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Las leches vegetales coparon el mercado pero el negocio enfrenta un gran peligro

Parte esencial de la cada vez más popular alimentación "plant based" o a base de plantas, las bebidas vegetales nacieron hace años como una alternativa para quienes no pueden –o no quieren– consumir leche de vaca. Lo que se inició de a poco como una moda de nicho que se elaboraba muchas veces de forma casera, ahora llegó al mercado argentino de la mano de pequeñas y grandes empresas que aceleraron de manera vertiginosa las ventas de la categoría.

Según un estudio realizado a fines de 2020 por ProVeg International, el mercado de alimentos vegetales está liderado por las bebidas vegetales y sólo en España la categoría tiene un valor de mercado de 318 millones de euros. En el caso de Argentina, para mediados de 2021 se consumían 3,5 millones de litros de bebidas vegetales por año y se espera que para 2026 este número se pueda cuadruplicar.

Para Matías Latugaye, country manager Argentina de NotCo, una empresa chilena líder en la producción de alimentos de origen vegetal, el auge de la tendencia se puede explicar por el crecimiento exponencial de los consumidores interesados en esta alternativa que ya no son solo necesariamente los veganos o vegetarianos.

¿El gran problema? Que algunas empresas están enfrentando serios problemas para importar insumos clave, lo que podría afectar los niveles de producción.

Quiénes consumen las bebidas vegetales

"Están quienes eligen consumir productos de origen vegetal por cuestiones de salud, como por ejemplo la intolerancia a la lactosa en el caso de la leche de vaca, también los motivados por preocupaciones ambientales al considerar el efecto de la ganadería o la cría de animales sobre el ambiente y por último los que buscan directamente reemplazar alimentos de origen animal por otros derivados de plantas", explica Latugaye a iProfesional.

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Fue en el 2020 que NotCo lanzó en Argentina su bebida vegetal, a la que llamó NotMilk, elaborada con ingredientes como proteínas de arvejas, jugo de ananá y repollo. Hoy desde la empresa destacan que sus cuatro variedades aportan calcio a la media del mercado de leche tradicional y que para producir un litro de NotMilk se necesita un 92% menos de agua y se libera un 74% menos de CO2 que en la producción de leche animal.

La disminución del impacto en el medioambiente como beneficio de las bebidas vegetales no es un dato menor, ya que es uno de los atractivos esgrimidos por sus productores para que los llamados consumidores "flexitarianos" se interesen en estos productos.

Cocoon es otra de las marcas argentinas de bebidas vegetales

"Nosotros hablamos mucho del flexitariano para referirnos a ese consumidor que quiere bajar el consumo animal pero que no es vegano, sino que quiere reducir la cantidad de productos animales que come por el tema del medio ambiente y para cuidarse un poco más. Es ahí donde el mercado va a crecer", opina Marcelo D’Abramo, CEO de Vrink, otras de las marcas locales dedicadas a la elaboración de bebidas vegetales.

Surgida en 2019, Vrink se inició con una bebida de almendras, el sabor más tradicional y popular si de bebidas vegetales se trata. Con el paso de los años fueron incursionando en nuevas versiones y lanzando opciones elaboradas a partir de avena, coco y hasta maní. Hoy cuentan con diez variedades y en 2021 cerraron el año vendiendo un total de 2 millones y medio de litros.

D’Abramo destaca la importancia de hablar de "bebida" vegetal y no de "leche", ya que querer homologarlas puede tener un impacto negativo en el consumidor. "El principal error en general es querer sustituir en nuestra cabeza la leche de vaca con la bebida vegetal. Es imposible. Son dos productos de composiciones totalmente distintas y es muy difícil. Es una bebida diferente que tiene mil usos", agrega.

Además de tomarse como acompañamiento de cafés o para hacer licuados, las bebidas vegetales son ingrediente esencial de la comida plant based para diferentes elaboraciones culinarias como el caso de la bebida de almendras de Vrink, que fue elegida por el restaurante porteño La Mar para elaborar su ceviche de hongos, o la alianza que NotCo estableció con Freddo para crear helados 100% a base de plantas.

El gran riesgo del negocio: trabas para importar

El incremento en las ventas dentro del rubro de las bebidas vegetales hizo que gigantes de la industria láctea y alimenticia giraran las cabezas a mirar el fenómeno con interés. Fue así que en 2020 Mastellone Hnos. se sumó a la tendencia sacando al mercado las variantes de almendra y arroz bajo la marca La Serenisima, algo que ya había hecho Danone con su marca Silk y también Ades, perteneciente a Coca Cola.

"Nos costó introducir esta nueva categoría al mercado argentino, entonces celebramos un poco cuando las grandes marcas lanzaron sus opciones vegetales porque eso significaba que se estaban fijando en el segmento, aggiornandose e innovando porque hay clientes y consumidores nuevos y es una tendencia que vino para quedarse", dice Federico Nelson, fundador junto con Antonio Nerviani de Cocoon, otras de las marcas argentinas de bebidas vegetales.

En el 2020 NotCo lanzó en Argentina su bebida vegetal, a la que llamó NotMilk

Con sus variedades que incluyen opciones como almendras, coco y castañas de caju, Cocoon cerró un muy buen 2022 creciendo un 70% interanual. Sin embargo, Nelson avizora un 2023 con ciertas dificultades principalmente por los problemas para importar en un segmento donde gran parte de sus ingredientes se traen de otros países, lo que impacta también en su precio.

"Actualmente tenemos muchos problemas de insumos que esperamos se resuelvan pronto. La idea siempre es hacer un producto nacional, pero gran parte de los insumos son importados", explica Nelson.

"Son materias primas de muy buena calidad y en su mayoría importadas", agrega D’Abramo de Vrink. "Los costos son en dólares, lo que hace muy complicado poder bajar el precio. Cuando empezamos nuestro objetivo era ser la bebida vegetal más accesible del mercado y ahora mes a mes medimos a ver si logramos o no la estrategia. Es muy difícil el tema precios".

Más allá de las dificultades coyunturales, desde todas las empresas consultadas se cree que el segmento de estas bebidas seguirá creciendo y dando sus frutos. "NotMilk es la categoría que más ha crecido en los últimos 3 años e incluso se espera que llegue a 22% del total mercado para 2035. Para el año que viene tenemos la expectativa de aumentar nuestro volumen de venta a doble dígito", cuentan al respecto desde NotCo.