Yahoo Finanzas Las ventajas del audiolibro respecto a la lectura tradicional
La conversación tuvo lugar con un buen amigo californiano que había tenido el detalle de venir a mi ciudad a visitarme y comenzó raíz de esta pregunta: “¿En España, no leéis mucho los audiolibros, verdad?” Mi primera reacción fue de pretendida sorpresa, al ser un consumidor habitual de este tipo de productos de entretenimiento.
Con un par de whiskys delante y al calor de la conversación, se inició un debate entre los presentes; unos, defendíamos el valor sensorial de los audiolibros; otros, se indignaban al compararlo con la experiencia de la lectura en papel. Quien escribe estas líneas, jugaba con ventaja al emplear cotidianamente ambas experiencias.
El audiolibro, una experiencia muy similar a la de la lectura
No es necesario explicarlo, pero un audiolibro es una adaptación hablada de la experiencia de leer un libro; puede ser una narración o los diálogos, y de hecho, es como si alguien nos leyera el libro al oído. La experiencia sensorial es francamente fascinante, pero… ¿Comparable a la de leer un libro? Resulta que la sensación es todavía más intensa: un estudio llevado a cabo en el Reino Unido concluyó con que los oyentes de libros hablados vivían emociones más fuertes que la experiencia proveniente de la lectura o la que se obtiene viendo una película.
En general, escuchar un audiolibro te permitirá adquirir un vocabulario similar al que adquirirías si leyeras el libro por ti mismo. Sin embargo, hay algunas diferencias importantes entre escuchar un audiolibro y leer un libro. Así, cuando escuchas un audiolibro, es posible que no prestes tanta atención a cada palabra individualmente, ya que la historia se está narrando para ti y puedes seguir el hilo de la trama sin necesidad de detenerte a leer cada palabra.
Esto puede hacer que sea más difícil recordar algunas palabras específicas que hayas escuchado. Además, cuando lees un libro por ti mismo, puedes detenerte para buscar una palabra que no conozcas, lo que te permite aprender su significado. Sin embargo, al escuchar un audiolibro, no tienes esta opción y es posible que no aprendas el significado de ciertas palabras.
En términos generales, escuchar un audiolibro es una forma amena y emocionante de disfrutar de un libro, pero puede no ser tan efectiva como leerlo por ti mismo para aprender el vocabulario del libro.
Algo que puedes hacer mientras realizas otras tareas
Esto es un punto a favor de quienes defienden que los audiolibros son inferiores al libro (en papel o libro electrónico) en lo que toca al aprendizaje gramatical. No obstante, esta forma de consumir libros ofrecen importantes ventajas que han sido reflejadas por un estudio entre mil lectores empedernidos con los siguientes resultados:
Un 26% destaca que son más accesibles que los libros y se ahorra tiempo frente a la lectura tradicional.
Un 16% considera que los audiolibros son como una “gimnasia mental” que les ayuda a estar más concentrados.
Un 13% sostiene que les ayuda a aumentar el aprendizaje de diferentes conceptos.
Y las respuestas restantes giran en torno a atributos como ahorro de espacio físico (del libro), reconciliarse con la lectura, hacer de la lectura algo social (se pueden leer en familia) y, por último, como herramienta para relajarse y dormir.
Sí, somos muchos los que nos quedamos dormidos con los auriculares puestos. En general y como conclusión, quienes escuchan audiolibros suelen hacerlo mientras realizan otras actividades, como conducir, hacer ejercicio o hacer tareas domésticas. También pueden escuchar audiolibros en momentos en que no pueden leer un libro impreso, como cuando están en la cama o en el tren camino del trabajo.
En general, la experiencia de escuchar un audiolibro es similar a la de leer un libro, pero te permite disfrutar de la historia mientras haces otras cosas. ¿Y la multitarea? ¿Puede el cerebro humano gestionar la escucha del audio libro con otras tareas?
Por mi experiencia, aunque es posible escuchar un audiolibro mientras llevas a cabo otras actividades, es importante recordar que tu cerebro puede no estar prestando tanta atención a la historia como lo haría si te concentraras exclusivamente en escuchar el audiolibro. Por lo tanto, si quieres sacar el máximo provecho de tu audiolibro, es mejor evitar distracciones y enfocarte exclusivamente en escuchar la historia.
¿Te animas a probarlo?
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