El derecho al tiempo para alcanzar la felicidad
Muchos de nosotros hemos utilizado la expresión “no me da la vida” o “no tengo tiempo” alguna vez. Al mismo tiempo, anhelamos encontrar un nuevo equilibrio horario que nos permita vivir de forma balanceada entre trabajo, tiempo libre, cuidados y descanso. “Este malestar se explica porque el modelo de organización horaria, diseñado hace más de 200 años, no se adapta a la sociedad actual. Por esto, es urgente avanzar hacía un pacto que democratice el tiempo, que defina las bases para un nuevo equilibrio de la organización horaria actual. Hay muchas razones para trabajar en esto: afecta a toda la ciudadanía y genera una mejor calidad de vida, mejora nuestra salud física y mental, entre otras”, dice Diego Golombek, cronobiólogo, profesor en la Universidad de San Andrés y Director del Laboratorio Interdisciplinario del Tiempo y la Experiencia (Litera).
Por ejemplo, en América Latina, las mujeres dedican en promedio tres veces más tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. “Es necesario encontrar una organización del tiempo más igualitaria, que democratice el tiempo libre, especialmente para mujeres y personas con menos recursos. Solo así se reducirá la pobreza de tiempo y se aumentará el bienestar individual y global. Además, el tiempo ya es la batalla de las próximas generaciones.
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Muchas personas trabajadoras, especialmente la generación más joven y formada, dice “basta” a esta organización horaria actual”, explica Marta Junqué, politóloga y coordinadora de la Iniciativa de Barcelona de Uso del Tiempo para una Sociedad Saludable (BTUI) y miembro del Comité Ejecutivo de la Asociación Internacional de Investigación en Uso del Tiempo (IATUR).
Y no, no se trata de no trabajar, sino de buscar un equilibrio entre vida y trabajo, como ya reconoce la Guía de la Ordenación del Tiempo de Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (2019) para tener un “trabajo decente”.
Junqué y Golombek, junto a figuras como Carl Honoré, abanderado del Movimiento Slow, serán parte de la Primera Semana Iberoamericana de los Horarios y Tiempos, que se celebrará online entre el lunes y el jueves de la semana próxima, donde los expertos buscarán concientizar y proponer nuevas políticas de organización y valorización del tiempo de la ciudadanía. El encuentro es gratuito, pero requiere inscripción en timeuseweek.beplanet.tv.
Este pacto del tiempo es el instrumento que, a través del diálogo y la inteligencia colectiva, elabora un nuevo consenso de la organización del tiempo. Ciudades como Barcelona, Bogotá, Montevideo y Estrasburgo son conocidas por sus políticas del tiempo, y marcan el ejemplo a seguir. Argentina tiene la oportunidad de ser la próxima.