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En medio de la crisis financiera global, la soja completó la semana con una baja del 2% en Chicago

Ante la crisis del sector financiero y la caída de los indicadores bursátiles, los fondos echaron mano a ganancias en el mercado de la soja
Ante la crisis del sector financiero y la caída de los indicadores bursátiles, los fondos echaron mano a ganancias en el mercado de la soja - Créditos: @Mary Altaffer

La influencia alcista derivada del derrumbe de las expectativas sobre el volumen de la cosecha argentina de soja no alcanzó para sostener los valores de la oleaginosa en la Bolsa de Chicago, donde la semana de negocios reflejó quebrantos en torno del 2%, luego de las ventas concretadas por los fondos de inversión, que recurrieron a las ganancias habidas en el mercado agrícola para saldar pérdidas y reponer garantías en el sector bursátil, en medio de una crisis financiera con final abierto que afecta por igual a entidades bancarias de Estados Unidos y de Europa.

Al cierre de las operaciones, las pizarras del mercado estadounidense mostraron ayer quitas de 5,51 y de 5,42 sobre los contratos mayo y julio de la soja, cuyos ajustes fueron de 542,52 y de 536,92 dólares por tonelada. En el balance de la semana estas posiciones resignaron un 2 y un 2,2% frente a los registros del viernes anterior, de 553,73 y de 549,23 dólares.

Frente a la crisis financiera, que en Estados Unidos quedó de relieve tras las caídas del Sillicon Valley Bank y del Signatura Bank, que debieron recibir asistencia del gobierno federal para resguardar el dinero de los ahorristas, y tras el salvataje que otros bancos debieron hacer del First Republic Bank para que no acentuara su desgracia, los inversores redoblaron su expectativa por los pasos que a mediados de la semana próxima dará la Reserva Federal de los Estados Unidos en cuanto a su política antiinflacionaria de suba de tasas.

Del lado agrícola del mercado, la presión bajista para los precios de la soja en Chicago estuvo dada por el ingreso en el circuito comercial del grano de Brasil, en una campaña récord, con expectativas de alcanzar una producción de 151,42 millones de toneladas, según lo proyectó la semana pasada la Compañía Nacional de Abastecimiento, dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario brasileño. Hasta el momento se cosechó poco más del 60% del área apta. Ayer, la devaluación del real frente al dólar fue un factor bajista adicional para la plaza estadounidense, dado que ella mejora la competitividad de las exportaciones de Brasil y alienta mayores ventas por parte de los productores.

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Tanto el salto productivo de Brasil, de 125,50 a más de 150 millones de toneladas, como el hecho de que Paraguay logrará una producción en torno de los 9 millones de toneladas, casi el doble de lo recolectado en la campaña 2021/2022, amortiguan el efecto alcista de la caída de la cosecha en la Argentina, un factor que, lentamente, comenzará a perder relevancia en un mercado que ya incorporó en el nivel de precios un rango para la trilla argentina de entre 24 y 26 millones de toneladas, lejos de los 33 millones previstos por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en su último informe mensual de estimaciones agrícolas.

La entrada de la cosecha récord de soja de Brasil en el circuito comercial también aportó a la caída de los precios
La entrada de la cosecha récord de soja de Brasil en el circuito comercial también aportó a la caída de los precios - Créditos: @Cortesía Abiove

Por último, el mercado estadounidense de soja también reflejó con su cierre bajista la decepción de los operadores por el lento ritmo de las compras chinas, una situación que, igualmente, tiene una lógica coyuntural por el avance de la cosecha brasileña, luego de las demoras en el inicio de las labores que llegaron a complicar la logística en los puertos. Al respecto, esta semana la Asociación Nacional de Exportadores de Cereales (ANEC) elevó de 14,66 a 14,89 millones de toneladas su previsión sobre las exportaciones de soja de Brasil durante marzo, un volumen superior a los 7,55 millones de febrero y a los 12,16 millones de marzo de 2022.

Racha bajista superada

En contraste con la soja, tras un cierre alcista ayer en el mercado estadounidense, el trigo y el maíz lograron quebrar una racha bajista de cuatro semanas consecutivas para sus precios.

La posición mayo del trigo en Chicago y en Kansas sumó al término de la rueda una suba de US$4,22 y de 5,88, en tanto que su ajuste fue de 261,06 y de 307,09 dólares por tonelada. El balance semanal mostró una mejora del 4,6 y del 4,7% para dicho contrato frente al ajuste del viernes anterior, de 249,58 y de 293,31 dólares, respectivamente.

En buena medida, el repunte del trigo fue consecuencia de la acción compradora de los grandes fondos de inversión, que así procuraron achicar una posición vendida que se mantiene cerca del récord tocado en 2017. Además, mientras los cultivos se van despertando del sueño invernal, aportaron a la recuperación de los precios las condiciones de sequía que persisten en buena parte del territorio de Kansas, el principal Estado productor del grano fino (la cosecha de trigos de invierno se inicia a fines de mayo).

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Respecto del maíz, las posiciones mayo y julio en Chicago subieron ayer US$0,59 al terminar la rueda con ajustes de 249,69 y de 243,20 dólares por tonelada. En el balance semanal estos contratos sumaron un 2,8 y un 1,9% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 243 y de 238,77 dólares, respectivamente.

Si bien el grano grueso también se vio sometido a los avatares de la crisis financiera global y a la caída del valor del petróleo –en la semana el crudo se derrumbó un 13,5% en Estados Unidos, de 76,68 a 66,30 dólares por barril–, el fundamento que lo mantuvo del lado alcista fue China. Ocurre que, a diferencia del desinterés (coyuntural) que la demanda de ese país viene demostrando por la soja estadounidense, entre el martes y ayer el USDA confirmó cuatro nuevas compras chinas de maíz, por un total de 2,11 millones de toneladas.

Acuerdo para las exportaciones de Ucrania

La renovación del acuerdo que posibilita un corredor seguro para las exportaciones agrícolas de Ucrania a través del Mar Negro concitó la atención del mercado, más no tuvo ayer impacto sobre los precios del trigo y del maíz que, por volumen, son los dos principales granos cuyo comercio se vio afectado por la guerra iniciada el 24 de febrero de 2022, tras la invasión rusa a territorio ucraniano.

Hoy vence la renovación firmada en noviembre por los dos países en conflicto y por los mediadores, que son la ONU y el gobierno de Turquía, que lograron el acuerdo original en julio del año pasado. Y hasta el cierre de este artículo ninguno de los actores implicados en dicho acuerdo expresó en modo formal su rechazo a la prolongación del mismo, por lo que la renovación se daría de hecho y bajo las mismas condiciones que en la ocasión anterior, es decir, por otros 120 días.

“Hasta el momento no hay novedades. Rusia sigue repitiendo que extenderá el acuerdo por 60 días, mientras que los negociadores de Ucrania, la ONU y de Turquía sostienen que solo se puede extender por 120 días, que es el plazo mínimo acordado. Además, el documento dice claramente que si no hay objeciones/modificaciones oficiales, el acuerdo se extiende en forma automática por otros 120 días”, contó a LA NACION Andrey Sizov, director general de la consultora SovEcon, especializada en los mercados agrícolas de la zona del Mar Negro.

Según la evaluación del especialista, frente al hecho de que Rusia pide a través de comunicados de prensa un plazo de 60 días, pero sin hacer el reclamo en modo expreso y formal ante los negociadores, “es probable que el acuerdo se extienda este fin de semana por 120 días y que el Kremlin se arrogue la potestad de, a mediados de mayo, decir algo así como ‘ahora revisaremos cómo se está implementando el acuerdo’”.