Conocé este lujoso hotel en Maldivas ubicado en uno de los atolones más grandes y profundos del mundo

The Residence Maldives Twin Island by Cenizaro está incluido entre los top ten de los resorts de lujo del país. Ocupa dos islas enteras, Falhumaafushi, situada en el atolón de Gaafu Alifu, y Dhigurah, ambas conectadas con un puente de 1 km de largo, rodeadas de arrecifes de coral vírgenes, para que los huéspedes puedan disfrutar de un paseo sin igual.

Las dos islas ofrecen 94 y 173 villas, y Falhumaafushi tiene 7 categorías entre villas de playa y de agua, de estilo clásico pero moderno con techos altos y ventanas francesas, un capullo aireado y lleno de luz, que equilibra una sensación de intimidad con impresionantes vistas de 360 grados. The Residence Maldives at Dhigurah ofrece 173 villas bañadas por el sol frente a la playa y sobre el agua, cada una con una terraza con piscina privada y vistas panorámicas al océano que invitan a relajarse con un cóctel de frutas en mano. 

"Las villas de Falhumaafushi se inspiran en el diseño de la lujosa belleza de la isla, expresada en techos de paja, materiales naturales y telas exuberantes. En Dhigurah, cada una de las 173 exquisitas villas, todas con piscina privada, están diseñadas con los mejores materiales locales, fusionando la arquitectura tradicional de Maldivas con un diseño moderno y comodidades de lujo. El arquitecto y los diseñadores de interiores son de Singapur con una amplia experiencia en Maldivas. Contamos con cerca de 600 empleados trabajando en ambas islas", cuenta el director general Sr. Sundaram Meenakshi, quien con más de 32 años en la industria hotelera, se unió al grupo The Residence desde 2011 y hasta el día de hoy recorre las islas charlando con cada uno de sus huéspedes y acompañando a su equipo de trabajo.

Desde el arribo desde el aeropuerto internacional de Malé, el resort organiza un vuelo nacional de 55 minutos, seguido de un viaje de 5 minutos en lancha rápida hasta llegar al lugar en donde el personal da una cálida bienvenida a cada uno de sus huéspedes.

Con un total de 7 restaurantes y 6 bares repartidos en ambas Islas. The Residence Maldives se destaca a diferencia de otros hoteles "all inclusive" en la calidad y la delicia de cada uno de sus platos: desde cocina cantonesa en el restaurante Li Bai, italiana en Long Island, mediterránea y francesa, hasta las tapas españolas en Café del Sol, o la degustación de mariscos, es una verdadera fiesta para el paladar y los amantes de la comida fusión.

Pero más allá de sus lujosas instalaciones y exquisitos manjares que los chefs preparan de su propia "Earth Basket" o huerta, las infinitas actividades que ofrece este resort para los amantes del mundo marítimo, arranca ya desde el desayuno "flotante" en la piscina de la habitación, mientras se observan pasar tortugas marinas y algunos delfines que sin timidez pasan a saludar. 

"Ofrecemos buceo, buceo nocturno, snorkel con delfines, parasailing, fly-board, navegación en catamarán para aquellos que buscan aventuras. spa by clarins ofrece relajación pura y serena con actividades como sunrise & sunset yoga, aqua yoga, meditación privada, o cenas especiales en la playa con juego de luces y comida preparada en vivo por nuestros chefs", agrega Sundaram.

La visión de "The Residence Maldives" es "Forever Yours", ya que se trata de un lujo accesible y al mismo tiempo con servicios de alto nivel. Las tarifas de Falhumaafushi para el período actual comienzan desde US$ 699 para las villas de playa de nivel básico en régimen de alojamiento y desayuno y la villa de dos dormitorios con piscina de agua cuesta US$ 1565 en régimen de alojamiento y desayuno. Para Dhigurah, la tarifa comienza desde US$ 637 en base BB para la villa Sunrise Beach Pool con la villa de dos dormitorios con piscina de agua con un precio de US$ 1659 para el período actual.

Un hotel de lujo diferente, cercano y accesible, que con su comunidad de 600 personas que día a día trabajan en cada detalle, desde la recepción, hasta los paseos en motos acuáticas personalizadas, clases de cocina en la huerta, o los restaurantes y bares dispuestos a flexibilizar cualquier tipo de menú para adaptarlo al gusto del huésped, hacen que se convierta en una verdadera residencia para disfrutar y olvidarse del tiempo en un entorno paradisíaco.