Yahoo Finanzas MareNostrum, el supercomputador más bello del mundo escondido dentro de una capilla
Barcelona es ciudad de cultura, fiesta, de Antoni Gaudí y sus edificaciones majestuosas y del MareNostrum, uno de los supercomputadores más potentes jamás concebidos. Pasado y futuro se entremezclan en esta máquina casi perfecta que trabaja y hace cómputos y analiza cantidades ingentes de información y recrea la inteligencia humana (y por momentos la supera) a buen recaudo en una capilla medieval.
Es el centro de datos más bello del mundo. Así lo decidió el gran público en una votación popular organizada por la empresa Datacenter Dynamics (DCD). Para alzarse con este reconocimiento, se impuso a centros tan espectaculares como el Ámsterdam Data Tower, el LuxConnect DC 2 en Luxemburgo y el Bahnhof Pionen, construido dentro de un refugio nuclear de la Guerra Fría en Estocolmo. Solo uno podía llevarse el trofeo y ese fue el MareNostrum.
Su peculiar localización le avala. El supercomputador del Barcelona Supercomputing Center (BSC) se encuentra ubicado en el interior de la capilla de Torre de Girona, en una de las zonas más exclusivas de la ciudad española. La finca privada Torre de Girona data de 1860, propiedad del acaudalado banquero Manuel Girona que utilizaba como refugio de veraneo. El terreno contiene una casa de estilo neo-clásico, amplias zonas ajardinadas y un mirador con estanque o viceversa. La capilla donde hoy “descansa” la super máquina (un decir, porque funciona las 24 horas del día, los 365 días del año) fue erigida en la década de 1940, tras la Guerra Civil que asoló España y el país nunca volvió a ser el mismo. 30 años después, la pequeña iglesia fue desacralizada. Ya sin su carácter sagrado y desarraigada de cualquier simbolismo divino, pasó a manos de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC).
Fue en abril de 2005 cuando las autoridades españolas, con financiación de la Unión Europea, instalaron el primer MareNostrum en su interior (ya va por el quinto modelo), conservando la estructura original de la capilla. Si bien la infraestructura clásica sufrió algunas modificaciones de carácter leve para dar cabida a la imponente máquina, se dejaron intactos las columnas clásicas, los arcos de la galería y las vidrieras.
El MareNostrum 4 comenzó a funcionar en julio de 2017. Su puesta en marcha fue un hito para la investigación mundial y, sobre todo, para la europea. No en vano, está considerado como el decimosexto supercomputador con mayor rendimiento a nivel mundial y el tercero en Europa, de acuerdo a la lista Top500. Está compuesto por 48 torres con un total de 3.456 nodos, cada uno con dos chips de 24 procesadores. Su capacidad de cálculo es de 11,1 Petaflops. Para que nos entendamos, puede realizar 11.100 billones (11 mil 100 millones de millones) de operaciones por segundo. Una cifra difícil de concebir para la mente humana, pero son muchos, muchísimo cálculos.
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¿Y para qué se utiliza esa capacidad de procesamiento tan bestial del MareNostrum? La utilidad es múltiple y muy variada, pero, básicamente, se emplea para crear simulaciones (de energías de fusión, por ejemplo) y para apoyar la investigación del genoma humano y de nuevos medicamentos para curar enfermedades todavía mortales (como el sida o el cáncer).
Una supermáquina que ya tiene reemplazo: el MareNostrum 5. Todavía en construcción, tendrá una potencia de 314 Petaflops (314.000 billones de operaciones por segundo) y estará especializado en inteligencia artificial y en la simulación de propagación de virus.
