La inflación británica cae sorpresivamente antes de la decisión sobre tasas

Por William Schomberg y Andy Bruce

LONDRES, 20 sep (Reuters) -La alta tasa de inflación británica se ralentizó inesperadamente, lo que eleva la probabilidad de que el Banco de Inglaterra ponga en pausa su larga racha de subidas de las tasas de interés tan pronto como el jueves.

La libra cayó y los inversores ven casi un 50% de posibilidades de que el Banco de Inglaterra mantenga los tipos de interés en su reunión de septiembre, después de que el índice de precios al consumo cayó en agosto a su nivel más bajo en 18 meses, un 6,7%.

Se trata de una pequeña baja respecto del 6,8% de julio, pero contrasta con las previsiones de aumento de los economistas encuestados por Reuters y del Banco de Inglaterra.

Las medidas subyacentes de la inflación se debilitaron aún más, abriendo la posibilidad de que el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, y sus colegas del Comité de Política Monetaria (CPM) mantengan las tasas el jueves, después de 14 aumentos consecutivos desde diciembre de 2021.

"La gran sorpresa a la baja de la inflación subyacente es un imprevisto de importancia para el Banco de Inglaterra", dijo Chris Hare, economista de HSBC.

El fuerte crecimiento de los salarios en los últimos datos significa que una subida de tasas sigue siendo el resultado más probable el jueves, pero "los datos de hoy aumentan la posibilidad de que el CPM se mantenga a la espera", dijo.

La desaceleración de la inflación se debió a la caída de los precios de los hoteles y los pasajes aéreos, a menudo volátiles, y a que los precios de los alimentos subieron menos que hace un año, según la Oficina Nacional de Estadística.

Todo ello compensó la subida de los precios mundiales del combustible y el aumento de un impuesto sobre las bebidas alcohólicas.

La tasa de inflación británica ha descendido desde un máximo superior al 11% en octubre, pero incluso después de la última caída sigue siendo una de las más altas de Europa Occidental, sólo superada por Austria e Islandia en agosto.

Sin embargo, la inflación subyacente -que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía- cayó bruscamente, al 6,2% desde el 6,9% de julio.

La inflación del sector servicios, también muy vigilada por el Banco de Inglaterra, también perdió algo de fuelle y se ralentizó, al 6,8% desde el 7,4%.

El Banco de Inglaterra declaró el mes pasado que esperaba que la inflación aumentara en agosto hasta el 7,1%, antes de caer bruscamente hasta alrededor del 5% en octubre, lo que supondría más del doble de su objetivo del 2%.

Se espera que el jueves suba los tipos de interés por decimoquinta vez consecutiva, desde el 5,25% hasta el 5,5%.

Muchos economistas e inversores creen que podría ser la última subida del ciclo de endurecimiento del Banco de Inglaterra a medida que la economía británica se ralentiza.

"La reunión del Banco de Inglaterra del jueves se acaba de poner mucho más interesante", dijo James Smith, economista de ING. "Es una decisión muy reñida, pero seguimos tentados de decir que el Banco seguirá adelante con una subida mañana".

En su opinión, es probable que el alza de tasas prevista sea la última del Banco de Inglaterra por ahora.

(Escrito por William James; Reporte de William Schomberg y Andy Bruce, editado en español por José Muñoz y Javier López de Lérida)