Las tres reglas básicas que hicieron exitoso a Charlie Munger: “Con Warren Buffett las tenía todas”
El genio de las inversiones Charlie Munger, mano derecha y amigo fiel de Warren Buffett, falleció el martes 28 de noviembre, poco antes de cumplir 100 años. El imperio que ayudó a construir tiene hoy un valor de más de US$ 785 mil millones con negocios e inversiones en todo el mundo. “Berkshire Hathaway no podría haberse construido hasta su estado actual sin la inspiración, la sabiduría y la participación de Charlie”, escribió Buffett, de 93 años, en una breve nota.
Al momento de su muerte, Munger formaba parte de la junta directiva de Berkshire, así como de las juntas directivas de la publicación Daily Journal Corp. y del minorista Costco. Era famoso, al igual que Buffett, por ser un inversor pragmático y un filántropo activo que eligió vivir con frugalidad y donar de manera regular una buena parte de sus millones.
“Algo nos mantuvo con vida a los 90”
Pero en una de sus últimas entrevistas, Munger admitió que nunca imaginó el ascenso que le esperaba en el mundo de los negocios. “Jamás pensé que alguna vez tendríamos... tantos cientos de miles de millones”, dijo a CNBC unas semanas antes de su fallecimiento. “Ni siquiera anticipé que algún día llegaríamos a 100.000 millones de dólares”.
Sobre las posibles razones detrás de su éxito personal y el de Warren Buffett, Munger mencionó dos cosas: “Nos volvimos un poco menos locos que la mayoría de la gente. Eso realmente nos ayudó. Además, nos dieron mucho más tiempo para correr que la mayoría de las personas, porque algo nos mantuvo con vida a los 90 años. Eso nos dio un largo recorrido desde nuestros comienzos”.
Graduado de la Facultad de Derecho de Harvard, Munger trabajó duro durante años en un bufete de abogados de California. Construyó un hogar y una familia, pero tenía claro que quería ganar mucho más de lo que cobraba como socio jurídico senior. Fue entonces cuando comenzó a invertir en acciones, negocios y desarrollo inmobiliario, antes de fundar su propio bufete con algunos de sus colegas.
“Me gustaba la independencia de un capitalista”
Pero la satisfacción que buscaba Munger no iba a llegar con el ejercicio de la abogacía. “Me gustaba la independencia de un capitalista. Me gustaba resolver cosas y hacer apuestas. Prefería tomar las decisiones y apostar mi propio dinero. De todos modos, a menudo pensaba que yo sabía más que el cliente, así que ¿por qué debería hacerlo a su manera?”, dijo en una de sus reflexiones para CNBC MakeIt.
Una noche, en una fiesta en Omaha, alguien le presentó “a un tipo llamado Warren Buffett”. “Compartimos muchas ideas en materia de negocios, finanzas, historia e inversiones. Me convenció para que dejara la abogacía lo antes posible y acordamos hacer negocios juntos”, recordó sobre la conversación que cambió su vida para siempre. “Resultó ser una decisión increíblemente buena”, dijo.
Las tres reglas básicas de Charlie Munger para el éxito profesional
En una de sus últimas publicaciones, Charlie Munger reveló que tenía al menos tres reglas básicas que le ayudaron a crecer y que consideraba pueden ayudar “a cualquier joven a evaluar una decisión profesional”. Si bien dijo que cumplirlas todas es casi imposible, también aseguró que se sentía “increíblemente afortunado en mi vida en lo que respecta a estas reglas básicas”. “Con Warren Buffett, tenía las tres”, zanjó.
1. No vendas nada que no comprarías
Munger la llamaba “la regla de oro” porque está estrechamente vinculada a ganarse el respeto y la confianza de los demás. “La forma más segura de intentar conseguir lo que quieres es intentar merecerlo. Es una idea tan simple. Es la regla de oro. Quieres entregar al mundo lo que comprarías si estuvieras en el otro extremo”, escribió.
En su opinión, las personas que han mantenido esta regla “ganan en la vida”, y no solo dinero. “Se puede obtener un gran placer en la vida al obtener la confianza merecida. La reputación y la integridad son tus activos más valiosos y pueden perderse en un instante”, advirtió.
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2. No trabajes para nadie a quien no admires
Para Munger, tener un jefe o un asociado al que no se admira es sencillamente “peligroso” porque influirá negativamente en tus aspiraciones. “Evita trabajar directamente con alguien al que no respetas y no quieres parecerte. Es peligroso”.
“Todos estamos sujetos al control, hasta cierto punto, de figuras de autoridad, particularmente figuras de autoridad que nos recompensan”, reflexionó. Solo se necesita algo de tacto y voluntad para cumplir con esta regla, dijo Munger, que procuró acercarse en su época a personas que admiraba, sin criticar a quienes no.
3. Trabaja solo con personas que te caigan bien
Esmerarse en hacer bien las cosas es algo que Munger apreciaba por encima de todo. Lo llamaba “interés intenso” o asiduidad y, cuando ese interés se enfocaba en el trabajo, era la receta perfecta para triunfar. Munger buscaba rodearse de ese tipo de personas. “Uno no puede sobresalir en nada en lo que no tenga un intenso interés o no disfrute”, decía.
La mano derecha de Buffett aconsejaba a los jóvenes empresarios de juntarse solo con personas cuya compañía disfruten y hacer “algo que te interese intensamente” con ellas. “He tenido socios maravillosos, llenos de asiduidad, toda mi vida. Creo que los obtuve en parte porque traté de merecerlos, en parte porque fui lo suficientemente astuto para seleccionarlos y en parte porque hubo algo de suerte”.