Plan Gas 5: el Gobierno extiende el programa de estímulo para aumentar la oferta y llenar el gasoducto Néstor Kirchner

Luego de algunas demoras, el Gobierno finalmente hoy publicó el decreto que extiende el Plan Gas hasta 2028. Se trata del programa de estímulo que lanzó la gestión de Alberto Fernández en diciembre de 2020 para incentivar la producción de gas, luego de que el congelamiento de tarifas hiciera bajar los precios y cayera la inversión.

En esta ocasión, pese a que la producción de gas se mantuvo en alza, el Gobierno tiene como objetivo extra que se incremente la oferta para llenar el gasoducto Néstor Kirchner, que ampliará la capacidad de transporte y permitirá reemplazar parte de las importaciones de gas en el invierno.

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La extensión del Plan Gas busca consolidar el bloque de producción de 70 millones de metros cúbicos día (m3/d) durante todo el año. Además, según las proyecciones de la empresa estatal Energía Argentina (Enarsa), a cargo de la licitación y control de la construcción del gasoducto, a partir del invierno próximo estará lista la obra, que permitirá incrementar la oferta local en 11 m3/d.

A partir de 2024, en tanto, la capacidad de transporte que ofrecerá el gasoducto se duplicará a 22 millones de m3/d, cuando además estén operativas las plantas comprensoras (comprimen el gas y entra más volumen), pero todavía no fueron licitadas, por eso su demora para el próximo invierno.

La Argentina importa 60 millones de m3/d de gas en invierno, cuando el consumo total del país aumenta de casi 130 millones de m3/d a 190 millones. Las importaciones se abastecen con los buques de gas natural licuado (GNL), la oferta de Bolivia y otros hidrocarburos alternativos, como gasoil y fueloil, a valores promedio de US$25 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector).

Los productores locales, en cambio, ofrecen gas a valores promedio en el año de US$6 el millón de BTU. Por lo tanto, aumentar en 11 millón la capacidad de transporte podría representar un ahorro en divisas de más de US$1000 millones el año próximo, que aliviará no solo las cuentas fiscales (ya que las tarifas de gas están subsidiadas todavía), sino también las reservas del Banco Central por la menor salida de divisas.

Pese a la competitividad de Vaca Muerta, que permitió bajar los precios del gas y aumentar la oferta, el Gobierno vuelve a recurrir al programa Plan Gas (la quita edición) como forma de paliar la falta de libre mercado, que sucede cuando se congelan las tarifas.

“Si el mercado decide vender el gas a US$10 [el millón de BTU], como vale en el mundo, ¿el Gobierno dejará venderlo a US$10? En una economía con competencia perfecta, como Estados Unidos, todo es libre y se equilibra. Pero tenés que estar dispuesto a aguantar que, cuando en el mundo el gas vale US$60, el productor no va a querer venderlo a US$4. Es una cuestión de cuánta intervención queremos que tenga el Estado en el sector energético. Cuanto más intervención haya, más necesidades de planes gas hay”, opinó Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía, una de compañías que realizó este año US$400 millones de inversiones para aumentar su producción y participar del programa.

“Nosotros no queremos Plan Gas, preferimos la competencia, pero es la única manera de tener una previsibilidad de precio. Apreciamos mucho que lo que estén extendiendo a 2028, porque nos da una previsibilidad mayor, que es muy importante para hacer estas inversiones. El Plan Gas es una licitación para que, al no haber mercado libre, los productores tengan visibilidad de a qué precios pueden vender la producción”, agregó el empresario.

Con el decreto 730/2022 publicado hoy, el Gobierno habilita a la Secretaría de Energía a convocar a una nueva licitación para “contractualizar” los precios de gas por cinco años más del vencimiento del programa vigente actualmente, en diciembre de 2023.

El Plan Gas incluye también “condiciones preferenciales de exportación en condición firme [no interrumplibles] durante el período estacional de verano y/o de invierno, sobre la base de las estimaciones de oferta y demanda que efectúe la Secretaría de Energía”. Este era el punto en discusión entre las distintas empresas y el Gobierno, que retrasó la publicación del decreto, ya que no se ponían de acuerdo cómo asignar los cupos de permisos de exportación, que son limitados por la capacidad de transporte disponible a Chile, que es de alrededor de 6 millones de m3/d.

Según el decreto, para determinar los cupos de exportación en condición firme se realizará una adecuación de la metodología de asignación anterior, considerando los volúmenes y los mejores precios ofertados en las nuevas rondas. En otras palabras, se fijaron dos criterios para determinar los cupos de exportación: según el volumen de producción y según el ahorro que se genera, teniendo en cuenta el volumen y el precio ofrecido. Además, ninguna empresa puede exportar más del 30% de su producción.

El decreto faculta a la Secretaría de Energía a realizar las adecuaciones y cambios necesarios para la instrumentación el Plan Gas y a instrumentar el esquema de abastecimiento de volúmenes, plazos y precios máximos de referencia de gas natural en el PIST (licitaciones de oferta). La reglamentación definitiva será publicada en los próximos días, junto a los correspondientes llamados a concurso”, indicaron en la cartera que conduce Flavia Royón. En esta resolución resta definir qué porcentajes de los dos criterios se tendrán en cuenta para determinar los cupos de exportación.