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Un 'milagro' económico en Estados Unidos que los consumidores no están sintiendo

La caída de los precios parece insuficiente en los hogares pero se ha logrado que la reducción de la inflación no haya hundido la economía.

Los precios en Estados Unidos han comenzado a bajar sin que la economía se resienta. (Foto: Mario Tama/Getty Images)
Los precios en Estados Unidos han comenzado a bajar sin que la economía se resienta. (Foto: Mario Tama/Getty Images) (Mario Tama via Getty Images)

“Voy a ser claro con las corporaciones que no han rebajado sus precios cuando la inflación ha caído: es hora de acabar con la práctica de inflar precios. Den un respiro a los consumidores estadounidenses”.

Quien así se expresaba hace unos días en X (antes Twitter) era el presidente, Joe Biden, en un momento en el que los ciudadanos mostraban en las encuestas su insatisfacción con la economía y se hacía viral una factura de US$16 en un McDonald´s que verificaba que incluso la comida rápida sale cara.

La inflación sigue presente como una carga en los presupuestos (y las emociones) de los hogares aunque haya mejorado sustancialmente. En estos momentos se está en el tramo final de una lucha contra la presión de precios que economistas como los de Goldman Sachs y Oxford Economics creen que va a ser una “última milla” más fácil que la librada hasta ahora por más que de momento sea una fuente de frustración para consumidores y el presidente.

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Los avances en la presión en los precios se sienten insuficiente, pero para la economía en su conjunto no ha sido ni de lejos lo dramática que se dibujaba hace hace poco más de 12 meses.

Porque si hace un año un solo economista hubiese previsto que en 2023 la economía llegaría a crecer a un ritmo analizado del 5.2% (caso del tercer trimestre), crearía unos 2.4 millones de puestos de trabajo en 10 meses para dejar el desempleo en el 3.9% y rebajaría la inflación subyacente medida por el PCE dos puntos porcentuales por debajo del pico para dejarla al al 3.5% (PCE es el índice preferido de la Fed), es muy posible que nadie le hubiera tomado en serio.

Sin embargo, este es el escenario inesperado a apenas semanas de cerrar 2023.

Por qué se frena la inflación sin una crisis económica

No se ha necesitado un desempleo por encima del 4,5%, ni una recesión para rebajar la presión en los precios, como se esperaba y dicta la experiencia. Es más bien lo contrario, algo que llevó a Martin Wolf, jefe de opinión económica de The Financial Times, a hablar de “la inmaculada desinflación”.

Es decir, una desinflación —reducción del ritmo de subida de precios—perfecta.

Es una diagnóstico que no ha sorprendido al Consejo de Asesores Económicos del presidente (CEA). El equipo de asesores de la presidencia explicaba que aunque la regla de oro dicta que para acabar con la inflación tiene que haber una crisis, esta no se aplica cuando la inflación tiene más que ver con problemas en cadenas de proveedores y además un aumento de la demanda de bienes como ocurrió durante la pandemia. Los problemas vividos a partir de 2020 explican el “exceso de inflación subyacente en 2021-2023”, señala la CEA. La normalización de ambas cosas son las razones de la actual desinflación.

De hecho los asesores del presidente calculan que el 80% de la desinflación desde 2022, cuando se llegó al pico de subida de precios, se debe a la normalización en estas cadenas de proveedores y de la demanda.

Algunos productos ya están bajando de precio

En su última revisión mensual de inflación con datos hasta finales de noviembre, Goldman Sachs aprecia como la canasta con la que se calcula el PCE muestra que el 23% de los servicios subyacentes excluida la vivienda han incrementado su precio analizado apenas un 4% en los últimos seis meses frente al 29% en septiembre y el 70% cuando llegó al máximo. Es más, hay algunos bienes que directamente están en deflación, es decir, caída de precios.

Se trata de los bienes duraderos como muebles, automóviles de segunda mano y electrodomésticos que llevan cinco meses a la baja y están más de un 2% por debajo desde su punto más alto, según cifras del departamento de Comercio.

La deflación de bienes específicos no constituye un problema económico y de hecho hay rebajas de precios de muchos bienes que no están ligados a problemas económicos sino a aumentos de productividad o reducción de costos. Cuando todos los precios caen por falta de demanda, entonces pueden empezar las preocupaciones pero estos ajustes no son excepcionales por más que si tengan un efecto en el consumo. Como han explicado los responsables de Home Depot, se observa cómo los clientes están aguardando una caída de precios mayor para algunos productos y retrasando compras.

El problema para los consumidores con la inflación en este punto es que los gastos regulares (alquiler, seguros, comida) siguen siendo elevados y se mantiene fresca la memoria —y como referencia— de cuando eran más asequibles, lo que impide pensar en un alivio. Eso es lo que frustra a los consumidores y al presidente.

Lo que se espera que pase en 2024

Pero el alivio se apunta para este año. Los analistas de Oxford Economics piensan que llegar a una inflación del 2%, la que quiere la Fed, va a ser más fácil que lo esperado al principio de 2023. Creen que se llegará a un PCE subyacente del 2.5% de media en el tercer trimestre de 2024 y eso permitirá a la autoridad monetaria rebajar tasas de interés.

“Va a requerir una desinflación significativa en servicios excluyendo vivienda, conocido como inflación supersubyacente”, explican desde Oxford Economics. En cuanto a la vivienda, creen que la inflación en esta crítica categoría caerá a la vez que la normalización de las cadenas de proveedores y una demanda menos escorada bienes permitirá una segura deflación en muchos de ellos.

El único coste que no preven que se rebaje es el de la salud. “Es el único área en el que esperamos que la inflación suba”, dicen, y el riesgo, un aumento en los precios de la energía.

En Goldman Sachs esperan que la inflación medida en el PCE esté cayendo a finales de este año y más aún en 2024. Prevemos que el PCE de diciembre será del 3.2% y del 2.4% en diciembre de 2024. Por los que respecta al índice de precios al consumo o CPI se espera una caída a lo largo del año que refleje una contribución menor de presión en los precios “de casi todas las categorías”.

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