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5 ocasiones en las que no deberías sentir culpa por no dejar propina

5 ocasiones en las que no deberías sentir culpa por no dejar propina. Foto: Getty Images
5 ocasiones en las que no deberías sentir culpa por no dejar propina. Foto: Getty Images (Nikola Stojadinovic via Getty Images)

La gente está harta de las propinas. Lo que tradicionalmente era una elección personal basada en la calidad del servicio, ahora ha creado un estado de confusión entre clientes y empleados por igual: la cultura de las propinas está simplemente “fuera de control”, dice una encuesta reciente de la web de finanzas personales Bankrate.

“Casi sientes un apego emocional a las propinas”, dijo a Bankrates una barista de Colorado llamada Nora. “Eres tan dependiente de ellas que crea un nivel de ansiedad”, contó y explicó que, desde que su negocio implementó el modelo de propinas, ahora se queda con un mal sabor de boca cuando no recibe ninguna.

Entre los clientes, que también lidian con precios más altos, el sentimiento es aún peor. En Estados Unidos, 3 de cada 5 personas ve las propinas de forma negativa, principalmente porque que creen que las empresas deberían pagar mejor a sus empleados, en lugar de establecer un mínimo aceptable (que en algunos lugares supera el 30%).

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En comparación con su informe sobre propinas del año pasado, Bankrate encontró que más de un tercio (35%) de los estadounidenses encuestados en 2024 estuvieron de acuerdo con que la situación “está fuera de control”. En 2023, solo el 30% respaldó esa afirmación.

Otro hallazgo interesante fue el rechazo generalizado hacia las famosas pantallas con “sugerencias” preestablecidas de propinas. Si bien la gente está dejando mucha más propina que en 2023, el 34% manifestó aversión a esta nueva tecnología, con un 25% que incluso prefiere no dejar ninguna propina cuando se les presenta la pantalla.

En general, solo el 67% de los encuestados por Bankrate dijeron que siempre dan propina en los restaurantes, una disminución de 8 puntos porcentuales respecto a hace tres años. “Si no das propina, estás sacando dinero del bolsillo del camarero”, opinó Ted Rossman, analista senior de la industria en Bankrate.

El 25% de los estadounidenses prefiere no dejar ninguna propina cuando se les presenta la pantalla. Foto: Getty Images
El 25% de los estadounidenses prefiere no dejar ninguna propina cuando se les presenta la pantalla. Foto: Getty Images (Sadi Maria via Getty Images)

Rossman recordó que muchos profesionales dependen de ese dinero para llegar a fin de mes. “El salario mínimo federal para los trabajadores que reciben propinas es de 2,13 dólares la hora”, dijo.

Para Rossman, las propinas se han convertido en una especie de impuesto oculto. “Muchas empresas dudan en aumentar aún más los precios, y pedir propinas puede ser esencialmente una forma de aumentar los precios sin actuar como si estuvieran subiendo los precios”.

Sin embargo, hay situaciones en las que de ninguna manera es obligatorio que clientes dejen propina. Según expertos en etiqueta consultados por CNBC, existen al menos 5 ocasiones en las que el consumidor no debe sentir culpa por no dejar un par de billetes extra sobre la mesa.

La más evidente es cuando el servicio es de mala calidad. “Nunca estás obligado a darle propina a alguien cuando te ha brindado un mal servicio o si has tenido una interacción grosera con esa persona”, dijo a CNBC Thomas Farley, experto en capacitación en comunicación y etiqueta empresarial.

“En el caso de un servicio individual, como un corte de pelo, esto es bastante sencillo. De hecho, si un peluquero te arruinó tanto el cabello, que sentiste que no merecía una propina, es posible que no esté fuera de lugar si le pides un reembolso completo”, agregó.

A veces, los restaurantes añaden a la cuenta una tarifa de servicio que funciona como propina, especialmente al atender a un grupo grande de clientes. Quienes no leen la letra pequeña terminan gastando el doble en propinas y muchos restaurantes eligen no notificar el error.

Por eso, es apropiado preguntar discretamente al camarero adónde va la tarifa, dijo a CNBC Elaine Swann, experta en estilo de vida y etiqueta y fundadora de la Escuela de Protocolo Swann. “Si te dicen que la propina va a parar a los camareros, tu trabajo ya está hecho”, sostuvo.

Si el dinero va a la casa, agregó Farley, probablemente querrás dejar una propina al camarero que te atendió. “Desde el punto de vista de la etiqueta, todavía damos propina a los camareros que nos traen la comida”, explicó. “Pero sales de ese restaurante sintiendo que esa no era una situación sostenible”.

Como regla general, no es necesario dar propina a nadie que gane un salario o realice un negocio. Foto: Getty Images
Como regla general, no es necesario dar propina a nadie que gane un salario o realice un negocio. Foto: Getty Images (Jupiterimages via Getty Images)

Como regla general, no es necesario dar propina a nadie que gane un salario o realice un negocio, dijeron los expertos. Eso incluye a médicos, abogados, profesores, fontaneros o técnicos de cableado.

“No solo no sería lo esperado, sino que sería muy poco ortodoxo y muy incómodo”, señaló Farley. Además, en determinadas situaciones, “se podría considerar que estás intentando conseguir algún tipo de favor o que podría tratarse de algún tipo de soborno”.

La regla anterior también se puede aplicar a los empleados que atienden en mostradores o cajas, quienes no dependen de las propinas, a diferencia de los camareros. En última instancia, los expertos en etiqueta dejan la decisión en manos de cada consumidor.

“Es un lindo gesto ofrecer una propina a un trabajador que va más allá del servicio”, dijo Swann. “Por ejemplo, quizás frecuentas el establecimiento con regularidad y tienen tu pedido memorizado”, ilustró.

En los eventos de barra libre, por lo general, el anfitrión ya se ha ocupado de pagar a todo el personal, por lo que “esa propina estaría incluida en lo que ha tenido que pagar por el local o por el servicio de bartending”, explicó Swann.

Eso significa, según los expertos, que no estás obligado a dar propina, a menos que recibas un tratamiento especial. “Puede ayudarte a obtener un mejor servicio durante toda la noche… Quizás te dieron el vaso de hielo que pedías. Un dólar aquí o allá no es mucho que pedir”, dijo.