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Lo nuevo de Bodega del Fin del Mundo: un vino que rinde tributo a la historia familiar

El vino cuenta historias, no hay dudas de eso. Es la clave del terroir, que es la sumatoria de clima, suelo y factor humano como una de las variables fundamentales. Por eso, una botella encierra muchos secretos: nos cuenta cómo fue la vendimia en determinado año y también nos habla de las personas que estuvieron detrás de cada detalle para que ese vino llegue al consumidor.

En esa línea, Bodega del Fin del Mundo acaba de presentar la nueva añada de un vino que definen como un "blend de historias". 

Se trata de Surpina 2019, un corte Syrah y Petit Verdot en el que ambas variedades se complementan muy bien, dando como resultado "un vino profundo, complejo, amable, potente y con un final largo en la boca", según explica Juliana Del Aguila Eurnekian, nueva generación de la familia de origen armenio y propietaria de Bodega del Fin del Mundo.

"Las historias familiares dan contexto a nuestra identidad y origen, hacen a nuestras tradiciones heredadas. Y el vino nos permite contarlas", agrega Juliana, quien destaca que esta etiqueta se inspiró en su bisabuela, que fue sostén de la familia al tener que dejar Armenia y hacer de Argentina su nuevo hogar.

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"Los relatos, vivencias de mi bisabuela son testimonios de experiencias personales y una combinación de cultura y tradiciones heredadas", agrega la presidenta de la bodega que es referente de la Patagonia Argentina.

 

Un blend con dos variedades con carácter

"Syrah es una cepa que tiene un gran valor para la familia ya que es una de nuestras favoritas, la cultivamos tanto en Patagonia como en el Monte del Valle del Ararat, en la Bodega Karas, al oeste de Armenia. Esta variedad encuentra un lugar para desarrollarse muy bien en la región del Caucaso", explica Juliana, quien dirige ambas bodegas.

Petit Verdot, en tanto, es la variedad base y columna vertebral de este vino. "El Petit Verdot representa a mi bisabuela Surpina, quien con su perseverancia, resiliencia, fortaleza y cariño fue el soporte de su familia en Argentina, su nuevo hogar luego de escapar de Armenia en épocas de genocidio", relata Juliana.

 

Cabe destacar que la 2019 es la tercera añada de Surpina. Las cosechas anteriores fueron la 2010, que consistió en un blend de Malbec y Petit Verdot; y Surpina 2011: un blend de Cabernet Sauvignon y Petit Verdot.

A la hora de explicar por qué se decidieron por este nuevo blend, Juliana destaca que "el Petit Verdot, con su firmeza y carácter patagónico tan particular, es el compañero de la mejor variedad que se da en la región cada vendimia. Este año le tocó estar junto al Syrah".

 

Surpina 2019 es un blend que registra un paso de 18 meses por barrica y que tiene un gran potencial de guarda por delante, si bien tiene un enorme presente para ser disfrutado hoy.

Además, se trata de un vino de partida ultra limitada: apenas se elaboraron 1.800 botellas. 

Esta etiqueta está disponible en las principales vinotecas y en la tienda oficial de la bodega (www.shopfindelmundowines.com) a un precio sugerido de $18.800.