierto es que ese cambio en su estilo de vida la llevó a perder algunos kilos: los resultados hablaron por sí solos.

“Comencé a publicar mi progreso y lo que comía. Entonces empecé a notar que el número de seguidores era cada vez mayor y que las personas empezaban a pedirme información al respecto”, comentó.

Después puso a prueba sus habilidades en el diseño gráfico y escribió su primer libro electrónico How to meal prep. Lo sacó a la venta por 5 dólares y lo promocionó a través de Instagram.

Archer encontró en Instagram la mejor oportunidad para promocionarse y llegar a un mayor número de personas. El éxito que obtuvo con sus dos primeros libros electrónicos le dio la confianza necesaria para abandonar su trabajo como diseñadora gráfica.

“Regresé a casa y decidí que quería comenzar a dar clases de entrenamiento físico. Así que un día publiqué en mi cuenta de Instagram: “Si quieres entrenar conmigo, nos vemos en este aparcamiento, lleva 5 dólares”, comentó Archer.

En apenas unos meses las cinco personas que comenzaron a asistir a las clases SWEAT de Archer se convirtieron en 50.

La idea de emprender la “Gira SWEAT 2014” surgió cuando comenzó a notar que sus seguidores le pedían que viajara a sus ciudades. En noviembre de 2013, Archer contaba con 75.000 seguidores y se había propuesto una nueva meta. “Si llego a los 100.000 seguidores para Año Nuevo, viajaré a los 50 estados a lo largo del año para impartir mis clases”.

Después de 6 meses dando clases en un aparcamiento de Richmond, Archer logró ahorrar 40.000 dólares y en Año Nuevo, cuando llegó a los 118.000 seguidores, vendió su coche, compró un billete de ida a California y comenzó su gira por todo el país. “Durante todo un año impartí una clase cada sábado en un estado diferente. En cada estado tenía al menos una persona que entrenaba conmigo”, comentó.

Durante esos viajes Archer ganó 130.000 dólares. Con ese dinero pagó otros viajes y pudo abrir en su ciudad natal su propio gimnasio, SWEAT, para continuar impartiendo sus clases.

Han pasado tres años desde que Archer comenzó a documentar su experiencia en Instagram. Actualmente tiene 218.000 seguidores y seis fuentes de ingresos diferentes a través de su marca SWEAT: vende ropa de entrenamiento, DVDs con sesiones de entrenamiento y ofrece consultas privadas, y cada uno de los servicios cuesta solo 5 dólares. Posee un gimnasio de 279 metros cuadrados y tiene inscritos en sus clases a más de 800 miembros activos y lo mejor es que su negocio no muestra signos de declive.

Archer comentó: “Solo pretendo seguir ayudando a las personas. Si ayudó a una persona a salir de la cama por la mañana y la motivo para que viva su vida, entonces estaré satisfecha con mi trabajo”.

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Vanessa Sanchez