Te guste o no, Fortnite es uno de los videojuegos más influyentes en la historia del gaming moderno. Desde su debut en 2017, creó tendencias que las grandes compañías adoptaron sin dudarlo. Debido a esto, este juego moldeó poco a poco aspectos muy importantes de la industria y marcó el camino a seguir en muchos sentidos.
La mina de oro de Epic Games ha dejado huella en la forma en que se crean tus juegos favoritos y se diseñan sus sistemas de monetización. Fornite también cambió la manera en que gastas tu dinero en los juegos y, por supuesto, tus hábitos de consumo. Todo esto ha sido posible gracias a una evolución constante que Epic ha sabido gestionar muy bien a lo largo de los años.
[dailymotion title="Fortnite: ¿cómo se convirtió en el paraíso para los crossovers?" image="https://s1.dmcdn.net/v/W8_t81c8Tc-a-9UdR/x240" duration="706"]x8x1k94[/dailymotion]
Un parteaguas para la industria
La influencia de Fortnite en la industria es enorme. Popularizó y consolidó el género Battle Royale, que se niega a morir a pesar de todos sus altibajos. Si bien la tendencia ganó fuerza gracias a PUBG, fue el juego de Epic y su arrollador éxito lo que dio origen a experiencias como Apex Legends. Además, hizo que franquicias del tamaño de Call of Duty y Battlefield incursionaran en dicho terreno.
De igual modo, demostró que las experiencias online pueden ser realmente masivas y unir a comunidades enormes. Fortnite impulsó funciones como el cross-play, el enfoque multiplataforma e hizo que la idea del metaverso de Mark Zuckerberg y otros directivos pareciera una broma de niños. Por si fuera poco, el Battle Royale afianzó la popularidad de los free-to-play y provocó que los grandes de la industria dudaran sobre el camino que debían seguir.
Aún más importante: dio aire fresco a un modelo de negocios que se sentía estancado y que abusa de forma continua y descarada de nuestros bolsillos. Fortnite debutó en un momento clave, justo cuando Electronic Arts y otras compañías protagonizaban fuertes polémicas por las cajas de botín.
Estos odiados artículos digitales inundaron los juegos que se vendían a precio completo y dispararon la ambición de las compañías, quienes vieron un sistema de negocios muy rentable. Sin embargo, en poco tiempo se convirtieron en algo predatorio por su aleatoriedad, su monetización agresiva, su falta de transparencia, su nula regulación y el impacto que tenían en la experiencia de juego con objetos pay-to-win. Basta con recordar el lamentable caso de Star Wars: Battlefront II, descrito por muchos como una especie de casino temático.
Cuando Fortnite debutó no era la máquina de hacer dinero que todos conocemos. De hecho, empezó con un modelo más tradicional con el modo Salva el mundo, una experiencia de pago enfocada en la supervivencia. Epic coqueteó con la idea de hacerlo free-to-play por un tiempo, pero finalmente decidió mantenerlo como un componente de pago, incluso hasta ahora.
La situación cambió radicalmente cuando el modo Battle Royale llegó como una experiencia gratuita. Epic tiró todas esas barreras que otras compañías habían construido y mantenido con tal de exprimir nuestros bolsillos de formas cuestionables. Esta estrategia disruptiva no sólo atrajo a millones de jugadores en un corto periodo de tiempo, sino que también redefinió el modelo de negocio de los videojuegos en línea.
El Battle Royale propuso un sistema que innovó de diversas formas. Además de ofrecerse como una experiencia free-to-play, se renovaba constantemente por medio de temporadas de contenido muy atractivo. Hizo que muchos nos engancháramos con ese ritmo de actualizaciones constantes llenas de novedades y creáramos un hábito de consumo que se consolidó con el paso del tiempo.
Por otro lado, su economía se impulsó desde un principio por una tienda que era transparente y nos permitía comprar exactamente lo que queríamos. De esta forma, la monetización se ató a la personalización, pero sin elementos aleatorios ni características que los hicieran pay-to-win.
La combinación ganadora llegó con los Pases de batalla y las Monedas V, también conocidas como PaVos. A pesar de que los skins, accesorios y demás elementos cosméticos no ofrecen ventajas a nivel competitivo, se convirtieron en un elemento de personalización muy deseado y, por ende, en la principal fuente de ingresos del Battle Royale. Todo esto desató una oleada de free-to-play y de precio completo que calcaron dicha estrategia para convertirla en el estándar actual de la industria.
Asimismo, Epic atrajó la atención de muchos jugadores con recompensas gratuitas, dirigidas a aquellos que buscaban divertirse sin gastar un centavo. La cereza en el pastel fueron las colaboraciones. La integración de personajes y elementos de la cultura pop elevó la popularidad de Fortnite a las nubes, como en ningún juego previo. Así, logró captar a usuarios de todas las edades y gustos.
En el título hemos visto desfilar personajes de Star Wars, Dragon Ball, Naruto, DC, Marvel, Attack on Titan, Halo, God of War y demás franquicias. Además, estrellas de la música, los deportes, el cine y otras industrias del entretenimiento se han unido a su universo. Esto provocó que Call of Duty, PUBG, Free Fire y demás juegos retomaran la idea y le dieran giros diferentes.
Posteriormente, Epic volteó a ver los servicios de suscripción. Fue así como nació Fortnite Crew, una alternativa para consentir a los jugadores más fieles con recompensas exclusivas y demás contenido. Este pilar de monetización nació en 2020 y desde entonces se ha mantenido activo con tal éxito, que títulos como Minecraft siguieron la tendencia.
Epic también hizo un movimiento inusual al compartir las ganancias del Battle Royale con los creadores de contenido. Esta iniciativa se ha expandido con el paso de los años y ha tenido muy buenos resultados gracias a varios programas. Todos estos elementos se volvieron tendencia y diversos estudios los adoptaron para sus juegos sin pensarlo demasiado, pues quedaron sorprendidos con los resultados.
EA prácticamente siguió la fórmula probada por Epic y obtuvo el éxito que buscaba con Apex Legends. Sin embargo, también es importante mencionar que hubo un sinfín de propuestas que fracasaron al intentar emular a Fortnite. Entre ellas están Radical Heights, The Darwin Project y Rumbleverse, pero son muchos los títulos que se estrellaron con la pared por no proponer algo nuevo.
En este sentido, Fortnite ha sido un parteaguas para la industria, los títulos multijugador y los juegos como servicio. Lo interesante es que su modelo de negocios no es estático, y justamente en eso reside el éxito que otros no han conseguido. Epic lo ha adaptado continuamente mientras el título evoluciona, cambian las tendencias de la industria y surgen proyectos nuevos. Esto lo ha convertido en un poderoso imán para gigantes del entretenimiento, como Disney y LEGO, que han invertido en la plataforma y han hecho colaboraciones importantes.
Fortnite es tan masivo y popular que recientemente ha podido diversificarse en varias experiencias. Ahora existen Fortnite Festival y LEGO Fortnite, juegos donde Epic replicó el efectivo sistema del Battle Royale con colaboraciones cada vez más ambiciosas, contenido gratuito más llamativo y el modelo probado de Pases con el Festival Pass y el LEGO Fortnite Star Wars Battle Pass.
Algunas filtraciones recientes revelan que Epic confía plenamente en su modelo de negocios y que sus equipos lo tienen más que dominado. En los próximos meses, se espera contenido de Mad Max, Piratas del Caribe, Marvel y más franquicias para el Battle Royale. A la vez, el estudio prepara la llegada de los Klombos y más tipos de construcciones para LEGO Fortnite.
En cuanto a Fortnite Festival, se esperan colaboraciones con Karol G, Snoop Dogg y Metallica. La variedad de contenido y crossovers es algo para admirar, pues demuestra el alcance que tiene Fortnite en el entretenimiento y la cultura en general. La plataforma se ha convertido en una maquinaria que seguirá cambiando y marcando paradigmas que otros intentarán emular, a pesar de que pocos o ningún estudio puede igualar el alcance y el ritmo de producción que Epic tiene desde hace varios años.
Sabemos que el estudio explora alternativas para que la experiencia de todo su universo sea más accesible. Una encuesta sugirió que Fortnite Crew podría incluir todos los Pases de Fortnite en el futuro, con un obvio aumento de precio. Si bien no está confirmado, es un hecho que, tanto la plataforma como su monetización continuarán evolucionando.
Un modelo en constante evolución, pero no necesariamente el mejor
Fortnite modernizó la monetización en la industria y le dio un duro golpe a las cajas de botín; sin embargo, esto no implica que su modelo de negocios sea necesariamente justo, transparente y el mejor para el bolsillo de los jugadores. A fin de cuentas, Epic busca maximizar sus ganancias a costa de todo.
El estudio ha sido acusado de usar patrones oscuros, una estrategia de diseño empleada en interfaces de usuario para manipular a las personas y lograr que ejecuten acciones específicas. En el caso de Fortnite, hacer compras y aceptar pagos de todo tipo sin pleno consentimiento. También ha sido señalado por supuestamente invadir la privacidad de adolescentes y niños. De hecho, esto provocó que la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos (FTC) multara al estudio con $520 MMDD en 2022.
Para nadie es un secreto que el modelo de negocios de Fortnite se sustenta en gran medida en el FOMO o el miedo a perderse algo. Sobre todo ahora, que la plataforma se ha diversificado en juegos distintos. Esta estrategia mantiene enganchados a los jugadores por medio de los Pases de batalla y su contenido temporal, skins que están disponibles por tiempo limitado, así como con eventos y colaboraciones exclusivas. Esto ha moldeado poco a poco nuestros hábitos de consumo con gastos que pueden ser impulsivos. Además, puede crear cierta dependencia al título y, en algunos jugadores, hasta generar ansiedad y estrés.
Por otro lado, Epic ha modificado algunos aspectos del Battle Royale y ha generado polémica en toda la comunidad. La actualización 29.20 eliminó el antiguo sistema de colores y nombres que servía para distinguir la rareza de los diversos objetos cosméticos. Por tal motivo, muchos temen que fije los precios de los cosméticos sin un criterio fijo y que incluso los objetos básicos sean costosos.
Por supuesto, el mayor temor de muchos es que estas prácticas se expandan cada vez más en la industria y se conviertan en la norma, lo que podría regresarnos a los peores tiempos de las cajas de botín. Epic ha demostrado que puede encontrar un balance que, sin duda, debe respetar para que Fortnite siga siendo su gran mina de oro.
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