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Las catástrofes causadas por un error de diagnóstico

Las acciones mejor intencionadas basadas en diagnósticos equivocados han causado catástrofes, a veces mayores, que las peores políticas. Cuando dichas medidas han estado originadas en un contexto de emoción violenta resulta imprescindible la evaluación objetiva. En algunos casos el resultado fue positivo como el nacimiento de la NASA que se debe al lanzamiento por la U.R.S.S. del Sputnik o la entrada de los Estados Unidos a la Segunda Guerra debido al ataque a Pearl Harbour. Pero también puede dar lugar a consecuencias no previstas u opuestas a los objetivos planeados.

La llamada peste negra y gran depresión de los años 30' son dos antecedentes devastadores diagnósticos errados. La peste costó la vida de una tercera parte de la población de Europa, porcentaje mayor las dos guerras mundiales. Atribuir la peste a los perros y los gatos, en lugar de a las ratas que fueron las portadoras del virus, desató la matanza estos con la consiguiente multiplicación exponencial de roedores. El Dr. Nostradamus alertó sobre el error por lo que fue perseguido por el tribunal de la Inquisición y tuvo que huir de su hogar por dos años. A veces tener razón no basta.

En el caso de la Gran Depresión los responsables de la debacle fueron la Reserva Federal y las autoridades monetarias europeas que, ante la caída de las expectativas en los mercados, en lugar de proveer liquidez para financiar stocks retiraron el circulante profundizando el derrumbe, lo que costó años de atraso y sufrimiento en el mundo. John M. Keynes entendió la magnitud del error, pero el daño ya estaba hecho.

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A más de dos décadas del ataque a las Torres Gemelas, el hecho más convulsionaste del XXI, es necesario incorporar una mirada disruptiva sobre los efecto para la economía y los flujos financieros originadas por la ley Patriot Act promulgada en dicho ámbito. Su nombre mismo simboliza las circunstancias que le dieron origen.

No es el objeto de estas reflexiones opinar sobre las políticas antiterroristas de cada nación ni respecto a la actitud sobre el origen de las adicciones en cada sociedad y mucho menos si es más perjudicial la adicción a las hamburguesas, a los hongos al alcohol o al tabaco.

Una consecuencia inmediata fue la profundización de las regulaciones destinadas a perseguir el llamado lavado de activos como herramienta para evitar el financiamiento al terrorismo y el narcotráfico. Se montó una de las mayores montañas regulatorias de la post guerra que originó una maquinaria burocrática internacional decenas de veces mayor a la destinada a prevenir la proliferación de armas nucleares. Ello incrementó los costos de la administración bancaria con cargo al usuario, o sea a la economía.

Sus resultados a su vez fueron discriminatorios regionalmente provocando miles de cancelaciones de corresponsalías y decenas de miles de cierres de cuentas corrientes personales por la sola razón del país de origen motivando exclusión financiera (desbancarización) lo que promueve aún más informalidad. Ahora que la estrategia de Estados Unidos es trasladar los proveedores de China a Latinoamérica (Near shoring), desfinanciar la región resulta inexplicable.

Englobar como lavado de dinero cualquier fondo que no cumple con las normas vigentes en los países desarrollados implica suponer que el mundo es a su imagen y semejanza, o sea, que proviene de narcos, terroristas o delincuentes.

La realidad es opuesta en riqueza, distribución, educación o estabilidad política. El 85% de la población mundial vive en países con informalidad. Por de medio siglo todas las embajadas tuvieron su casa de cambio de confianza para vender dólares cuando había brecha. Los mismos que son formales para juzgar se vuelven informales para cambiar sus dólares. Ponerse en lugar del otro -compassion- en inglés. La palabra existe, falta aplicarla.

Latinoamérica sufrió el prejuicio de que sus fondos provienen del narcotráfico. La realidad muestra otra cosa: el valor de la droga que entra a los Estados Unidos desde la región son USD 15.000 millones anuales y su precio en el mercado interno alcanza USD 250.000 millones. Es evidente dónde hay mayor riesgo de narco lavado. Una clave de las mejores prácticas antilavado es KYC (conozca su cliente). Pareciera que en este caso no se aplica.

Con los años comenzó a observarse otra consecuencia que afecta a los objetivos de seguridad nacional que la justificaron. Los fondos informales desde que son rechazados por Estados Unidos han comenzado a fluir y consolidar los mercados financieros de Shangai, Dubai y Chipre. O sea, a financiar a los países que, según Occidente, son la mayor amenaza a la seguridad y la paz. Ese dinero desaparece de la pantalla, es imposible saber su destino. Solo de Latinoamérica se estiman USD 120.000 millones anuales.

Para entender la importancia, China invierte anualmente un total de USD 100.000 en investigación y desarrollo de inteligencia artificial, monto similar al flujo generado por el error de diagnóstico de las normas anti lavado de activos.