Yahoo Finanzas Comprar un auto será mucho más barato en 2024 y esta es la razón
Las tácticas de negociación engañosas que a menudo utilizan los concesionarios le cuestan a los estadounidenses US$ 3.400 millones al año
Comprar un automóvil nuevo en los Estados Unidos puede ser tan emocionante como aterrador, no solo porque el costo de vida continúa en alza, sino porque la falta de transparencia es la pata de la que cojean la mayoría de los concesionarios. Pero eso podría cambiar muy pronto.
Una nueva normativa impulsada por la Comisión Federal de Comercio busca ofrecer mayor protección a los consumidores contra las tácticas de negociación engañosas que a menudo utilizan los concesionarios y que le cuestan a los estadounidenses US$ 3.400 millones al año. Estas tácticas también añaden 72 millones de horas al tiempo real que debería tomar la compra de un vehículo.
“Cuando los estadounidenses se proponen comprar un automóvil, habitualmente se enfrentan a tarifas inesperadas e innecesarias que los concesionarios cobran simplemente porque pueden”, dijo la presidenta de la FTC, Lina M. Khan, en un comunicado de prensa. “La normativa prohibirá estas ‘tarifas basura’ que explotan al cliente en el proceso de compra, ahorrándoles tiempo y dinero”.
Algunas tácticas de negocio son simplemente ilegales
La nueva ley, llamada CARS o Combating Auto Retail Scams (lucha contra las estafas en el comercio minorista de autos, en español) tiene el objetivo principal de “agregar verdad y transparencia” al proceso de compra y arrendamiento de automóviles, y dejar claro “que ciertas prácticas engañosas son ilegales”, dice el comunicado de la FTC, que citó las tácticas de tarifas ocultas y “de cebo y cambio”.
CARS entrará en vigor a partir del 30 de julio de 2024 y prohibirá las tergiversaciones sobre precios, costos y cualquier otra información clave en la compra. También exige que los concesionarios proporcionen el precio real por los vehículos, que revelen que algunos elementos adicionales como las garantías extendidas no son obligatorios y que indiquen el pago mensual completo que los consumidores aceptan por adelantado.
La FTC dijo que durante la redacción de la normativa recibió quejas públicas de clientes que fueron sometidos a prácticas desleales, especialmente las famosas tácticas “de cebo y cambio”, una forma de publicidad engañosa que atrae a potenciales compradores interesados en vehículos baratos.
Por ejemplo, un concesionario puede promocionar un modelo a bajo precio, pero una vez el cliente esté “enganchado al cebo”, el vendedor cambiará de parecer y le comunicará que ese automóvil en concreto ya no está disponible. Luego intentará venderle un vehículo mucho más caro a todo costo.
Servicios innecesarios “se cuelan” en el papeleo
“Particularmente preocupantes fueron los informes de concesionarios de automóviles sobre pérdidas de negocios a manos de otros concesionarios deshonestos”, dijo la FTC. “Subrayan lo que la agencia ha observado en décadas de acciones policiales: que los concesionarios sin escrúpulos han utilizado tácticas ilegales para cerrar un trato, conducta que cuesta tiempo y dinero a los consumidores y coloca a los concesionarios honestos en una desventaja injusta”.
CARS aliviará además la presión ejercida hacia los compradores de invertir en complementos innecesarios y sus tarifas adicionales. Estos incluyen “programas de garantía que duplican la garantía del fabricante, contratos de servicio para cambios de aceite en un vehículo eléctrico, acuerdos GAP que en realidad no cubren el automóvil o el vecindario en el que se encuentra, y suscripción de software o servicios de audio en un vehículo que no es compatible”.
“Cada año, durante los últimos cuatro años, hemos recibido más de 100.000 quejas de consumidores que han salido a comprar un automóvil, una de las compras más caras que hacen los estadounidenses, y han descubierto en ese proceso que han tenido que cargar con todo tipo de productos o servicios innecesarios que de alguna manera se colaron en el papeleo que tenían que firmar”, dijo Khan.
La medida de la FTC se produce después de que la agencia prometiera tomar medidas enérgicas contra las “tarifas basura” en diferentes industrias (como al comprar entradas para conciertos en Internet, alquilar un apartamento, pagar facturas de servicios públicos, etc.).
El mes pasado, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor acusó a la división de crédito de Toyota de comportamiento engañoso y le ordenó pagar US$ 60 millones. Eso incluyó una multa de US$ 12 millones, así como reembolsos a los consumidores.
