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Alerta en el sector empresarial: a pesar de la llegada de Milei, por qué prevén que 2024 será un año crítico

El fin del gobierno de la Alianza de Todos y la llegada de una gestión más cercana al pensamiento empresario parece traer cierto aire fresco al sector corporativo si se tiene en cuenta que los últimos indicadores del año revelan que se agudizaron las dificultades para sostener la producción.

Además, se registran niveles más bajos en las distintas variables de producción, ventas, exportaciones, empleo e inversiones y el indicador MDI1, que adelanta el ciclo de actividad industrial. Volvió a encontrarse por debajo de 50 por sexta vez consecutiva y tocó un nuevo mínimo en la serie, reflejando la complejidad que atraviesa el tejido productivo sobre el cierre del año.

Los datos surgen de la última encuesta del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), que reflejan los indicadores industriales y las expectativas del sector para lo que resta del año y para el 2024 que son, por demás negativas y desalentadoras.

De hecho, en un entorno de deterioro de los indicadores, las empresas consideraron que la situación económica actual está peor que hace un año y explican que esto se ve reflejado tanto en las percepciones sobre la propia empresa (un 51% dice estar peor que hace un año), como en las del sector de actividad (62% indicó estar peor).

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También, un 91% de las empresas señaló que la situación económica del país empeoró respecto al año pasado, luego de haber mostrado una mejora dada antes de las PASO.

Solamente un 46% considera que es un buen momento para invertir (46% en octubre vs 52% en julio); un 55% espera que la situación económica empeore el año próximo y se vuelve a observar una peor perspectiva sobre la situación de la empresa y los sectores de actividad. En ambos casos, predominan los ejecutivos que creen que la situación empeora el próximo año.

Solamente un 46% considera que es un buen momento para invertir (46% en octubre vs 52% en julio); un 55% espera que la situación económica empeore el año próximo
Solamente un 46% considera que es un buen momento para invertir (46% en octubre vs 52% en julio); un 55% espera que la situación económica empeore el año próximo

Sòlo un 46% considera que es buen momento para invertir y un 55% espera que la situación económica empeore en el 2024

Los datos muestran que, si bien el cambio de gestión y la impronta libremercadista que se supone le pondrá Javier Milei a su mandato generan expectativas positivas, lo cierto es que de la lectura del informe se puede inferir que, en la práctica, no habrá buenas noticias para la industria por lo menos por los próximos dos años.

El reporte de la UIA destaca que el gobierno kirchnerista mantuvo las dificultades en la gestión y sobre todo en los pagos de SIRA y SIRASE para la importación de bienes y servicios necesarios para la producción, situación que tensionó la cadena de proveedores, la disponibilidad de insumos y derivó en un aumento de la deuda comercial.

Producción en baja

Bajo este contexto, hay cada vez más empresas con deuda comercial, si se tiene en cuenta que el 81% de las empresas que importan bienes e insumos reportó que actualmente posee deuda, cuando en diciembre de 2021 solo el 35% poseía y en diciembre de 2019 el 29%.

Es más, la diferencia entre empresas que ya tenían deuda y las empresas con deuda actual es mayor cuando solo se observan las pymes de las cuales el 79% importa bienes e insumos tienen deuda, mientras que el 96% de las grandes empresas también enfrenta esta situación. En comparación con diciembre de 2019, la diferencia entre las pymes y las grandes empresas con deuda era más notoria: solo el 26% de las más chicas tenía deuda comercial, mientras que el 67% de las grandes empresas ya la mantenía.

No solo aumentó la cantidad de empresas con deuda, sino que también creció el monto en casi un 100% o más en dólares corrientes en relación a diciembre de 2019. Otro 37% declaró que su deuda creció hasta 100% y tan solo el 20% declaró que su monto se redujo o se mantuvo estable.

El stock de deuda representa en promedio 4 meses y medio de importaciones, según el relevamiento que significa de 0 a 3 meses de importaciones, mientras que para otro 34% representa de cuatro a seis meses.

No solo aumentó la cantidad de empresas con deuda, sino que también creció el monto en casi un 100% o más en dólares

En tanto, para el 16% restante el monto es mayor a 6 meses de importaciones, mientras que el principal acreedor de la deuda comercial de las empresas relevadas son los proveedores, ya que el 86% de las empresas tiene deuda con ellos.

"Como ya se ha mencionado, la demora en los pagos está teniendo graves consecuencias en las relaciones con los proveedores internacionales", advierte el informe del CEU, que también menciona como otra de las dificultades es que gran parte de la deuda está vencida o próxima a vencer o se encuentra vencida.

Pagos demorados

Si bien la mayoría de las empresas indicó que las dificultades para la aprobación e importación de bienes se mantuvieron vigentes, hubo un aumento notorio en las empresas que manifestaron crecientes dificultades en los plazos de pago a proveedores.

En este sentido, las expectativas para el próximo año mostraron un retroceso, luego de la mejora que se había visto a mitad de año, tal como lo revelan resultados del relevamiento realizado a más de 550 empresas a lo largo de la primera quincena de noviembre.

El trabajo entiende que durante octubre "volvieron a predominar las empresas con caída de la producción por sobre aquellas con subas. Fue el quinto relevamiento consecutivo con esta tendencia".

También se identificó que el 44% de las empresas encuestadas registró una caída en la producción, mientras que sólo el 15% de ellas indicaron un incremento durante dicho período. Al analizar por subsector de la industria, sobre las 12 ramas industriales relevadas en 11 predominaron las empresas que registraron una baja en su nivel de producción.

La caída de la producción estuvo asociada a las dificultades en el abastecimiento de insumos externos
La caída de la producción estuvo asociada a las dificultades en el abastecimiento de insumos externos

La caída de la producción estuvo asociada a las dificultades en el abastecimiento de insumos externos

"La caída de la producción estuvo asociada a las dificultades en el abastecimiento de insumos externos ya que dentro de las empresas que declararon un empeoramiento en la aprobación de SIRAs, el porcentaje con bajas en la producción fue incluso mayor (51%). Por el contrario, entre las empresas que manifestaron una mejora en la gestión de SIRAs, predominaron aquellas con subas de la producción (el 33% subió su nivel de producción por sobre el 22% con caída)", detalla el documento de la UIA.

Proveedores y stock

En cuanto a la evolución de la producción y ventas, el informe asocia estos aspectos en parte a las restricciones de oferta que enfrentan las empresas, con mayores tiempos de entrega de proveedores y caída de los stocks de insumos.

Al referirse a los tiempos de entrega, predominaron las empresas que indicaron que estos crecieron (51%). Este porcentaje es el más alto de los últimos cuatro relevamientos. Otro 61% de las empresas dio cuenta de que su stock de insumos y materias primas cayó. De igual modo que el ítem anterior, este valor es el máximo alcanzado de todos los relevamientos.

Ventas internas y externas

En el caso de las ventas en el mercado interno, mostraron una tendencia similar a la producción, con un predominio de las empresas con caídas (50%) respecto de las que mostraron subas (18%).

En cuanto a las exportaciones, un 46% registró caídas en sus ventas externas frente a sólo un 11% con subas. En este sentido, el 70% de las exportadoras indicó haber utilizado el dólar diferencial que permitía liquidar el 30% de sus ventas al CCL.

Dentro de este grupo, el 68% expresó que su utilización se debió a una necesidad de poder afrontar costos y no por ser un incentivo real a incrementar las exportaciones.

Un capítulo aparte dentro del relevamiento son las pymes, que representaron el 95% de la muestra

Tanto para las ventas internas como externas el índice de difusión alcanza valores mínimos históricos, lo mismo que ocurre con el deterioro en el empleo, que hasta el relevamiento previo era el único indicador en el que las empresas con subas eran las mismas que aquellas con caídas.

En cambio, en octubre las empresas con caídas en el empleo (16%) superaron a aquellas con subas (12%), lo cual marcó el quinto relevamiento consecutivo con más empresas que tienen caídas que aquellas con subas.

Del mismo modo, el 44% de las empresas encuestadas registró una caída en la producción respecto del tercer trimestre de 2023 mientras que sólo un 15% indicó un incremento durante dicho período.

En cuanto a los tiempos de entrega, predominaron las empresas que indicaron que crecieron (51%), lo cual marca el valor más alto de los últimos cuatro relevamientos.

Por otro lado, el 61% de las empresas da cuenta de que su stock de insumos cayó, siendo también el valor máximo de naja alcanzado de todos los relevamientos.

Pymes con desmejoras

Un capítulo aparte dentro del relevamiento son las pequeñas y medianas industrias (que representaron el 95% de la muestra), sector en el que se observó una situación similar a la del entramado general, con desmejora de los indicadores.

La deuda comercial por importación de bienes y servicios aumentó u$s17.430 millones entre diciembre de 2021 y junio pasado

Según el relevamiento, predominaron las empresas con caídas por sobre aquellas con subas en todos los indicadores.

Por caso, en la producción, un 46% tuvo caídas mientras que otro 14% evidenció subas, lo cual también se repitió tanto en las ventas internas (51% con caídas vs. 17% con subas), como en las exportaciones (42% con caídas vs 10% con subas).

Respecto al empleo, el 15% manifestó bajas, mientras que el 11% subas. Esto muestra que, en comparación al relevamiento anterior, aumentó la diferencia ya que las que registraron bajas se mantuvieron estables, pero cayeron aquellas con subas en los puestos laborales (14% vs 11%).

Otro ítem preocupante es la situación financiera de las pymes que cambió significativamente en relación a la deuda comercial externa.

Actualmente, el 79% de las que importa bienes e insumos tiene deuda con el exterior, acercándose a los parámetros de las grandes empresas, donde el 96% también enfrenta esta situación.

El dato contrasta con la situación de los de diciembre de 2019, donde había una disparidad pronunciada ya que solo el 26% de las consultadas tenía deuda comercial, mientras que el 67% de las grandes empresas ya la mantenía.

en la producción, un 46% tuvo caídas mientras que otro 14% evidenció subas, lo cual también se repitió tanto en las ventas internas (51% con caídas vs. 17% con subas), como en las exportaciones (42% con caídas vs 10% con subas).
en la producción, un 46% tuvo caídas mientras que otro 14% evidenció subas, lo cual también se repitió tanto en las ventas internas (51% con caídas vs. 17% con subas), como en las exportaciones (42% con caídas vs 10% con subas).

Un 46% de las pymes tuvo caídas mientras que otro 14% evidenció subas, lo cual también se repitió tanto en las ventas internas

Crece la deuda comercial

En relación al entorno macroeconómico, continuaron los problemas para realizar los pagos al exterior presionando sobre la deuda comercial.

Las empresas manifestaron su preocupación por la imposibilidad de acceder a insumos críticos para la producción y destacaron la creciente tensión en la relación con los proveedores.

En este sentido, la deuda comercial por importación de bienes y servicios aumentó u$s17.430 millones entre diciembre de 2021 y junio pasado, y se estima que habría aumentado u$s31.150 millones en total de acuerdo a estimaciones hasta octubre.

La conclusión de este problema es que el 53% de las empresas experimentó dificultades con proveedores debido a los retrasos en los pagos. Además, un 25% indicó que, aunque aún no han enfrentado consecuencias, están preocupados por posibles repercusiones en el futuro.

Como cobertura, las empresas se están volcando a los plazos fijos (44% de las empresas) y activos en moneda dura (33%). Al mismo tiempo, se registra interés por los instrumentos atados al dólar que, al menos hasta el momento del relevamiento de la encuesta, no habían sido ofrecidos por los bancos.