Anuncios
U.S. markets closed
  • S&P 500

    5,815.03
    +34.98 (+0.61%)
     
  • Dow Jones

    42,863.86
    +409.76 (+0.97%)
     
  • Nasdaq

    18,342.94
    +60.94 (+0.33%)
     
  • Russell 2000

    2,234.41
    +45.99 (+2.10%)
     
  • Petróleo

    75.49
    -0.07 (-0.09%)
     
  • Oro

    2,674.20
    -2.10 (-0.08%)
     
  • Plata

    31.74
    -0.02 (-0.06%)
     
  • dólar/euro

    1.0937
    +0.0001 (+0.01%)
     
  • Bono a 10 años

    4.0730
    -0.0230 (-0.56%)
     
  • dólar/libra

    1.3064
    +0.0005 (+0.04%)
     
  • yen/dólar

    149.0500
    +0.5390 (+0.36%)
     
  • Bitcoin USD

    62,846.26
    -283.61 (-0.45%)
     
  • XRP USD

    0.53
    -0.01 (-1.94%)
     
  • FTSE 100

    8,253.65
    +15.92 (+0.19%)
     
  • Nikkei 225

    39,605.80
    +224.90 (+0.57%)
     

Max Povse: “Los socios comerciales comienzan a ser también socios políticos”

Max Povse es especialista en política asiática
Max Povse es especialista en política asiática

CORDOBA. “Latinoamérica tiene el récord mundial de tratados de procesos de integración y somos de las regiones menos integradas del mundo. Vemos la ‘patria grande’, pero hoy en día la integración pasa por la economía; la interacción política viene después”. El análisis es de Max Povse, politólogo y maestrado en investigación en Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires, donde también es docente de política argentina y asiática. Es codirector de la Revista Asia/América Latina y fue becario de Clacso con su investigación “La Iniciativa de la Franja y la Ruta: construyendo un mundo multipolar”.

En diálogo con LA NACION repasó las dificultades que le genera a la Argentina navegar entre dos polos del mundo que se van “alejando” como son el eje de Rusia y China con Estados Unidos. Planteó que el país privilegia los acuerdos bilaterales por sobre los que negocian los bloques, que son tendencia en el mundo y que generan más beneficios aunque lleva más tiempo negociarlos.

-¿Cómo está inserta la Argentina en el mundo si cree que lo está?

-La veo inserta. Creo que es extremo decir que nos hemos “caído del mundo”. Sí es cierto que hay tensión. En donde no estamos insertos es en un mundo que se está dividiendo, con dos polos que se están alejando entre sí. Históricamente desde lo político, la cultura y la economía la Argentina siempre estuvo enrolada en occidente, cercana a Europa y a Estados Unidos. Pero, en la última década el eje entre Rusia y China -en el que también hay otros países menores como Irán- nos ha estado cooptando. Pero hoy no tenemos una definición en ninguno de los dos campos.

-Hay quienes creen que estamos en el bloque liderado por China, ¿usted no?

-Claramente no, no estamos insertos porque continuamos con prácticas que le son adversas. Como es el propio régimen democrático, los vínculos con el FMI; las relaciones económicas con Europa y Estados Unidos, con quienes tenemos avances y alejamientos. Claro que la situación es un problema en un mundo en el que hay que tomar decisiones rápidas. Un claro ejemplo es la invasión de Rusia a Ucrania a donde había que apoyar o rechazar y la Argentina se manejó con muchos tropiezos.

-¿El acercamiento político con unos implica no comerciar con otros?

- El comercio se mueve por un andarivel no tan político; que haya tensiones no significa que no vaya a ser posible comerciar. La Argentina ha tenido años de alejamiento fuerte de Estados Unidos pero mantuvimos el mismo nivel de comercio; hoy ese país es el tercer socio comercial. Es decir, lo político no repercute mucho. Con China hablamos de avance, pero hay que tener en cuenta que es más estructural, que también existe de China con Brasil y con Chile.

-¿Hasta cuándo pueden ser dos andariveles distintos’

-Hasta ahora esa ha sido la lógica. China es potencia política por ser potencia económica porque en política no tiene las alianzas fuertes necesarias. En lo económico muestra su PBI, muestra que tiene la mayor cantidad socios. Es un poder geoeconómico y no necesariamente geopolítico, pero puede haber cambios. De hecho, pasó en Europa con Lituania que fue vetada del comercio con China, le sacaron los embajadores porque anunció la apertura de una oficina comercial en Taiwán. Por eso, hasta ahora, lo político y lo comercial venían por dos lados pero se pueden juntar; la coyuntura global va empujando hacia eso. Los socios comerciales empiezan a ser también socios políticos.

-¿La endeblez del Mercosur hace que se pierdan oportunidades?

-En la medida en que podamos coordinar políticas a largo plazo seguramente podríamos aprovechar más pero es que, independientemente del bloque, sus países en general no tienen políticas de larga plazo. Entonces, por más que pongamos voluntad, es muy complicado. Uruguay quiere repotenciar el acuerdo comercial con China, pero la Argentina privilegia los acuerdos individuales. Están las inversiones chinas en Atucha, la concesión del tren de Vaca Muerta pero nosotros no estamos potenciando el libre comercio, privilegiamos seguir aislados más que aliados.

-Más allá del vínculo con China, el Mercosur tampoco avanza con otros países o bloque…

- Es una situación muy difícil, hemos dejado pasar muchas oportunidades. Por caso, el acuerdo con la Unión Europea aunque sería difícil que tuviera mucho éxito… Es claro que los acuerdos con bloques rinden mucho más, implica abrir un mercado entero y eso rinde con diez o 20 países y no con uno. Claro que lleva más tiempo, que es más difícil de alcanzar, pero vale. Hay que tener el ímpetu de querer alcanzar el acuerdo sí o sí y no pensar que vamos a acordar si nos conviene a nosotros. Hay que saber diferenciar la política interna de la externa. Sino tenemos la premisa de alcanzar el acuerdo general, por más sacrificio que implique, no se puede alcanzar el objetivo.

-¿Es lo que pasa, por ejemplo, con la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (Asean)?

-Es muy interesante ese grupo de países y la Argentina comercia con Malasia, con Taiwán, con Indonesia. Son importadores netos de mercados agropecuarios y hacer negocios con ellos no es tan difícil porque no piden exclusividad como China o protección de origen como Europa, pero no hay voluntad política. Asean suma más que China, hay que diversificar. Es la puerta para Corea del Sur, para Japón; nos estaríamos abriendo a diez mercados que, además, tienen acuerdos con otros mercados que serían más fáciles de pivotear.

-¿Porqué cree que no se avanza?

-Hay una cuestión de impericia no de malas intenciones. Cristina Kirchner viajó, también lo hizo Mauricio Macri; ha habido voluntad. Comerciamos con Vietnam pero no se avanzó con el ímpetu que tendría si fuera política de Estado. Malasia invertirá en Vaca Muerta y ese es un paso en dirección correcta. Pero volvemos a lo mismo, los acuerdos bilaterales no son lo mismo que los que se negocian en bloque, no es lo mismo que sentarse en un foro y esa decisión no se ha tomado.

-¿También el Mercosur subvalora los acuerdos de bloques?

-En el Mercosur entendemos los bloques como juntarnos a charlar, por un lado los ministros, por el otro los presidentes y nada que ver. El trabajo que se hace por debajo es el más importante, es el que apunta a integrar cuestiones básicas como normas sanitarias, eliminar barreras paraarancelarias… Después es la foto. Latinoamérica tiene el récord mundial de tratados de procesos de integración y somos de las regiones menos integradas del mundo. Vemos la “patria grande”, pero hoy en día la integración pasa por la economía; la interacción política viene después. En Asean no hay libre movimiento de personas, no hay una pata política. Primero hicieron lo económico y después empezaron con el resto; ahora tienen una Carta de Derechos Humanos. Tenemos que prestar más atención a la integración, no podemos seguir mirando para otro lado. No podemos seguir teniendo aduanas en las fronteras de los países del Mercosur.

-Bloques creados después del Mercosur tienen ya más logros…

- La Alianza del Pacífico es un buen ejemplo. Es más un organismo multilateral que terminó logrando que se abrieran las economías de Chile, de Perú, de Colombia y de México. Negocian juntos y eso les da una fuerza muy distinta a la de golpear la puerta solos.

-¿Cuánto pesa la inestabilidad de la macro argentina en estos procesos?

-Pesan y mucho. Por ejemplo, podemos bajar las barreras arancelarias pero será difícil trasladar la mercancía en un país grande como es la Argentina sin inversiones. La inestabilidad nos hace difícil construir la confianza necesaria para atraer las inversiones. En el propio Mercosur tampoco tenemos grandes conexiones logísticas; es un gran problema. Pasa hasta con China; invirtió US$ 8.000 millones o US$ 9.000 millones de los más de US$16.000 millones anunciados. Los únicos que invierten políticamente son los organismos multilaterales que nos prestan a tasas irrisorias y lo hacen porque tienen que sostenernos para que no caigamos por temor al efecto contagio. Un inversor estatal o privado de otro país no invierte, salvo en casos puntuales a larguísimo plazo (Vaca Muerta o el litio) porque después dudan de cómo sacar el dinero que ponen