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Los costos reales de la carrera digital por el bitcóin

Para compensar las emisiones que se crean cada año debido al uso de energía de la mina de bitcoines de Bitdeer, en Rockdale, Texas, habría que plantar y cultivar casi 12 millones de árboles durante una década. (Jordan Vonderhaar/The New York Times).
Para compensar las emisiones que se crean cada año debido al uso de energía de la mina de bitcoines de Bitdeer, en Rockdale, Texas, habría que plantar y cultivar casi 12 millones de árboles durante una década. (Jordan Vonderhaar/The New York Times).

A Texas le faltaba electricidad. La tormenta invernal Uri había inhabilitado las plantas eléctricas de todo el estado y había dejado en una gélida oscuridad a decenas de miles de hogares. A finales del 14 de febrero de 2021, casi 40 personas habían muerto, algunas a causa del frío helado.

Mientras tanto, en el cascarón de una antigua planta de fundición de aluminio ubicada a una hora de Austin, filas y filas de computadoras consumían electricidad suficiente para abastecer a unos 6500 hogares, mientras competían para ganar bitcoines, la principal criptomoneda del mundo.

Las computadoras realizaban billones de cálculos por segundo, a la caza de una combinación escurridiza de números que aceptara el algoritmo de bitcóin. Casi cada diez minutos, en algún lugar, una computadora lo adivina correctamente y gana un pequeño número de bitcoines valorados, en semanas recientes, en unos 170.000 dólares.

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En Texas, las computadoras siguieron funcionando hasta poco después de la medianoche. Entonces, el operador de la red eléctrica del estado ordenó apagarlas, conforme un acuerdo que le permitía hacerlo si el sistema estaba a punto de fallar. A cambio, empezó a pagarle a la empresa de bitcoines Bitdeer un promedio de 175.000 dólares la hora por mantener apagadas las computadoras. En los cuatro días siguientes, Bitdeer ganó más de 18 millones de dólares por no operar, de tarifas que al final pagaron los texanos que habían soportado la tormenta.

The New York Times ha identificado en Estados Unidos 34 operaciones a gran escala de este tipo, conocidas como minas de bitcoines, las cuales ejercen una inmensa presión sobre la red eléctrica y la mayoría ha encontrado formas novedosas de sacarle provecho. Sus operaciones pueden generar costos —incluidas cuentas de electricidad más elevadas y una enorme contaminación de carbono— para todos los que les rodean.

Hasta junio de 2021, la mayor parte de la minería de bitcoines se realizaba en China. Luego, el país expulsó las operaciones de bitcóin, al menos durante un tiempo, para lo cual citó la cantidad de energía que usaban, entre otras razones. Estados Unidos se convirtió de inmediato en el líder mundial de la industria.

En la mina de bitcoines de Applied Digital en Jamestown, Dakota del Norte, los ventiladores trabajan para enfriar más de 30.000 computadoras apiladas que miden dos pisos de altura y se extienden cientos de metros, el 28 de febrero de 2023. (Gabriel J. X. Dance/The New York Times).
En la mina de bitcoines de Applied Digital en Jamestown, Dakota del Norte, los ventiladores trabajan para enfriar más de 30.000 computadoras apiladas que miden dos pisos de altura y se extienden cientos de metros, el 28 de febrero de 2023. (Gabriel J. X. Dance/The New York Times).

Desde entonces, no se ha sabido con precisión cuánta electricidad consumen las minas de bitcoines en Estados Unidos ni su efecto en los mercados energéticos y el medioambiente. El Times, por medio de registros públicos y confidenciales, así como de los resultados de estudios que encargó, presenta las estimaciones más completas hasta la fecha sobre el consumo de energía de las mayores operaciones y el efecto dominó de su voraz demanda.

En algunas zonas, esto ha disparado los precios. En Texas, donde 10 de las 34 minas están conectadas a la red estatal, el aumento en la demanda ha provocado un incremento de casi un cinco por ciento en las cuentas de electricidad de los clientes, es decir 1800 millones de dólares al año, según una simulación que realizó para el Times la empresa de investigación y consultoría energética Wood Mackenzie.

Según un análisis de WattTime, una empresa tecnológica sin fines de lucro, este uso adicional de energía en todo el país también produce la misma cantidad de contaminación con carbono que si se pusieran en circulación 3,5 millones de autos de gasolina en las carreteras estadounidenses. Muchas de las operaciones de bitcoines se promocionan como responsables con el medioambiente y se instalan en zonas con fuentes abundantes de energías renovables, pero sus necesidades energéticas son demasiado grandes para satisfacerse solo con esas fuentes. Como resultado, se han convertido en una bendición para la industria de los combustibles fósiles: WattTime descubrió que las plantas de carbón y gas natural participan para satisfacer el 85 por ciento de la demanda que estas operaciones de bitcoines añaden a sus redes.

Su enorme consumo de energía, combinado con su capacidad para apagarse casi al instante, permite que algunas empresas ahorren y ganan dinero moviendo con destreza las palancas de los mercados eléctricos estadounidenses. Pueden eludir las comisiones que se cobran durante los picos de demanda, revender su electricidad a un precio superior cuando los precios aumentan e incluso cobrar por ofrecerse a frenar sus operaciones.

En algunos estados, los ingresos de los operadores de bitcóin pueden proceder en última instancia de otros clientes de electricidad. El ejemplo más claro es Texas, donde el operador de la red les paga a las empresas de bitcoines por prometer un corte rápido si es necesario para evitar apagones. En la práctica, es raro que les pidan hacerlo y, en cambio, ganan dinero adicional mientras hacen exactamente lo que habrían hecho de todos modos: buscar bitcoines.

Varias de las empresas reciben dinero por medio de estos acuerdos la mayor parte del tiempo que operan.

En entrevistas y comunicados, muchas de las empresas dijeron que no se diferenciaban de otros grandes usuarios de energía, salvo por su disposición a realizar cortes rápidos en beneficio de la red. Varias se opusieron al método que utilizaron el Times y WattTime para estimar sus emisiones, el cual calculó la contaminación causada por la energía adicional generada para satisfacer la demanda de las minas, y demostró que procedía en gran medida de combustibles fósiles.

Las empresas afirmaron que este método les imponía una norma injusta.

“El análisis citado podría utilizarse para atacar a cualquier industria que consuma energía”, comentó David Fogel, director ejecutivo de Coinmint, firma que opera al norte del estado de Nueva York. “Creo que es injusta toda la noción de señalar así a industrias específicas”.

Muchos académicos que estudian la industria energética señalaron que la minería de bitcoines sin duda tenía efectos significativos en el medioambiente.

“Están agregando cientos de megavatios de nueva demanda cuando ya nos enfrentamos a la necesidad de reducir con rapidez la energía procedente de los combustibles fósiles”, comentó Jesse Jenkins, profesor de la Universidad de Princeton que estudia las emisiones de la red eléctrica.

“Si te preocupa el cambio climático, entonces es un problema”, agregó.

Lee Bratcher, presidente de Texas Blockchain Council, un grupo cabildero del bitcóin, dijo en un correo electrónico que la industria incentiva el desarrollo de nuevas plantas de energías renovables y gas natural. Sin embargo, según los expertos de la industria energética, aunque algunos parques eólicos actuales quizá obtienen beneficios modestos, la generación de energías renovables tarda años y por lo general requiere que los clientes se comprometan a garantizar que comprarán electricidad durante una década o más.

Según Jenkins, es más probable que la demanda casi constante de energía de las operaciones de bitcoines mantenga en funcionamiento las plantas de combustibles fósiles que produzca más energías renovables.

Según WattTime, algunas de las empresas de bitcoines más contaminantes se han declarado partidarias de las energías renovables.

Por ejemplo, el director ejecutivo de Riot Platforms describió la minería de bitcoines como “excepcionalmente benéfica y favorable para las energías renovables”. Los combustibles fósiles fueron los responsables de satisfacer el 96 por ciento de la demanda de energía que genera la mina de la empresa, según mostró el análisis de WattTime.

La ofensiva de los mineros de bitcoines

Minar bitcoines produce ingresos constantes, pero utilizar tanta electricidad también puede ser un modelo de negocio.

Los momentos de clima extremo son ejemplos especialmente crudos. Consideremos el 23 de junio de 2022, el octavo día consecutivo con temperaturas cercanas a los 38 grados en Austin, lo cual le permitió a Riot Platforms demostrar varias formas de convertir la electricidad en dinero.

Como muchos compradores industriales, la empresa había comprado en preventa su energía a una fracción del precio disponible para los clientes residenciales. La mina de Riot funciona con 450 megavatios, la mayor cantidad en el país.

Cada día de ese junio, los aciertos de sus computadoras ganaron un valor promedio de unos 342.000 dólares en bitcoines. No obstante, la empresa tenía dos formas adicionales de mejorar sus márgenes de beneficio.

En primer lugar, se había inscrito al Responsive Reserve Service, un programa de la red eléctrica de Texas que ofrece una forma rápida de reducir la tensión si la red se sobrecarga y actúa como seguro contra los apagones. El programa les paga a las mineras, y a otras empresas, por prometer que dejarán de consumir electricidad si se les solicita. En realidad, rara vez se les pide que dejen de consumir electricidad, pero se les paga por la promesa.

Desde la medianoche hasta casi las cuatro de la tarde del 23 de junio, Riot ganó más de 42.000 dólares con el programa mientras seguía minando bitcoines.

Más o menos en ese momento, la empresa pasó a la segunda técnica: evitar las comisiones que Texas cobra para mantener y reforzar la red eléctrica. Para ello, detuvo durante poco tiempo sus operaciones casi por completo.

Para las seis y media de la tarde, la empresa había reanudado la minería. Si Riot hubiera operado a toda su capacidad durante todo el día, habría incurrido en tarifas de unos 5,5 millones de dólares, costos que pagan en gran medida otros texanos. A lo largo del año, gracias a esto, Riot se ahorró más de 27 millones de dólares en posibles comisiones.

El operador de la red de Texas, el Consejo de Fiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT, por su sigla en inglés) publicó datos que describieron las acciones de la empresa. Aunque los registros usan seudónimos para referirse a los proveedores de energía, el Times pudo identificar a seis de las diez operaciones de Texas en los datos.

Un último mecanismo permite que algunas empresas ganen dinero adicional cuando suben los precios de la electricidad: pueden dejar de minar y revender electricidad a otros clientes. Riot ganó así unos 18 millones de dólares el año pasado.

Con la minería de bitcoines, la empresa ganó 156,9 millones de dólares el año pasado.

Después de contabilizar el ahorro y los ingresos de cada una de las estrategias, Riot les dijo a los inversionistas que su costo de electricidad en 2022 fue de 2,96 centavos por kilovatio-hora.

En comparación, el precio promedio para otras empresas industriales de Texas fue de 7,2 centavos. Para los residentes, fue de 13,5 centavos.

‘Texas será el líder de las criptomonedas’

Estas oportunidades han provocado que algunas de las mayores operaciones de bitcóin del país elijan Texas.

“Es una enorme carga financiera para los texanos”, opinó Ben Hertz-Shargel, quien dirige la investigación relacionada con la red en Wood Mackenzie, y fue parte del equipo que realizó la simulación basada en el mercado para el Times a partir de datos históricos de ERCOT. Según Hertz-Shargel, debido al funcionamiento del mercado texano, los aumentos son más elevados para los clientes residenciales.

Según otras personas, el aumento de los precios incentivará el desarrollo de tipos más baratos de generación de energía.

En Texas, las empresas tienen aliados poderosos. El gobernador Greg Abbott dijo en un tuit que “Texas será el líder de las criptomonedas” y recibió al Texas Blockchain Council en la mansión de la gubernatura. El antiguo director ejecutivo interino de la red se declaró “probitcóin” y el actual vicepresidente del consejo de la red es un antiguo asesor del Texas Blockchain Council. Sin embargo, en marzo, tres senadores republicanos del estado se unieron para respaldar un proyecto de ley que restringiría las exenciones fiscales a los mineros y pondría límites estrictos a su participación en programas como el Responsive Reserve Service.

En Rockdale, donde operan dos de las minas más grandes del país justo fuera de los límites de la ciudad, la administradora municipal, Barbara Holly, le comentó al Times que la ciudad solía ser “una pequeña comunidad bastante rica”. Mencionó que eso cambió cuando una gran planta industrial que había sido la fuente de miles de empleos cerró hace más de una década. “Eso le cortó las piernas a esta comunidad”, opinó.

Era la antigua fundidora de aluminio, ahora sede de la mina de Bitdeer.

c.2023 The New York Times Company