Claves para hacer un onboarding exitoso: el rol de la tecnología
Todas las organizaciones, sin importar la industria a la que pertenezcan, tienen un mismo objetivo: crecer. Eso implica contratar nuevos empleados con un proceso de onboarding fluido y atractivo, en el que se les ofrezca una buena primera impresión.
El fin del onboarding es que el nuevo talento se sienta a gusto, comience a sentirse parte y conecte desde el inicio con la empresa.
El proceso de onboarding incluye todo tipo de iniciativas que las compañías llevan a cabo para garantizar una adecuada integración de los recién llegados en la organización y se vuelve fundamental desde el punto de vista del negocio.
Se trata de un momento que comprende distintas capas, una más general, a nivel compañía, donde se trasmiten, por ejemplo, la misión, la visión y los valores, y otra, más táctica o técnica, relacionada con el rol que el nuevo empleado tendrá dentro de la organización.
El rol de la tecnología en el onboarding
En el último tiempo, la tecnología ha ido ganando protagonismo. Sobre todo, de la mano de las nuevas generaciones de profesionales de recursos humanos que van llegando a niveles de decisión en las empresas, que consideran que las herramientas más modernas son grandes aliadas del proceso de onboarding.
Por ejemplo, los productos cloud a través de videos, guías de acción, evaluaciones o bien otro tipo de herramientas como la gamificación; todo esto en el marco de una alta calidad de experiencia de usuario.
Claves para concretar un onboarding exitoso
Lo que se busca es que el colaborador conozca los cimientos fundacionales (misión, visión), la cultura organizacional, la estructura de la misma y comprenda los distintos aspectos de sus funciones y responsabilidades.
Al brindar la información y las herramientas necesarias, cuanto más se acelere este proceso y disminuya la curva de aprendizaje del colaborador para que pueda empezar a agregar valor en su rol lo antes posible, más rápidamente productivo será para la compañía.
En este sentido, es clave que las empresas que tienen trabajo híbrido o remoto planifiquen una política integral de Recursos Humanos donde el onboarding es el primer eslabón, y el gran objetivo de disminuir la curva de aprendizaje para que el colaborador agregue máximo valor, lo antes posibles.
No hay onboarding sin políticas acordes
A su vez, dentro de esta política de recursos humanos, habrá que incluir las herramientas. Por ejemplo, un sistema de gestión integral de recursos humanos sin duda facilita el proceso de onboarding al brindar, por ejemplo, repositorios para legajo y documentación digital, donde es posible presentar contenidos tales como un video institucional, el manual de buenas prácticas.
También permite visualizar la descripción de puestos, el organigrama, los datos de contacto de su equipo y sus referentes. También se pueden presentar cursos específicos, con su correspondiente evaluación, asignando un facilitador, un mentor.
El proceso de onboarding debe estar diseñado y plasmado en una política y en procesos
En este marco, es clave que más allá de las herramientas que se utilicen, el proceso de inducción esté diseñado y plasmado en una política y en procesos. De lo contrario, las herramientas podrán ayudar, pero no serán suficientes.
En línea con ello, tampoco será suficiente la política sin las herramientas que faciliten el proceso. Es decir, que para un proceso de onboarding exitoso ambas son necesarias, la política y las herramientas.
*Alfredo Terlizzi es fundador y CEO de Workia