Se vendieron los Angry Birds: Sega compró a su desarrollador, Rovio, por 776 millones de dólares
El desarrollador japonés de videojuegos Sega comprará Rovio, la compañía finlandesa detrás de Angry Birds, por 776 millones de dólares, según anunciaron ambas compañías hoy.
La compra le pone punto final a una carrera en la que con una sucesión de juegos muy exitosos, Rovio pasó de ser una ignota compañía escandinava a transformarse, a partir del éxito del primer Angry Birds en 2009, en un gigante de los videojuegos.
Peter Vesterbacka y Jere Erkko, los creadores del juego, hicieron lo que prometieron hace más de una década: exprimieron la marca todo lo que pudieron, con múltiples iteraciones del juego, una línea de peluches, una serie animada para televisión, un parque de diversiones temático y dos películas que abordaron el mundo de los pájaros enojados y sus archienemigos, los cerdos invasores.
Aunque todo el paquete de juegos de Angry Birds acumula más de 5000 millones de descargas, el título hace tiempo que no tiene la popularidad de antaño; en 2022 volvió a las tiendas de juegos móviles como Angry Birds Classic, después de que en 2019 la compañía lo retirara del público. Así que: ¿cuál podría ser la intención de Sega?
Según los expertos, la compañía japonesa tiene dos objetivos: por un lado, apelar a la nostalgia retro, como hace con su propio y vasto catálogo de videojuegos y personajes, con Sonic a la cabeza; administrar esa oferta ofrece una base económica con retornos menores, pero constantes, para una inversión mínima.
Por otro lado, la compra de Rovio le permite a Sega adueñarse de Beacon, una plataforma desarrollada por la firma finlandesa para facilitar el diseño, creación, mantenimiento y monetización de videojuegos. Es decir, le permitirá a Sega ampliar su oferta de juegos y llevar todo su catálogo histórico al mercado móvil.